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martes, 29 de abril de 2014

Sonetos

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.

                                                           

                                                                Jorge Luis Borges

                                     (Buenos Aires, Argentina, 1899- Ginebra, Suiza, 1986)

                                           
                                               "Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
                                               Ya no compartirás la clara luna
                                                ni los lentos jardines. Ya no hay una
                                               luna que no sea espejo del pasado"                                   








SONETO DEL VINO

¿En qué reino, en qué siglo, bajo que silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?

Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.

En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto

otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.-


LA LLUVIA

Bruscamente la tarde se ha aclarado
porque ya cae la lluvia silenciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
el tiempo en que la suerte venturosa
le reveló una flor llamada rosa
y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
tarde me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.-


LO PERDIDO

¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo

y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido

de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día.

según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.-


EL BISONTE

Montañoso, abrumado, indescifrable,
rojo como la brasa que se apaga,
anda fornido y lento por la vaga
soledad de su páramo incansable.

El armado testuz levanta. En este
antiguo toro de durmientes ira,
veo a los hombres rojos del Oeste
y a los perdidos hombres de Altamira.

Luego pienso que ignora el tiempo humano,
cuyo espejo espectral es la memoria.
El tiempo no lo toca ni la historia

de su decurso, tan variable y vano.
Intemporal, innumerable, cero,
es el postrer bisote y el primero.-


AJEDREZ

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.-




                                                                  Jorge Luis Borges



Imágenes: Pinturas del artista William Merritt Chase  (Indiana, EE.UU, 1849-1916)


Una publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com


lunes, 28 de abril de 2014

Una poeta argentina

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.


                                                         
                                                          Romina Cazón

Poeta, narradora y artista audio-visual argentina nacida en San Pedro de Jujuy en 1981. Obtuvo el Primer Premio en Poesía "Universidad Nacional de Jujuy" en el año 2002 y Mención Honorífica de Poesía en Buenos Aires (2003). Ha publicado "Con mis uñas de gata"  (2008), "Panorama de la poesía mexicana" (2009), "Patria ajena" (2010), "Del fondo de ningún vientre" (2012), "Artefatuo" (poesía visual 2014), etc. Reside en el estado de Querétaro, México, desde donde dirige la revista virtual de arte y cultura "El humo".


                                                       "De este lado
                                                       la sombra venera
                                                       a un Dios que está sentado
                                                       en ninguna silla"




DEL FONDO DE NINGÚN VIENTRE
II

En el reflejo de un rey
habita el espíritu.
Ya no tengo las vestiduras
que atan al cuerpo.
Aquí la imagen se crea de una
evocación a la sangre.
La sangre besa la sombra
con su boca curtida.
Evocar a la sangre es dejarse
sacudir la memoria.-

III

La vida ha comenzado de nuevo
y moldea:
la cadera
el rostro
y las manos.
Imperfecto todo. Eso sí.
No se puede gozar
de los regalos de la naturaleza,
pero aquí eso no importa.
El rito
termina
en un lugar como este.
La vida es una
estela
que no hace falta descifrar
su nombre.-

IV

Te toco la frente en donde podría estar la frente.
Sé que no eres el mismo desde que viajaste.
Yo también soy otra
     un vacío
     un túnel
Toda mi alma
y mi sexo
está en la habitación
y no he querido verlas.
Allí que se me mueran de pensarme.
Te toco las manos
(antes)
con una me bordabas
y con la otra me deshacías.
Ya no somos los mismos
(ahora)
     un chillido que reposa en un delta.-

V

Donde chispea el crepúsculo
estoy yo
     sentada en una piedra
hablando tres idiomas.
Quien entiende que sepa
que vengo de la luz.
Ya no acribillo el silencio
sólo presumo
para no sentir el desamparo.
Me dejé olvidada
(es cierto)
     empiezo de nuevo
     a construir mi cuerpo con un lápiz
     que me trae la brisa.-

VI

Este es un buque que naufraga
en la polvareda de los años muertos.
No me aleja la alabanza muda que viene de la saliva
No me separan los centímetros del tren
sino los huesos flexibles, cuyo metal
caduca en un foco etéreo
Vengo del fondo de ningún vientre.
Escupo la sangre,
     de la sangre
          la herencia
     de la herencia
          la sangre
Soy un buque que naufraga
en toda la polvareda.-

VII

Nunca mirar hacia atrás:
el pasado está en una fábula inédita
en la costra del tiempo
y en el tapiz de una nube.
Cerrar los ojos es una forma
de supervivencia.
Sobrevivir es enterrar la pupila
en el ombligo
es atrapar con las uñas el aire.
Nunca mirar hacia atrás:
demasiado la sombra
la que persigue.
Demasiados
     órganos
     moléculas
     y átomos
que se van de la membrana.-


                                                              Romina Cazón




Imágenes: Pinturas del artista ruso Andrew Atroshenko, contemporáneo.

Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

sábado, 26 de abril de 2014

Poesía del Paraguay


Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir la obra de los creadores, respetando el derecho de autor.


                                                          Lourdes Espínola

Poeta y ensayista paraguaya nacida en 1954. Desde muy joven se ha dedicado a la poesía, en 1973 apareció su primera obra: "Visión del Arcángel en once puertas", también se destacan las publicaciones: "Monocorde amarillo" (1976), "Almenas del silencio" (1977), "Ser mujer y otras desventuras" (1985), "Tímpano y silencio" (1986), "Partidas y regresos" (1990), etc. También colabora de manera regular en suplementos culturales y revistas literarias a nivel internacional.

               
                                               "estabas y no estás:
                                               ni mis amores,
                                               ni el feroz arañazo del recuerdo
                                               te atrapó con tal fuerza y te retuvo"




A VINCENT

Comprendes cómo te
     nombro,
con mente quieta y silenciosa
     me escucho
cuando no me escuchan,
escribo tu nombre
con el borde de la lengua,
rodando el filo vacío de los labios.
Y te extiendes luchando
en la humedad de mi deseo,
en la resonancia del silencio.
Te aíslo y separo de los otros
     sucesivamente incierto,
tiemblas dentro en la garganta,
     te atrapo y fortalezco;
     como símbolo fresco
     te hago mío.
Envuelvo tu nombre en mi contacto,
cuerda vocal que busca su instrumento.
Te estanco en el sonido de mi aliento,
     te resistes,
     te rindes:
te he nombrado.

De repente, te tropiezo,
     te abres hacia mí
y desde el desván del alma
ese papel, esa escritura
indócil me avasalla
y me pierdo a mí mi misma
en el pequeño orbe de tu carta.
Suspendida en la hoja, gota a gota
salto hacia ti, escafandra en mano,
y me ciño la ropa de los tibios años.
Estoy en todas partes  en ninguna:
     fantasmagórica y real,
     me seduces y me ahogas.
     En el beso mortal
con olor a tus manos
me deshaces en caos.
Vuelvo a mi ordenado mundo,
     cierro el sobre.

Pero cómo recobrar los gestos del amor,
las olvidadas trampas, las miradas
que se nutren en los ojos del otro.
Cómo despertar a mi dormido cuerpo,
     despojado de noches,
     amortajado de sueños,
     en ardid de silencios.
Cual válvula escondida
hará correr la sangre
para entibiar rincones
e innombrables nostalgias.
     Mis manos desperezan
     la boca entumecida
     que nutriéndose
     va de tus palabras.
Apenas ya recuerdo
     los ritos,
     los gemidos.
Hilvanando memorias
antiguas, aprendidas,
empezará a girar
mi aliento entre tus manos.
Apenas recordando,
ensayando de nuevo las palabras.

Eres nubes, eres mar,
     eres olvido.
Eres también aquello
que has perdido
     Jorge
Luis Borges.

No estás al alba,
el diamante de la memoria
     sella miradas
y mi silencio acuña tu silencio.
Espejos vienen reflejando
en mi pupila lo que fue
     del amor atrevido,
del callado que respirando va
     en nuestra garganta
y súbito y audaz ya nos atrapa.
     El vino rojo de memorias
     nos inunda  nos baña
este silencio, este tímpano sordo de
     tus cartas,
esas claves secretas en tus libros,
esa manzana roja que mordimos,
     esos susurros,
     esas noches.

Extraño ritual al tacto,
reconocer el libro con tu nombre:
     respiras entrelíneas
     y muerdes,
en las marcas de los márgenes.
     Las páginas leídas
tornadas grises por tus dedos
son palabras con olor a tus poros,
amoldados, tibios, a tus manos.
     La azul tapa cosquillea
cada nervio extendido de mi mano,
al tropezar luego sorprendida
con la doblada página
     elegida,
la que resume alientos
     y me habla.

A veces en silencio
te nombro con la urgencia de mi
     desesperanza.
Mis ropas son mis ansias
y están atadas a mi piel,
con esa falta de todo lo que llena.
     Respiro en tus papeles,
     al borde de tu cama,
cual desnudo invisible que la sombra
     acompaña.
Hoy sientes en la tarde
que espejos transparentes
te devuelven mi cara.
     Mis pupilas cansadas
     mecidas en tus manos
     te muerden cada dedo,
vedados como abismos de frutos
     prohibidos.
Cierro la puerta,
     grito,
llamando ese rincón
poblado de tu savia.
En tu lista de amores,
azares, confidencias,
estoy aquí esperando,
respiro entre tus sábanas
     llamandote, mi amigo.-


                                                             Lourdes Espínola



Imágenes: Pinturas del artista francés Pierre Auguste Cot  (Bédarieux, 1837-París, 1883)

Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

viernes, 25 de abril de 2014

Poesía de Chile

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.



                                                                 Vicente Huidobro
                                                                (Chile, 1893-1948)

                                                 "¿por qué perdiste tu primera serenidad?
                                                  ¿qué ángel malo se paró en la puerta
                                                  de tu sonrisa con la espada en la mano? 




 
ALERTA

Media noche
En el jardín
cada sombra es un arroyo

Aquel ruido que se acerca no es un
     coche

Sobre el cielo de París
Otto Von Zeppelín

Las sirenas cantan
entre las olas negras
y este clarín que llama ahora

No es un clarín de la Victoria

Cien aeroplanos
vuelan en torno de la luna

Apaga tu pipa

Los obuses estallan como rosas
     maduras
y las bombas agujerean los días

Canciones cortadas
tiemblan entre las ramas

el viento cortisona las calles

Como apagar la Estrella del Estanque.-


NOCHE

Sobre la nieve se oye resbalar la noche
la canción caía de los árboles
y tras la niebla daban voces

De una mirada encendí mi cigarro

Cada vez que abro los labios
inundo de nubes el vacío

En el puerto
los mástiles están llenos de nidos
     Y el viento

gime entre las alas de los pájaros

Las olas mecen el navío muerto
Yo en la orilla silbando

Miro la estrella que humea entre mis dedos.-


HORAS

El villorio
Un tren detenido sobre el llano

En cada charco
duermen estrellas sordas
Y el agua tiembla
cortinaje al viento

La noche cuelga en la arboleda

En el campanario florecido
una gotera viva
desangra las estrellas

De cuando en cuando
Las horas maduras
caen sobre la vida.-



LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE

Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia
     hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
     La espera de mi retorno
     Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
a ciertos árboles y a ciertas piedras
que me han esperado muchos años
se cansaron de esperarme y se sentaron
     Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco

     Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas planas
     Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
me estoy haciendo árbol
Cuántas cosas me he ido convirtiendo en otras cosas
 
      Es doloroso y lleno de ternura

Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio
     Esperar en silencio.-



                                                            Vicente Huidobro



Imágenes: Pinturas del artista ruso Pavel Petrovich Sokolov  (1899-1961)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

miércoles, 23 de abril de 2014

Poesía de San Salvador

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.



                                                   Hilda Concepción Henríquez de Flores

Poeta salvadoreña nacida en El Salvador en julio de1942. Se graduó como profesora en la Escuela Normal de Maestras "España", en el año 1960. Trabajó como docente en Educación Básica, durante treinta años. Su primer libro fue "La ventana encantada". Su poesía despierta sensibilidad, haciendo retornar a un mundo real del pasado, lleno de encanto. Tiene una veintena de poemarios y colabora en páginas de cultura de diversos medios gráficos.


                                             "Mi vida se volvió nueva y ahora
                                             una inefable luz en mi reposa,
                                             mi pulso de armonía se colora
                                             un renacer alado en mí rebosa"




PÁJAROS DE FUEGO

Mientras la sed de tus ojos
se hundía en mi ternura,
muchos ojos ajenos nos miraban,
querían vivir
el misterio que unía nuestras vidas.
Ser la promesa bajo el dintel del tiempo,
la entrega total en cada aurora,
el ardor de la piel
tornándonos de fuego.
Ahora,
los mismos ojos se preguntan
por qué la soledad del parque
y los pájaros tristes
buscando nuestra risa.
Por qué mi piel desnuda
y la nostalgia deshojándome las horas.
Se derriba mi voz sin alcanzarte.
Vencidos por la ausencia
ya no se ven nuestros rostros
en los cristales del día.-


ELOGIO A MI VIDA

Yo tengo en el alma
una fuente de alegría.
En cada amanecer
la aurora me renueva.
La luz de mi mirada
es un fulgor supremo.
La plenitud de los mares me posee,
acrecienta mi alma y me serena.
De la eternidad tengo lo eterno,
por lo infinito también soy infinita.
Una pasión anima mis entrañas
como la euforia de la  fértil tierra.
También me anima
la mansa realidad del agua pura.
Yo guardo dentro de mí
el ritmo perfecto que anima la materia.
Y en la cima de todo lo que soy,
el sublime prodigio de la razón.
Yo soy humana.-


EL VENDAVAL

Conmueve mi memoria
un vendaval que me persigue.
Desde mi corazón un rostro blanco
me ama,
y yo lo amo.

En su espesura
también crece un rostro gris,
Mirándome con fuego.
Cuando despierto soy sólo cenizas.-


LOS NIÑOS DE IRAQ

La palabra de una flor sombría
me seduce.
Traspasa mi lengua
un verso alegre y triste.
Alegre como la vida,
Alegre como la paz.
Triste como el canto mutilado del
cenzontle.
Triste como la esencia lívida
de los niños en Iraq.-


EL AMOR A LOS DELFINES

Amo a los delfines
porque son más
inteligentes que las armas.-



                                         Hilda Concepción Henríquez de Flores




Imágenes: Pinturas de la artista Justiria Kopania (Varsovia Polonia, 1955)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

martes, 22 de abril de 2014

Sobre el amor

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.




                                                                       Julio Cortázar

                                                                        (1914- 1984)

                                                "No pregunto por las glorias ni las nieves,
                                                quiero saber dónde se van juntando
                                                las golondrinas muertas,
                                                adónde van  las cajas de fósforos usadas"   





EL BREVE AMOR    poesía de Julio Cortázar

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiéndose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-
     (¿Por qué, después,
     lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
     de liberar las manos?)


UNA CARTA DE AMOR

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.-


AFTER SUCH PLEASURES

Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.

Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni
     esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
     hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de ese olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón
     tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana
     sin estrellas.-


ESTA TERNURA

Esta ternura y estas manos libres,
¿a quién darlas bajo el viento? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
     Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
     frío de la vela la alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados.
Nos quedamos con los presentes
ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, ¿nadie quiere esto,
     nadie?.-


OBJETOS PERDIDOS

Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
     Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.-


                                                                   Julio Cortázar




 Imágenes: Pinturas del artista ruso Filipp Malyavin  (1869-1940)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

lunes, 21 de abril de 2014

Poesía de Perú-Francia

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.



                                                            Feliciano Mejía

Poeta y narrador peruano nacido en Apurímac en 1948.  Hizo estudios en la Universidad Mayor de San Marcos de Lima y posteriormente se trasladó a Francia, donde reside, y completó sus estudios en la universidades de Le- Mirail, La Sorbonne y la de Caen. Ha publicado: "Poemas racionales", "Tiro de gracia", "Círculo de fuego", "Kantuta negra", "El país de los sueños", "Kantuta Roja y Yanaqa", etc.


                                                    "Arde brasa de ni corazón
                                                    ¿Hasta cuándo la noche durará?




TARANTA

Huellas de muerte en el polvo
raya la niña suicida;
alfanjes, sus brazuelos moros,
alfanjes agudos, sus pestañas.

Bajo el aliento caldeado
de matines, bajo el árbol
plateado de lo oscuro,
pasos de agonía daba
la tenue mujer enlutada.

Sudores vitrificados,
gritos verdes,
en el límite final
del vibrar de sus caderas.

Mugen y arañan los vientos, afuera
besando a los pordioseros.-


DOLORA VII

Como un alfanje moro,
como un florete de hielo,
como un fondo de horno
de oro incandescente,
como un rígido abismo
desgajando
su risa y su amor apretujado
en estos cinco siglos,
te pienso, amada.-


HIMNO VERDE

Albaicí de benjuí y lavanda en flor,
transida de mi alegría y amor:
deja que vaya hacia tus brazos
y me cobije en tu pecho,
mientras el corro de soldados
ronda
en las oscurecidas calles
y el bronco canto retumbe en la
oquedad.

(Cóndor y toro) (Serpiente y cielo)

Cúbreme con el olor de tu mirada,
protégeme ya (amada-amado);
y que el ojo vidriado no me vea,
hasta que pase el tiempo de la
sombra
y salte del carbón la Fogata
y muera el dolor.

Y haz que mis heridas duelan
menos,
haz que mi canto contenga eterna
miel,
haz que mi cólera como siempre
construya,
y al final, ven, conmigo...caminando
con todos, así, libremente...Amor!


SEGUNDO HIMNO VERDE

Cierto día, un día, lloró en silencio
Albaicí,
y de sus faldas huyó el copo de
alegría.

Su perfil se fijó en las ramas del
melocotonero en flor,
en las riberas de las montañas
llenas de humedad y verdor:
hoy, donde sus huellas pasaron
rebotan los recuerdos de las risas
de los niños
(ellos crecieron entre las palmeras
y las dalias)
destrozados por las bombas de
napalm
arrojadas entre las nieves de los
Andes.

Pero yo veo aún cómo caen las
lágrimas de la herida Albací...

Mi alma de nuevo se estremece
y se acurruca a sus pies;
sin embargo es largo mi camino
y pasa el tiempo
frotando sus dolores,
y pasa lento el torpor,
y viene el horizonte
repleto de sol puro y claveles rojos
en flor,
y veo
y reveo y veo que se acerca...
acercándose...!



                                                                    Feliciano Mejía 





Imágenes: Pinturas de la artista estadounidense Iris Scott. (contemporánea)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

sábado, 19 de abril de 2014

Vagabundos en la noche

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.



                                                                 Miguel Arteche

                                           (Nueva Imperial, Chile, 1926-Santiago, 2012)
                                            Premio Nacional de Literatura de Chile 1996


                                           "La luz bajaba desde la colina.
                                           El sonido de un tren, un paso que he
                                           perdido. Juventud, herida de otro tiempo,
                                           te alejas soñolienta sepultada en la noche"






VAGABUNDO EN LA NOCHE

Te llama el sur esta noche, te llama
     como nunca
el corazón secreto de la lluvia, te llama
     un perfume
dejado en la distancia y que regresa
     ahora.
¿Hay algo para el cuerpo que espera
     con nostalgia,
algo para su sed, para el canto que
     escapa;
hay algo, viene algo por el cielo, no
     oculta la cordillera
nuestra pregunta insomne, no guarda
     su pecho oscuro
la respuesta a ese tiempo que desde el
     mar avanza?

¿Es eso lo que recuerdas, es ese ser
     oculto que  por las calles
     canta.

es ese vagabundo que duerme en la
     basura,

con los zapatos rotos y la cara hacia el
     cielo.

     en una horrible mueca?
¿Es eso lo que recuerdas, es eso que por
     las ramas
insiste en la primavera:
la joven esposa muerta, la huella de los
     hombres
en el parque mojado? ¿Era eso en la
     noche,
eran las luces secas de brillos
     petrificados
en las calles del lujo?

Para ti, tierra, las vidas de los hombres
     solitarios,
los niños harapientos jugando entre la
     lluvia,
los nombres, las fechas y las personas
     muertas;
para ti las tormentas, las colinas
      purpúreas,
las castañas en duros zurrones
     afilados,
las lámparas en grandes
     habitaciones, los vientos,
los vientos sobre plazas desiertas,
mientras las hojas secas en el sediento
     asfalto
acumulan la futura lluvia que aparece.

Es cierto: porque cuando pasas sobre la
     noche;
cuando, sigilosamente, aparece la
     lluvia,
y recuerdo los seres que pasaron,
el calor de una sienes doradas por el
     vino,
cuando cruza el otoño -rojo de furia
     triste-
por semáforos, autobuses, tiernas
     escalinatas,
¿hay algo en esa cara que interroga
     hacia el aire
de un día que soporta otro día lejano?

Para aquéllos las luces llenas de
     terciopelo,
las sibilinas voces de perfumes, las
     vagas
promesas de placer en cálidos recintos;
para ellos las noches de promesas
     ocultas,
las estampas de un invierno pasado,
     el entierro lejano, el humo
sobre el parque. Papeles enloquecidos
caen hacia un otoño rabioso que se
     acerca.
Están sobre los puentes acumulando
     angustia,
el agua tiene secos reflejos afiebrados,
sus ojos se adormecen, fiebre y frío
     penetran
los ansiados retornos que por el río
     pasan.
¿Qué han perdido en las noches,
en la esquina poblada qué interrogan
     sus caras?
Hablan del mar cercano (el viento se
     estremece,
el viento cruza y pasa) y apretados
     esperan
un ayer imposible para un futuro
     incierto.

Tierra, tierra sobre deseos, sobre
     puentes y ramas,
sobre arenas desiertas, sobre pasos que
     mueren,
¿qué buscas, qué esperas
para alcanzar un rostro, un harapo,
     una mano quemada
por la moneda avara? ¿Es que esperas
     sus muertes
en la noche, sólo sus vidas hoscas
consumidas sin haber conocido
     el hueco de un calor,
el sueño sin temores, el alba
por fin mágica y buena?.-



                                                           Miguel Arteche  





Imágenes: Pinturas del artista de Estados Unidos Frederick Childe Hassam (1859-1935)


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

jueves, 17 de abril de 2014

Abismo




IN MEMORIAM  GABRIEL GARCÍA MARQUÉZ






                                                                Leonardo de León

Poeta y profesor de Literatura uruguayo, nacido en Minas en 1983. Colaboró con las revistas culturales "Iscariote" y "La letra breve". Fue columnista de libros en la revista Megafón de Buenos Aires. Es además guionista de cine. Obtuvo el Premio Mención de Honor en el concurso Paco Espínola , el XVII Premio Nacional de Narrativa "Narradores de la Banda Oriental" y el Primer Premio "Pablo Neruda" para jóvenes poetas. En 2012 publicó su poemario "Confirmación del aliento" (Paréntesis, colección Aedas)


                                             "cae tu boca en mi tórax
                                              como cuerpo suicida desde edificio
                                              el golpe mata algo que no es tuyo"





ABISMO

Cuando el aire es el
abismo,
respirar es la caída.
La grieta es honda
como profunda
la inhalación que nos arroja al fondo.
Espero encontrar
al verso
en el vértigo del descenso.
Espero volver al cielo antes del golpe
que disipe al cuerpo en la dura tierra.-


UNO

A veces las palabras
cuelgan como prendas del vacío
roídas por la ausencia
y de la piel sorda del papel
destila una clara tempestad.
Blanda
hueca anatomía
estático destello:
la página
se apropia del sonido como un cuello
envuelve la crudeza de su grito.
Se amolda a la tela del lenguaje
y deja bien tirantes las costuras.
El vacío se inflama
como una astilla por el río
que absorbe toda el agua y se vuelve
un río quieto de madera.
En estos días
la palabra cuenta la tormenta del vacío
sin decir una palabra.
Se dice
y se disipa.
Se impregna de la nada de su cuerpo.
Se anticipa a su final.-

DOS

Mirar el ojo sereno del tornado
mientras el mundo gira y se
deshace.
Ser el centro imperturbable del caos
que llora el espiral de los
escombros.
Hacer de la vida un túnel que se tiñe
de polvo
y equidista la pupila:
feroz calidoscopio de la nada.
Sentir por última vez
la arrogancia de mirar lo que te
queda.
Prolongar la fiebre hasta que arda
y se ahogue en la inercia de su
fuego.
Flotar como un recuerdo
y al final
cerrar el párpado redondo del
tornado.
Dormirse para nunca haber nacido.
Morir enteramente:
sin un mundo al que volver
de tu sueño o pesadilla.
Ser el último testigo de tu aliento:
nombre sin objeto
aire sin lugar.-


TRES

Nunca deja de llover
porque el arroyo no cesa de caerse.
Tropieza con el látigo del sol
y se derrama en el vapor
de los azotes.
Cae mientras asciende:
leve catarata que se encrespa por la
altura
y en la sed de un luminoso paladar.
Más tarde o más emprano
el alma del arroyo no resiste otra
caída.
Se enrosca al espiral de la tormenta
oprime y se libera
destroza los colmillos en la lluvia.
Escampa al otro día y sin embargo
el arroyo condesciende a los azotes
de una luz que se repite.
El lomo del agua se levanta
felino y sin temor
encrespado en el augurio de otra
nube
y otro ataque.
El agua se resigna y se enaltece
en la caída.-

TODO ES MAR

Los cuerpos son olas en el lecho
oscilante,
mares juntos y crecientes.
Los baña el mar del aire en éxtasis.
El mar del mundo los asfixia
y los sentecia a una última
lágrima,
al océano condensado en pupila.
Pronto vendrá el ahogo,
pronto una ola como lápida,
pronto un sermón del viento;
un epitafio de grito de ave.-


                                                           Leonardo de León




Imágenes: Pinturas del artista chileno Camilo Mori (Valparaíso, 1896- Santiago, 1973)



Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

martes, 15 de abril de 2014

Poesía de Nicaragua

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.



                                                              Gioconda Belli

Poeta, ensayista y narradora de Nicaragua, nacida en Managua en diciembre de 1948. Se bachilleró en Madrid y se graduó en Estados Unidos  en el Marcus Prince. A su regreso a Nicaragua comenzó a publicar, revelando una gran sensibilidad poética femenina: "Sobra la grama" (1974), "Línea de fuego" (1978), "Truenos y arco iris" (1982), etc. Toda su obra se ha recogido en "El ojo de la mujer" (1986)´. Obtuvo el Premio de Poesía Mariano Fiallos Gil en 1972 y posteriormente el Premio "Casa de las Américas" de Cuba.


                                                   "Quebrá la luna en tus manos,
                                                    hacela pedazos
                                                    y úntate de su polvo fino y negro"



CÓMO PESA EL AMOR

Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como luna
apenas clara entre las luciérnagas.

Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.

Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
cómo pesa el amor
endurecido.

Dios dijo
Dios dijo:
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
En mi país
el que ama a su prójimo
se juega la vida.-


COMO TINAJA

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió todo el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.


SENCILLOS DESEOS

Hoy quisiera tus dedos escribiéndome
historias en
 el pelo
y quisiera besos en la espalda
acurrucos
que me dijeras las mas grandes
verdades
o las mas grandes mentiras
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer mas linda del mundo
que me querés mucho
cosas así
tan sencillas
tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera dependiera de
que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la
espuma.
Cosas quiero como que andes mi
cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del
invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero como una gran ola de
ternura
deshaciéndome
un ruido de caracol
un cardumen de peces en la boca
algo de eso
frágil y desnudo
como una flor a punto de entregarse a
la primera luz de la mañana
o simplemente una semilla, un árbol
un poco de hierba
una caricia que me haga olvidar
el paso del tiempo
la guerra
los peligros de la muerte.-


VII

Traspasa la tierra del fuego la buena
     esperanza
navega loco en la juntura de los
     océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula
     gime
Emerge con la rama de olivo llora
socavando ternuras ocultas
Desnudas miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la
     pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz.-



                                                               Gioconda Belli



Imágenes: Pinturas de la artista de Sudafrica Anny Maddock  (1954)

Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com