"La luz los separaban. No podían
acomodar sus ojos al dolor que la mañana
derramaba en su mundo, en el tierno desorden de sus cosas"
CAMINO DEL SILENCIO poesía de Eloy Sánchez Rosillo
Y ahora cállate. No dejes que a tus labios
se asomen nunca más las palabras que hoy
has dicho por vez última. Guarda la voz
para tu soledad. Que tu trabajo
sea el silencio, el gozo o el dolor de callar
lo que las horas te dieran, lo que aprendiste
en los días luminosos que se fueron.-
EL POEMA
A veces me tropiezo con tu sonido. Escucho
un eco que golpea las paredes del sueño
y oigo en mi pulso un ritmo de aventura y suicidio.
La noche se hace entonces laberinto. Mis pasos
penetran en el bosque, presienten el encuentro.
Me acerco a los lugares donde la muerte esconde
el vértigo y la luz de su relámpago.
Para todo soy ciego si este dolor me acecha:
la destrucción buscada es la vida más honda.
Ya no puedo escapar.Tu voz es cárcel;
la orden se hace canción, llanto quemado,
lucidez delirante, tiempo entero.
Me rodean las cosas; en la penumbra gimen
y esperan que las nombre, que mis manos
impriman un color a su destino,
esculpan una forma en su carne reciente.
Me olvido del silencio, de la larga sequía;
la soledad se puebla de jadeos y gritos;
giran los signos y la sombra acepta
mi fiebre sacudida, mi pasión levantada.
Me pierdo en el camino, regreso. Al fin descifro
la secreta escritura, el vértice sonoro.
Todo germina y callo. Tiembla la noche. Cae
una gota de lumbre sobre el papel en blanco.-
LA COSTUMBRE
Esta ciudad del sur donde tú cantas
se me acerca en la noche.
Apenas oigo
el rumor encendido de un labio que pronuncia
las letras del deseo,
la fórmula secreta de dos seres tendidos,
los anillos del fuego, los nudos del amor,
la ecuación desgarrada del minuto y la sombra.
La vida arrastra nombres, fechas, rostros,
caricias que llenaron de luz aquel verano,
risas sobre las sábanas lamidas por el sol.
Todo se va. Las cosas
tienen entre sus manos un designio de herida.
El silencio se agranda y cava su agujero;
la soledad apaga las lámparas colgadas
en los umbrales de la oscuridad.
No me mires ya más. Cierra los ojos,
arranca ese recuerdo caliente de tu pecho,
entierra las imágenes que juntos levantamos,
busca sin ilusión la llave que perdiste.
Y después siéntate, pacientemente:
el libro abierto huele a madrugada.-
PRELUDIO
Ya no sé cuándo, pero una vez dijiste
algo sobre la noche, algo acerca
de los poderes de la oscuridad.
Y tus palabras, tan extrañas a ti, tan diferentes
de tu esencial y conocida luz,
me hicieron recordar los largos años
que tardó este presente en madurar.
Hubo un tiempo anterior. Hubo una ausencia
de sol acariciando los lugares
que después me ofrecieron su verdad más profunda.
Y fue lento el azar. Y fueron lentos
los toscos argumentos del dolor,
las oblicuas miradas de la sombra.
Ahora escucho el sonido claro que en la mañana
se alza sobre los cuerpos, los paisajes
que antes fueron oscuros.
Frente a mis ojos brillan
realidades distintas, que hoy comprendo.
Pero cuando la tarde se acerque a los confusos
y trágicos colores de su fin,
tal vez oiga de nuevo la voz que había olvidado
y tenga que encontrar otras razones
para pensar que esto tampoco es cierto.-
Eloy Sánchez Rosillo
Imágenes: pinturas de la artista plástica Asta Norregaard (Noruega, 1853- 1933)
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