Vistas de página en total

jueves, 20 de septiembre de 2012

Los amantes

                                     Fabio Morábito, poeta y narrador de origen egipcio, nacido en Alejandría en 1955. Desde los quince años reside en México, donde se trasladó con su familia. Es autor de los libros de poesía "Lotes malditos", con el que obtuvo el Premio Carlos Pellicer en 1985, "De lunes todo el año" Premio Aguascalientes en 1991, "Alguien de lava" (2002). Gran parte de su poesía está reunida en "La ola que regresa" (2006). Su obra ha sido traducida al alemán, inglés, francés, portugués e italiano. Morábito a su vez, como traductor, vertió al español la obra completa de Eugenio Montale, y el texto "Aminta" de Torcuato Tasso. Como ensayista obtuvo en el año 2006 el Premio "Antonin Artaud" por su libro "Grieta de fatiga".


                                           "Si te revuelca la ola
                                           procura que sea joven,
                                           te dejará molido el cuerpo
                                           y el corazón más grande"


LOS AMANTES    poesía de Fabio Morábito

Los amantes se acercan,
escuchan. Adelgazan
su piel hasta la asfixia.

y adelgazan sus besos.
Por sus voces delgadas
sólo oyen silencio.

Los amantes se besan,
se acarician, el mar
apenas los contiene,

y su pasión es breve:
aleteo de un ave
en la espalda del agua.

Los amantes recuerdan
las heridas, las guardan
como un secreto bien.

Nunca cambian palabras.
Pero cambian heridas.
Son su secreta piel.

Cerca de dos amantes
se detiene un segundo
la sangre en la avenida;

son dos ciervos que saltan
en medio de nosotros
que somos las estatuas.

Los amantes se muerden,
se pisan, sólo temen
la muerte, trepan muros

de olvido y nunca vuelven
atrás, lujosos como
escarabajos verdes.

Los amantes no cuentan
los días, no enumeran
los muertos, ni siquiera

los mares. Su materia
está hecha sin tiempo,
su sed nunca se alivia.

Los amantes se mueren
un día. Bajo tierra
van, mudos y con miedo,

y la tierra adelgaza
su piel hasta la asfixia
y adelgaza sus huesos.-


MILÁN

Ya regresé a tu ausencia
de puentes y reflejos,
de amplios espacios libres,

marinos. Vuelvo al aire
amargo de tus plazas,
a tus patios estrechos.

No supiste enseñarme
a perderme, te debo
los frutos más oscuros

de mi alma: el rigor
al que aspiro, el odio
a todo lo que es falso
y mi pudor, mi calma.-


MIRAMOS LARGAMENTE EL MAR

Miramos largamente el mar
después del pleito, sin hablarnos.
No la pasamos bien en Cádiz
esos dos días.
Sentí al decir que no quería
tener un hijo por ahora,
que había llegado a un punto divisorio.
Por vez primera fui muy claro.
Adiós ambigüedad,
me dije, bien precioso,
ya comenzó la cuenta regresiva.
Supe que existirías,
que era cuestión de tiempo.
Si iba a seguir con ella, claro.
Si iba a seguir contigo, en suma.
Y ella también,
después de arrinconarme
entre el ser y el mar, lo supo,
el mar que nos quedamos,
después del pleito,
mirando largamente sin hablarnos.
No la pasamos bien en Cádiz
esos dos días.
Ve alguna vez a Cádiz
junto al mar, sin nadie,
y mira el mar como nosotros lo miramos
y fúmate un cigarro, absorto, y piensa
que estás donde empezaste.-



                         Fabio Morábito




Imágenes: pinturas del artista español Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, Francia, 1973)


quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio

No hay comentarios:

Publicar un comentario