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viernes, 22 de enero de 2016

Alegría


Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por elescritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundienda los hacedores, respetando el derecho de autor.


Publicación N° 1.252-


DOS MUJERES POETAS DE PORTUGAL


Fernanda de Castro: Poeta y narradora de Portugal, nacida en diciembre de 1900 y fallecida en diciembre de 1994. Escribió poesía, novela, teatro, y una introducción a la botánica. Tradujo  a Rainer María Rilke, Pirandello, Ionesco, Sófocles y Veléry Larbau, entre otros. Sus principales obras poéticas son: "Poesía I y II" (1969), "Urgente" (1989), "Jardim" (1928), "Asa no espaco" (1943), etc.

Inés Leitao:¨Poeta de Portugal, Nacida en Lisboa en julio de 1981. Se graduó en Estudios Anglo-Americanos, de la Facutad de Artes de la Universidad de Lisboa. Publicó su poesía en la revista "Casi" en 2001,y posteriormente en "Hacedoras de Cartas" (2003), colabora en distintos medios gráficos literarios de su país y el extranjero.


                                                                                              "Matamos las saudades.
                                                                                               No las eliminamos, no las borramos
                                                                                               no las tapamos, ni sabemos reducirlas
                                                                                               hasta su inexistencia"






ALEGRÍA

De pasadas tristezas desengaños,
amarguras recogidas en 30 años
de viejas ilusiones,
de pequeñas traiciones
que encontré en mi camino.
De cada injusto mal, de cada espino,
que en mi pecho dejó la mancha oscura

de una nueva amargura...
De cada crueldad,
que el luto desoló a mi mocedad
de cada injusta pena
que un día envenenó y aun envenena
mi alma que fue tranquila y fuerte
de cada muerte
que aun vive
entremezclándose en mi vida
ya perdonada
ya olvidada.
De cada cicatriz
yo pude hacer un día
no dolor, ni tristeza, ni nostalgia,
sino heroica alegría.

Alegría sin causa,
alegría animal,
que ningún mal puede vencer
loco placer de respirar.
La voluptuosidad de sentir
la tierra en flor bajo los pies descalzos.

Placer de abandonar los gestos falsos,
placer de regresar,
de respirar, honestamente
y sin capricho,
como las hierbas y como los bichos
Alegría voluptuosa de tomar frutos
y yo la rosa.

Alegría sutil
de abandonarme al sol como un reptil.
Alegría brutal y primitiva
de estar viva.

Feliz soy feliz,
pero bien agarrada a la raíz
Placer de sentir en esta mano,
la corteza del pan rubio y lozano.
Placer de sentirme ágil y fuerte
y de saber que solo es la muerte
la triste y sin remedio.
Placer de renegar, de destruir
el tedio

ese extraño cilicio
y de darme a la vida entera, como a
un vicio.

Alegría,
Alegría,
alegría de sentirme
cada día más cansada, mas triste y dolorida
pero cada vez mas aferrada a la vida.-


                                                                                   Fernanda de Castro

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EN EL DÍA EN QUE MURIÓ HATERLY

Dejamos de poder decir amor con los dedos
porque todo o que teníamos por tacto
se volvió polvo,
manta vieja,
lista de antiguas alacias
dichas por sucias bocas de viejo cebo
y los dedos dejaron de saber decir.

Dejamos de poder decir amor con los labios
porque amputados,
el rostro fue invadido por un líquido rojo
que alimenta el cuerpo y las abrasa.

Dejamos de poder decir amor con los ojos
porque lo único de nosotros que veía
dejó de ver y
lo que antes era cuerpo ahora es cuadro
lo que antes era luz ahora es hielo
lo que antes era color ahora es dolor.-



DE LA CASA DEL CUERPO

Debía tener el valor de contarte que hoy soy yo.
No eres tú, ni tu cuerpo
en una Lisboa hecha de invierno como nosotros
en aquellos días:hoy es mi cuerpo
lo que llevo aquí dentro
(ha pasado un año)

Intento tener fuerzas para llevar
lo que es mío, para un camino
nuevo que surgirá cuando abra los ojos
-sí, mis ojos se abrirán y nunca más recordaré
abrir los ojos dentro del agua,
el líquido y lo que ella protege

El cuerpo cambiando
meciéndose
creciendo por dentro hasta el día de la aniquilación;
es una señal de la cruz que sale por el gesto del pulgar
naciendo de la frente hasta la mandíbula,
cruzando la cara caliente en señal de perdón.-


DEL DOLOR

Son las saudades las que nos reducen a nosotros
solo nos queda matarlas. Matar. Tomar las armas y matar.
No sabemos aligerarlas, no existe pomada ni comprimido
que nos libre: lo ideal es matar
toda la saudade enseguida,
no permitir que respire,
ni permitir que ella nos toque:
ahogarla o darle con una pala en la cabeza
para que se caiga al suelo deshecha
y desaparezca ya de nuestros ojos.

La saudade empieza en nuestros ojos.-



                                                                                                    Inés Leitao 


Imágenes: Pinturas del español Francisco de Goya




quiquedelucio@gmail.com

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