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sábado, 28 de julio de 2012

Vivir en tu voz

                                 Paloma Palao, poeta española nacida en Madrid en 1944. Licenciada en Derecho por la Universidad de Madrid, abandonó el ejercicio profesional para dedicarse definitivamente a la poesía. Fue profesora de Lengua Española en el Instituto de Cultura y colaboró con sus escritos en medios periodísticos tales como La Estafeta Literaria y la revista Litoral. Parte de su obra está contenida en los siguientes títulos: "Resurrección de la memoria" (1978), "El Gato junto al agua" (1881) que mereció el Accésit al Premio Adonais; "Contemplación del destierro" (1982), "Retablo profano" (1985), "Hortus Conclusus" (1986), "Música o nieve" (1986). Su magnífica obra como poeta, se vió tronchada por su trágica muerte en un accidente automovilístico a fines del año 1986.

                                      "Detrás de tu belleza está la ignorancia,
                                      como delante de ti está tu rostro siempre,
                                      aunque tampoco es útil la máscara"


VIVIR EN TU VOZ     poesía de Paloma Palao

Vivir en tu voz,
doblarme
bajo tu párpado, sería necesario
para compensar
el beso
de nieve, la luciérnaga
de esta resurrección imposible. Pero nada
tan hueco como el agua,
donde el pozo
no es medida, sino acumulación
culpable del vacío, inexistencia
proclamada,
fondo desposeído por su transparencia,
recompensa de mirar
hacia la oscuridad
y hacia dentro.-


ESCRIBIRÁN MI NOMBRE

Escribirán mi nombre en un libro
de nombres apretados, y referencia,
breve harán del tiempo que pasé,
vivida.
             Tendré, a lo sumo
quince páginas en una antología.
Algún niño recitará de carrerilla:
Nacida en Madrid en el 44, perteneció
a la generación perdida, no tuvo
guerra a la que le sujetaran,
ni amo, ni dueño, ni posición torcida.
Descubrió su vocación
muy niña, presentándose a todas
las oposiciones convocadas,
a la cátedra vacante del amor, retirándose
la víspera a un rincón, con su perro
-aún no nacido-, a acunar sus arrugas,
a repasar el índice de materias
-nunca demasiado sabidas- : los celos
el dolor, la comida.
                                   No quiso
saber más que de lo suyo. De fe
arraigada en ese punto
muerto de la angustia, no quiso
comulgar con -ruedas de molino,
ni tener hijos con ruedas de molinos...
Hasta que un día...Tuvo el valor
de recogerse el pelo y andar
más deprisa y subirse a la boca
una mentira.
                        Y todo fue ya
póstumo...Desde ese día.-


SON IMPORTANTES TANTAS COSAS


Son importantes tantas cosas
-madre-. El olor
de naftalina, los baúles
en los que vamos destripando
sueños, años pasados
bajo la misma sombra. Sin embargo
preparo con prisa mis maletas, vacío
los cajones rencorosa
de una alegría que no pudiste
darme, y es todo tuyo
-madre-. Las maderas
que rechinan vengativas, los cuadros
de dudosa
firma, las bandejas de plata que transportaron
turrones navidades
pasadas y nunca perseguidas.
Hago el inventario
-cruel siempre- que me anuncia
tu presente
concepción de silencios. Hago
y olvido, varias
docenas
de bordados enaguas y colchas
con mi nombre. Las mantas
-madre- quedan con su olor a naftalina
enmohecida, quedan
dos pares de zapatos viejos, mi primer
par de medias, el bolso
que estrené una mañana, cuando tuve
que esconder mi pañuelo
demasiado grande para una sola
lágrima. Mi estatura
se parte -frente a ti- y sólo
queda un murmullo
de alas vencidas por la vida. Me olvido
de las cosas importantes. Del vaso
de mis fiebres, de las horas
pasadas sobre mí como en la muerte. Me llevo
todo -madre-. Hasta esa lágrima
dormida entre mis ojos. Dejo
a cambio el inventario -firmado y rubricado-
de mis sueños. Abres la puerta, salgo
cierras. Vuelves
por el largo pasillo de la casa. Enderezas
ese cuadro
torcido, que yo moví al pasar y quizá
pienses en pintar las paredes
de mi cuarto, en cambiar las cortinas,
en recoger pisadas que aún
nos viven,
que nos pueblan de adioses
presurosos, como alargados trenes
que no paran. Que no te importe
nada, madre, madre. Que no te importe
la sangre -madre mía- que en río
de silencios nos separa. Que no te importen
las llaves que perdiste
para impedir mi marcha.-


              Paloma Palao



Imágenes: pinturas del artista ruso
Aleksei von Jawlensky (1864-1941)
del expresionismo.





quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio

4 comentarios:

  1. Una maravilla de sítio. Lo recomiendo y consulto(y robo) de él siempre que puedo. Un abrazo grande amigo, felicitaciones!
    Osvaldo

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  2. Muchas gracias Osvaldo, por tus palabras. Me ayuda saber que el blog, al que tanto tiempo le dedico, le sirva a los lectores.
    Un abrazo.
    Quique de Lucio.

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  3. Hola, muchas gracias por haber publicado mis traducciones del maravilloso Kutilov, no encontré un correo electrónico tuyo para mandarte mi agradecimiento y comentarte que la fecha de muerte de Kutilov es 1985, es un pequeño detalle, era simplemente esto.

    Muchas gracias, cariños,

    Natalia Litvinova

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    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti Natalia, por dar difusión a la obra de este magnífico poeta. Corregido el error.
      Mis saludos.
      Quique de Lucio.

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