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domingo, 9 de septiembre de 2012

Certidumbre de ausencia

                                       Amalia Iglesias, poeta española nacida en Menaza, Palencia en 1962. Desde 1970 se trasladó a Bilbao donde se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto. Su obra poética está compuesta, entre otros, por "Un lugar para el fuego" (1984), "Memorial del Amauta" (1988), "Mar en sombra" (1989), "Dados y dudas" (1996), "Tótem espantapájaros" (2006),
"Lázaro se sacude las ortigas" (2006), etc. Ha sido galardonada con los premios de poesía "Adonáis" en 1984, "Alonso de Ercilla" del Gobierno Vasco en 1995, con el accésit del "Jaime Gil de Biedma" en 1966 y el Premio Francisco Quevedo de Poesía en 2006. Iglesias dirige desde su creación, en 1996, la "Revista de Libros" de la Fundación Caja Madrid y es colaboradora permanente de distintas publicaciones culturales de Europa.


                                 "Cuánto ayer empozado,
                                 cuánta breve mortaja,
                                 cuánto leve recuerdo!" 


CERTIDUMBRE DE AUSENCIA    poesía de Amalia Iglesias

Regreso al mismo café.
Las horas lentas que pasaron en vano
atraviesan conmigo la puerta giratoria.
Y al fondo, entre las mesas,
una sonrisa tuya me mira como entonces.

Pero otra vez esos labios extraviados
tampoco son tus labios,
no hay sonrisa y el mármol de esta mesa
certifica en mis manos un mensaje de frío.


DESDE NUNCA TE QUIERO

Desde nunca te quiero y para siempre,
desde todo y quizá y para siempre,
desde el rotundo rayo que sube por la acequia
de las horas al látigo crecido en mis pupilas,
veloz mi voz, mi viento:
vértigo de la desembocadura
y el más ingrato delta para acabar el viaje.

Hasta la nada espero,
hasta lo lejos de la memoria inútil y el cráter 
sin crepúsculo, hasta la deuda embriagada de rótulos celestes,
en la fiebre y la luna inmantada de agosto.-


UN INSTANTE EN RELIEVE

Un instante en relieve. En el cielo el ala
del relámpago, la tarde turbia de aquel verano.
Punta Galea, una chispa fugaz en las pupilas
de vuelta a casa.

Y la inquietud del verso inacabado en el sendero,
abierto al surco de su suerte.
Acaso todavía aquel mar
salpica palabras
de fragua hacia tus ojos.-


HACIA LOS AFLUENTES

Esta misma quietud
la reconoces,
el lecho de la luz,
esplendor del estío,
y tu pálido cauce adolescente,
la imagen aún borrosa del clamor y de la yerba.
Como un vaho transterrado
                           de las fiebres antiguas,
sube todo el silencio
                           deshojando tu cuerpo.
Este bosque de sauces
que fuera tu dominio,
es hoyel cementerio
                            del yo que le entregaste.
Mirando hacia esa loma
                            descubriste el deseo
y el principio de ser memorial abrasado.
Esta misma quietud
                            la reconoces,
fugaz y transitoria
la voz del epitafio;
y es todo lo que ha muerto
                            el ayer navegable.-



                                                    Amalia Iglesias


Imágenes: pinturas del artista Amedeo Modigliani  (Livorno, Italia 1884-París, Francia 1920)





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