Marin Sorescu, obtuvo importantes galardones entre los que se destacan: Premio de la Academia
Rumana (1968) y (1977). Medalla de Oro Napoli ospite de Italia (1970), Premio Internacional Fernando Rielo, de Madrid (1983), Premio Internacional Herder de la Universidad de Viena (1977) y Premio de la Unión de Escritores de Rumania en seis ocasiones. Falleció en Bucarest en 1996. La mayor parte de su poesía traducida al español es obra de Omar Lara.
"Vendé los ojos de los árboles
Con un pañuelo verde
y dije: búsquenme "
NOS CONOCEMOS poesía de Marin Sorescu
Nos conocemos.
Nos vimos un día
En la tierra,
Yo iba por un lado de ella
Tú por el otro.
Tú eras así y asá,
Oh, eras como todas las mujeres,
Fíjate cómo he retenido
Tu rostro.
Yo me emocioné
y dije algo con la mano en el corazón,
Pero no había manera de que me escucharas.
Porque entre nosotros pasaban todo el tiempo
Automóviles y aguas y especialmente montes,
En fin, todo el globo.
Me miraste a los ojos
Pero ¿qué podías ver?
En mi hemisferio
Se había hecho justamente la noche.
Extendiste la mano: diste con una nube.
Yo abracé los hombros de una hoja.-
PREGUNTA
¿Qué día es hoy?
¿Lunes?
Pero lunes ya fue
la semana pasada.
¿Martes?
Martes fue también el año pasado,
fue martes como que hay dios.
¿Miércoles?
Un jueves fue arada
Cartagena,
Un jueves fue incendiada
la biblioteca de Alejandría.
Imposible que no haya pasado
ni siquiera un día desde entonces.
¿Viernes? ¿Sábado?
Yo ya oí hablar en cierta ocasión
de los días estos,
no me vengan con historias.
¿Tal vez Domingo?
El tiempo anterior al génesis
se llamaba domingo.
Lo recuerdo perfectamente.
Dios mío, todos los días han sido.
¿No nos queda ni siquiera un día
nuevo?-
MÁS ALLÁ
Esta mujer
tiene a alguien en el baño.
Habla conmigo,
me ama sinceramente,
pero alguien aún zangolotea en su alma,
más allá de mí.
Leo en sus ojos,
en el pelo,
en la línea de vida de su mano
que esta casa no tiene sino una sola entrada,
que oculta de mí a alguien en el baño.
O, digamos, en la casa vecina,
o en otra casa,
en algún lugar de la calle,
en otra ciudad o en otro bosque,
o en el fondo del mar.
Alguien está oculto allí,
asediando mis pensamientos,
escuchando mis pensamientos eternos
con los ojos fijos en el reloj.-
LA HUIDA
Un día
me levanté del escritorio
y comencé a distanciarme de las palabras,
de ustedes
y de las cosas, una por una.
Veré en la lejanía una montaña
e iré hacia ella
hasta que la montaña quede atrás.
Luego iré a la sombra de una nube
y la nube quedará atrás.
También el sol quedará atrás
y las estrellas y todo el universo.-
Marin Sorescu
Imágenes: pinturas del artista plástico francés, Francis Picabia (1879-1953)
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