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domingo, 29 de mayo de 2016

Fulgor

Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antolgía cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.300 escritores, respetando el derecho de autor.




Publcación N° 1.373-

                                                                                                      José Ortega Torres

Poeta, litógrafo y editor español, nacido en Granada en 1942. Egresado de la Universidad, donde cursó estudios de Filología Románica. En 1975 funda con el poeta José Lupiañez la colección Silene, que ha publicado, desde entonces, obras de muchos poetas locales. Ha escrito: "Cauce vivo" (1971), "Ceremonia salvaje" (1973), "Carmen de Aynadamar" (1974), "Ritos y cenizas" (1975), "El exilio y el reino" (1979), "Diamante-espacio íntimo" (1987), "Hierofanía" , Premio García Lorca (1979), "Centinela al aire" , Premio Ciudad de Salamanca (1999), "Amante desafío" (2001), "Fulgor de la materia" (2003), "Domus aurea", Premio Provincia de León (1994), etc.



                                                                                                 "Mil bocas cual cuchillos
                                                                                                  por tu boca besan el aire,
                                                                                                  nudo cristalino
                                                                                                  de la cintura triste de tu cuerpo" 








FULGOR DE LA MATERIA

La arquitectura del amor
exalta júbilo en asedio:
por la celosía del alba combate
se impacientaban los luceros.

Entre los rumores del bosque
la madrugada rinde espigas
ante el azar del desconcierto.

Mas no ceda el ánimo al frío
frente a la inmolación del tiempo,
no sea que las azucenas
se desvanezcan en el tiempo.

Amor exaltación y arquitectura
asedio de corceles surtidores
desvelando en los fulgores
las columnas del alba y su tersura

Espejo sin sosiego en que perdura
apogeo de espigas y atanores
donde la noche rinde su aventura

Amor si tu presencia es desafío
corporal y desnudo pensamiento
concédeme el clamor de las almenas
desvanece fugaz las azucenas.-



OCASO DEL SILENCIO

Grito el yunque sesgado por mi pecho
halcones y chacales bajo el sueño

Los barcos de mis sienes navegaban
mensajeros sus puertos y distancias

Colman bosques al mundo acecha ardiente
lobo de sombra tras oscuros peces

El universo late deseado
bajo la espiga de mi verso salvo

Sabia lengua de acero laceraba
la raiz de mi aliento ciega llama

Por cimas del canto sumergido
un vencejo de níquel yace herido

El fragor de la brisa y alcanzaba
el olvido al perfil de la fragancia

Regresan los delfines del recuerdo
sobrios de mares de tesoros ebrio

El corazón expira en la ceniza
carbúnculo y alondra relucía.-



DESOLACIÓN DE LABIOS

Las espumas entornan la sortija
del mar a mi cintura desolada.
La nave de tu pecho desvelada
caracoles solicitos cobija.

En tu arpegio nos cimbra la clavija
del bronce de las horas. Triste espada
taladra el pedernal de tu mirada.
Y el ciprés con su grito al llanto aguija.

¡Amor de los abismos!, fruto amargo,
sobre el dolor del tiempo navegante.
¡Amapola sin alas nunca asida!

Quien libera mi mastil del letargo
sin aventura. !Frío de diamante!
desolación de labios. Nieve herida.-


SIN TÍTULO

Aynadamar el recinto
del amor. Y tu presencia
claro fulgor: inminencia
alza el afán nunca extinto.
Conjunto de laberinto
entreteje la colina
(sabio secreto de mina
tanta riqueza procura).
Huésped tú de la hermosura
donde la ofrenda culmina.-


IV

Luce el ramo de lilas en la mesa
desolación ausente. Esquila rota
que en el cristal asume su derrota
prisionera del agua. Dulce presa.

El aroma te ronda fiel, no cesa
en presagiar tu muerte a cada gota
de tristeza mrada. Amor azota
la frágil rama del dolor no ilesa.

Oh racimo de vida cercenada
ahuyentando el embate del destino,
en la luz de la aurora fugitiva.

Morirás sin el viento, alucinada
por un lóbrego afán -oh amargo vino-
Efímera galaxia en flor cautiva.-


DEDICATORIA

Mi cómplice lector y grato amigo,
si apelo a tu serena inteligencia
es para agradecerte -por testigo-
la apasionada y clara convivencia
que a tu atención se atreve. No persigo
desmerecer tu lúcida presencia,
sino que estés alerta a la aventura
que culminando el cielo se apresura.-



                                                                                                        José Ortega Torres



Imágenes: Pinturas de la artista francesa  Catherine Alexandre.




quiquedelucio@gmail.com

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