"Tanto tiempo has tardado en aprender
que llegas tarde al gran amor:
Que nunca habrás vivido una edad de oro"
CALIGRAFÍA poesía de Joan Margarit
He apoyado la frente en el cristal
frío, empañado, con trasluz de invierno.
Escribe el nombre de ella y, a través
de las líneas que traza con el dedo,
la ha visto en un paraje solitario
con el mar y las rocas en la noche.
Al fondo, las estrellas: de pronto, las gaviotas
alzan el vuelo como un resplandor
al paso de un falucho. Se ha engañado:
detrás de la ventana hay una calle
que el alba hace más triste, sin un alma,
con coches aparcados.
Tras las líneas comienza a amanecer:
el sol naciente borrará ese nombre
en la escarcha rosada del cristal.-
COSAS EN COMÚN
Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
La luna que acompaña al tren nocturno
Barcelona-París.
Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.
La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.-
EN TORNO A LA PROTAGONISTA
Conocía muy bien tu piel dorada
la señal del peligro de tus ojos azules.
Sueños de profesor que comenzaba
a perder su futuro. Hace mucho surgiste
entre aquellos muchachos y muchachas
del bar acristalado de nuestra Escuela blanca,
desde donde veíamos el mar.
Me preguntan quién eres. Un día, expertos
en soledad y en crímenes pasados
buscarán, amparada en las palabras,
la sombra de tu nombre y no hallarán
sino cartas violeta de la noche
y el rastro, entre papeles, de unos ojos azules.-
¿A QUÍEN AMA GILBERT GRAPE?
Un sábado en el cine, al declinar la tarde,
la película tierna, pero dura,
de un chico deficiente y de su hermano.
Cogidos de la mano en la penumbra,
lloramos, vuestra madre y yo, angustiados
por la muerte, que aún es más injusta
si dejamos atrás un desamparo.
Recordadnos felices: lo hemos sido.
Los ojos de Joana hacen que sea
más llena aún de afecto nuestra vida
pero más desolada nuestra muerte.-
LA MUCHACHA DEL SEMÁFORO
Tienes la misma edad que yo tenía
cuando empezaba a soñar en encontrarte.
No sabía aún, igual que tú
no lo has aprendido aún, que algún día
el amor es esta arma cargada
de soledad y de melancolía
que ahora te está apuntando desde mis ojos.
Tú eres la muchacha que yo estuve buscando
durante tanto tiempo cuando aún no existías.-
Joan Margarit
Imágenes: pinturas del artista de EE.UU, William Whitaker (Utah, 1943). Del Realismo
twitter@quiquedelucio
Me he encontrado con una fuente fresca de la más tierna y hermosa poesía. Aquí, las palabras tiene, una a una, vida propia y se mueven en busca de los sentimientos de cada uno de nosotros que depositamos nuestros ojos en el dulce rumor que traen las voces de Joan Margarit.
ResponderEliminar