"Nubes vanas en la noche,
así pasan las palabras
por la aurora irreversible de las cosas"
AMORES ILUSTRES poesía de José Carlos Cataño
Yo también podría decir algo acerca de eso. Guardaos
vuestras estrellas polares, vuestras interminables
noches de amor, vuestras damas exquisitas, vuestras
hembras calientes como una mañana por Nyangabulé.
Tanto me da.
Acaso el amor sea el instante en que tiemblan dos
cuerpos demorando derramarse el uno sobre el otro,
los ojos en los ojos, la lengua en el secreto previo al
desfallecimiento.
Su rostro no era hermoso y era persona de pocas
palabras. Tenía desde noviembre no séqué semilla en
agua, y ayer, como quien dice, se convirtió en un
tallo finísimo, imparable, en la alegría de la casa.
Tanto me río de lo que sobrevive al verano, que ya sé
lo que es suficiente.-
LIGERO COMO EL CANTO
Ligero como el canto que no acaba
se ondula tu recuerdo en el verbero.
Regresa y es el mismo.
Despierto y no es un sueño.
A tu vuelta inocente encadenado.
La voz no sabe lo que canta.
Tallas mi vida y no lo advierto.
Hablo,
y siempre ignoro de quién hablo.-
PROEMIO AL ABRAZO
Si fuéramos algo
seríamos dos abismos,
nada más que dos abismos?
En el tuyo arrojaría
la sombra vertiginosa de mi ser.-
TU CASA AHORA
Tu casa ahora es la celeste,
el cielo desplomado bajo el agua,
casa del padre que apenas ha sido,
sólo un puñado de reflejos
traídos y llevados por el aire,
Todo el cielo amansado,
por encima y por debajo del cielo,
tu imagen en las olas que se vierten,
Todo el mar en silencio,
las hojas deshojadas, sin volumen,
todo el mar sin saber,
entero, ignorándose.
Enséñame la luz,
Enséñame el valor de la luz, tú, que no sabes.-
SIEMPRE SERÁS PARA UN AMOR LEJANO
A lo mejor uno se enamora para la despedida, para
cuando llega la estación seca y los hombres se besan a
la luz de Venus.
A lo mejor para que aquella frase (tu cuerpo húmedo
contra el cual aprieto el mío recobra los días que se
fueron) subraye que estás solo.
Pero cuando surja de nuevo la verenda llena de
alegría, los cuerpos abrazados girando en la
penumbra, volverás a decir:
Luz del instante, tus ojos. En ellos me veo por
primera vez.
No vengas con más mentiras, malasangre.-
José Carlos Cataño
Imágenes: pinturas de la artista estadounidense Carolyn Anderson .-
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