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viernes, 31 de agosto de 2012

Aparición urbana

                                             Oliverio Girondo, poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1891 y fallecido en 1967. En otras entradas del blog, ya hemos publicado una pequeña parte de su obra poética. "En la masmédula" (1954), es considerada la obra que muestra su trabajo más audaz en el campo de la poesía. Su primer libro "Veinte poemas para ser leídos en el tranvia" (1922) fue el trampolín que lanzó a Girondo a una obra excepcional , producto de sus contactos con los poetas exponentes de la vanguardia europea y una particular visión de la vida con una marcada tendencia surrealista. Muchos de los consagrados escritores que lo sucedieron han señalado a Oliverio como uno de los escritores que más han influenciado en la literatura argentina.


                                              "Nada ansío de nada,
                                              mientras dura el instante de eternidad que es todo,
                                              cuando no quiero nada"


APARICIÓN URBANA     poesía de Oliverio Girondo

¿Surgió de bajo tierra?
¿Se desprendió del cielo?
Estaba entre los ruidos,
herido,
malherido,
inmóvil,
en silencio,
hincado ante la tarde,
ante lo inevitable,
las venas adheridas
al espanto,
al asfalto,
con sus crenchas caídas,
con sus ojos de santo,
todo, todo desnudo,
casi azul, de tan blanco.
Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.-


ESCRÚPULO

Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
que estas manos son mías,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo sean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
yo no aseguro nada.-


LLORAR A LÁGRIMA VIVA

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!-


TROPOS

Toco
toco poros
amarras
calas toco
teclas de nervios
muelles
tejidos que me tocan
cicatrices
cenizas
trópicos vientres toco
solos solos
resacas
estertores
toco y mas toco
y nada
Prefiguras de ausencia
inconsistentes tropos
qué tú
qué qué
qué quenas
qué hondonadas
qué máscaras
qué soledades huecas
qué sí qué no
qué sino que me destempla el toque
qué reflejos
qué fondos
qué materiales brujos
qué llaves
qué ingredientes nocturnos
qué fallebas heladas que no abren
qué nada toco
en todo.-


                                  Oliverio Girondo



Imágenes: pinturas del artista italiano Carlo Carrá (1881-1966). Uno de los fundadores del Futurismo, contemporáneo de Oliverio Girondo.








quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio

2 comentarios:

  1. yo envejezco mil años despues de derrumbados los tranvìas y Oliverio, pasa a mi lado, joven por siempre, joven.

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    1. Así es Sirenas, todos envejecemos menos él. Esa debe ser la diferencia entre los simples mortales y los genios.
      Un abrazo. Quique de Lucio.

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