He aquí una pequeña selección, una breve antología, de algunos de los poemas más memorables.
"Amor se fue; mientras duró
de todo hizo placer.
Cuando se fue
nada dejó que no doliera"
Macedonio Fernández (Argentina, 1874-1952)
RELÁMPAGO EN REPOSO Octavio Paz (México, 1914-1998)
Tendida,
piedra hecha de mediodía,
ojos entrecerrados donde el blanco azulea,
entornada sonrisa.
Te incorporas a medias
y sacudes tu melena de león.
Luego te tiendes,
delgada estría de lava en la roca,
rayo dormido.
Mientras duermes te acaricio y te pulo
hacha esbelta,
flecha con que incendio la noche.
El mar combate allá lejos con espadas y plumas.-
LA PIEDAD DEL AMOR
W.B. Yeats (Irlanda, 1865-1939)
Una piedad indecible
se esconde en el corazón del amor;
quienes compran y venden,
las nubes en sus altos viajes,
los vientos fríos y húmedos
que soplan siempre
y el bosque fantasmal de los avellanos
donde corren aguas grises
amenazan esta cabeza que amo.-
ÚLTIMO POEMA Robert Desnos (Francia, 1900-1945)
Tanto soñé contigo.
Caminé tanto, hablé tanto.
Tanto amé tu sombra,
Que ya nada me queda de ti.
Sólo me queda ser la sombra entre las sombras
ser cien veces más sombra que la sombra
ser la sombra que retomará y retomará siempre
en tu vida llena de sol.-
SONETO LXVI Pablo Neruda (Chile, 1904-1973)
No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
no es verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.-
POR QUÉ VINISTE
Hilda Doolittle (EE.UU, 1886-1961)
¿Por qué viniste
a perturbar mi decadencia?
Soy vieja (era vieja hasta que llegaste);
la rosa más roja se abre
(qué ridículo,
en esta época, en este lugar,
imposible, impropio,
hasta ligeramente escandaloso),
la rosa más roja se abre;
(nadie puede detener,
ninguna amenaza inmanente del aire,
ni siquiera el clima,
que marchita nuestra fruta veraniega),
la rosa más roja se abre
(tienen que tomarlo en cuenta).-
SIN TÍTULO Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925)
Me contaron que estabas enamorado de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí este articulo contra el Gobierno
por el que estoy preso.-
Imágenes: pinturas del artista brasileño Juarez Machado (Santa Catarina, 1941)
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