"No eran tan sólo cuerpos
aquello que yo amaba, había algo distinto,
alguna cosa, al menos entre los más queridos"
ALBA poesía de Enric Sória
Mira la mar, ¿no ves cómo nos lleva, soñolientos, hasta la orilla de nosotros mismos?
Todo es camino. La perezosa luz, al despertarse,
levanta atajos de escamosos límites.
Te beso entre esos oros, y el rumor de la mar
es un vasto reflejo del aliento
que mece la caricia. Esta mañana
la brisa de tu cuerpo es otra inmensidad.
Mira la mar. Qué justa semejanza
con los dos, en la mañana inmóvil
y sin embargo frágil como brisa.
Te beso. No sé nada. Te amo como la ola
que hierve entre la arena. Y mi gozo
es una pura llama que el alba multiplica
en encendidas crines que avanzan y se rompen:
una explosión de estrellas en la gloria solar.
La gloria de tu cuerpo espejado en el mío.
Después
la arena no sabrá
qué gozo ardiente la mañana ilumina.-
BALCÓN INTERIOR
Ay, Valencia, capital del olvido
No sé si aún te acuerdas;
tenías dieciocho.
Estábamos en casa de un amigo,
en un atardecer del mes de junio.
Bebidos por completo,
buscamos la frescura del balcón.
Valencia era un paisaje de patios interiores,
de grises derrotados.
Un paisaje secreto,
un paisaje tristísimo,
una belleza sórdida,
como una obra de Buero
o la modulación
de un lamento alargado.
Entonces sí gozábamos del tiempo.
No hemos vuelto jamás a aquella casa.
Ni el dueño nos saluda.
Enric Sória: (Oliva, Valencia 1958) Poeta y ensayista español.
Licenciado en Historia por la Universidad de Valencia. Ha sido miembro fundador de la revista "Daina" y redactor del semanario "El Temps", desde 1985 hasta 1988. Entre otros, ha publicado los libros de poesía: "Mirall de miratges" (1982), "Varia et memorabilia" (1988), "Compás d'espera" (1993). Fue Premio Carles Riba y en 2004 fue premiado con el Carles Rahola de ensayo por "La lentitud del mar". Su obra ha sido traducida a varias lenguas. Actualmente es colaborador permanente del diario "El Observador".
CONSTATACIÓN
No soy mejor que tú, lo sé,
no lo pretendo.
Ni siquiera he inventado el tedio y el cansancio
ni tal vez he escogido apenas uno
de mis hábitos íntimos.
Es inútil, sencillamente, fingir que me interesa
alguna cosa en ti, criatura meramente humana
(como yo al fin y al cabo, que te busco y te ignoro)
más allá del banal enigma de tu cuerpo.-
UN CUERPO
Un cuerpo preciso
como un teorema.
Cuerpo de piernas rectas, delineadas,
con la tensa armonía de un compás.
Cuerpo de líneas claras, luz y límite.
Tan angustioso y bello como los teoremas.
Delante de mí, ahora,
bajo cualquier excusa.-
Imágenes: pinturas del artista plástico mexicano,
Sergio Garval (Guadalajara, 1968). Egresado del
Studio Residency New York School of Visual Arts.
Quique Lucio
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