"Los hombres nacen y mueren
por el amor
No hay nada como ver el sol,
y el viento en su palacio"
LA CITA poesía de Pere Quart
Yo no me detendré; y tú camina
como si no nos conociésemos.
Las confusas voces y las difíciles señales
de la ciudad, me turban;
por los ojos de los demá
y por los espejos,
me descubre la muerte
y me hace preguntas.
Mujer, anda.
al otro lado del carríl
hay que emprender el descenso.
Sigue, entonces, el recodo.
Pasado el puente de piedra,
atajo arriba.
No tuerzas a mano izquierda
hasta que encuentres el recinto
plantado de cipreses vivos
y de cruces muertas.
Quizá yo te haya adelantado;
si no, espérame.
Y no sentada, de pie,
entera, vertical, no como las demás.
Nos cuadraría un cielo bien alto,
un mediodía despejado
por el viento de los grandes viajes.
La noche es harto piadosa.
Y con tantas estrellas ilusiona.
Mujer, la vida es moda, ya lo sabes.
Desde hoy se impone
la escondida manera de la desnudez
hacia la línea ósea
hasta el polvo primero y último.
Desprevenidos y decepcionados,
despidámonos y desmemoriémonos
con nulos gestos de mármol.
La gravedad es infalible.
¿Quién sabe, empero, si en la hora undécima
no nos plantarán las alas?
Jamás pretendí entender misterio alguno.
Abrumado de leyes supremas,
ignoro con tino mortal
y con avaricia.
Y ahora, mujer, camina.-
ESPERO, SOSPECHO, TEMO
Espero que no me mire,
que no me vea.
Sospecho que está siempre,
que no falla,
que me tiene fichado,
que no hay escapatoria.
Temo que me amenace,
que me riña,
que me castigue,
o que me espíe,
y me siga.
Me desazonan los misterios
los oráculos,
los enigmas,
los dones, los privilegios,
los éxtasis.
Las ceremonias me desasosiegan:
el culto,
la nube sacra.
Y quisiera sentirlo y verlo
hablarle, entenderlo,
servirlo como un hombre
siempre.
Quisiera que me tomara de una vez
o que me mudase en hoja,
en cosa pura, estúpida
en silencio o aire,
en piedra,
en átomo,
de su reino total.
Quiero amor o calma.-
CODICILO DE POETA
Os lego, amigos, sencillamente,
los tres humildes quehaceres de siempre:
vivir (y comer) con decoro cada día;
si podeís, encauzar codicia y lujuria;
pensar (creer o dudar)
en las certezas y las hipótesis
de la muerte de la carne
y la vida nueva del alma.
No hay nada más que hacer; y ya basta.
El resto es literatura.-
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Hay cosas demasiado puras
para ser dichas
o simplemente pensadas.
Pero los poetas,
incontinentes, verbosos,
osan inquietar las zonas inefables
con escogidas palabras
al fin y al cabo estúpidas.-
Pere Quart
Imágenes: pinturas de la artista canadiense Elizabeth Adela Stanhope Forbes (1859-1912)
twitter@quiquedelucio
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