"Mecanicámente asiste a donde debe ir
logra inclinar la cabeza, luego vuelve
una resaca, un pánico
ciertas bellezas"
EL RECUERDO poesía de Concha García
Una pena repta por su ombligo. Ayer
ayer me dijo oblicuamente amor mío y
hoy, hoy tengo que ser áspera con la memoria,
enlazar las manos con ansiedad, tomar cafés,
hacerme cueva o nimiedad.
Te lo ruego
Me encontré tan menuda, tan
encogida, ovillada en eso
que la taquicardia auguró.
Doce o trece horas de amor desmedido
maldita sea hoy, cómo avanzaba
la sabandija entre mi letargo
haciéndome diminuta
el tiempo crecía. Me puso las manos
encima y me queda
ese temblor.-
DESDÉN
Me haces daño: chispitas
entre las tapas de pescado, me dueles
esquivando la hora del cine, los tejados
lluvia y lluvia, chap-chap, mira
qué triste soy: un tañir lejos, lejano
albergando el daño, el trocito de fuelle
que ayer chirriaba.-
PORMENOR
Anomalía
No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una muestra
evidente de ni ternura. No
tengo nada. Nada.-
BAJO LOS AUSPICIOS
La cosa más profunda que he vivido
ya la he olvidado. Ahora sólo me importa
arreglar la ventana si se rompiera, o
limpiar los cristales. Todas las verdades
han sido un largo pronunciamiento sin fecha,
de pronto no recuerdo ninguna. Se confunden
encaramadas bajo los auspicios de mi necedad
que tampoco se precia. A mí me gusta
el encantamiento de ciertas tardes, cuando
lo evidente no es real.-
CÚSPIDE
Olvidar. Hacia atrás sueño.
La rareza de un bosque en un póster
sobre la aguja del reloj. Te tuve
cuando no te tenía, corre brisa
tanto corre que ventéa. Un libro
y dos páginas leídas, qué cuerpo
tienes. Ya no te quiero, qué hermoso:
ya no te quiero. Me da perplejidad
tomarte de la mano, y tus rayas
qué largas, no te vas a morir nunca.
Paseo de invierno. Es verano
fue trescientos sesenta y cinco días antes
más o menos, me miraba en el espejo
para peinarme y no amanecía.
Proyectaba aunamientos con nadie
más sola que tú. Conoces
el estertor y el declive.
Yo de fatiga, cuánto te quise.-
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Alegoría del Tiempo
Somos moderadamente felices,
los dos vivíamos en una afinidad
absoluta: las palabras
no pueden expresar la experiencia.
Yo tampoco.-
Concha García
Imágenes: pinturas del artista italiano Eugene De Blaas (1843-1932)
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio
Qué hermosos versos! No conocía a esta poeta. Muchas gracias!!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario.Es importante saber que este tema de difundir las letras tiene receptores.
ResponderEliminarQuique de Lucio.
Yo misma acabo de verlo Lucio, gracias
ResponderEliminarConcha García
Gracias por tu aviso de lectura Concha García. Me honra que hayas leído el blog. Mis saludos !
EliminarQuique de Lucio.-