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miércoles, 6 de abril de 2016

Nube


Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor. 

Publicación N° 1.322-



                                                                                                 Claudia Prado

Poeta de Argentina, nacida en Puerto Madryn en 1972. Estudió Letras en la Universidad y asstió al taller de poesía de Diana Bellessi. Escribió los poemarios: "El interior de la ballena" (2000, Tercer Premio del Fondo Nacional de las Artes), "Viajar de noche" (2008), "Aprendamos de los padres" (2002, con collages del artista plástico Víctor Florido). Sus poemas fueron publicados, además, en diarios, revistas y diversas antologías como: "Antología de poesía de la patagonia" (2006), "Poetas argentinas 1961-1980 " (2007), "Desorbitados: poetas novísimos del sur de la Argentina" (2009), "33 Poetas de Argentina" (Máxico, 2014), etc. Recibió una beca del Queens Council on the Arts en 2015.



                                                                                      "Afuera el sol caía puro y sin calor
                                                                                        sobre las piedras, el pasto, los zanjones.
                                                                                        Cuando el fuego comenzó a trepar por su
                                                                                        vestido, no recordó que estaba sola"






NUBE

Hace varios kilómetros voy
con la mirada en la ventanilla
la mochila sobre la falda
y sobre la mochila un libro
todavía cerrado.
Pasan patios desprolijos
un limonero con frutas
como otras veces
el almacén "La Simbólica"
y el cartel del "Pool Clau"
en una pared de ladrillo.
Por costumbre miro, sin embargo
mi pensamiento anda lejos.
Las manos quietas
incómodas, sostienen el libro
como si fuesen ajenas.
En el asiento de al lado
un hombre canta corazón de madera
tú has jugado conmigo.
Pasamos el puente, un camión
la estación de servicio.
Hasta que al fin
se hace lugar una idea:
hay una nube
naranja y gris sobre los árboles
una nube pesadísima que empieza
en la iglesia de los mormones
y sigue más allá de la autopista.
En esta combi ezeiza-liniers
eso es la belleza.
El hombre cambia de canción
y yo pienso en llamarte.
Ojala pudiera
contarte en un mensaje breve
lo que veo esta vez
que no viniste.
Pero dejo las manos en el libro.
No sé por qué
si de tantos viajes juntas
alcanzaría con decir: nube naranja
y gris hacia la izquierda
y una canción que dice...-


PIEDRITA

Busco piedras lisas
para vos en la orilla del lago,
las busco con la vista
y estiro la mano hasta alcanzarlas
a través de la distancia
engañosa del agua.
De a ratos parece
que voy a descubrir el secreto
de la erosión y el moldeado:
las que necesito son verdes o esas
rojas que fueron ladrillos
o estas blancas de arena porosa,
piedritas iguales
a las que había cerca de casa.
Aparecen solas,
simples en su cama de arena
o en un montón variado, al borde
trabado bajo una roca grande.
A veces una lleva a otra, el color
empeza a repetirse
y no puedo detenerme
si no las alzo a todas, hago
movimientos rápidos
porque los dedos no toleran
la temperatura del agua,
pero sólo cuando la giro al sol
puedo saber si ésta
que brilla en mi palma
es la que buscaba,
una piedra tan lisa, tan plana
que pueda volar
desde tu mano chiquita,
rebotar una, dos, cinco veces
y volver a perderse
en el fondo del lago.-


LA SEQUÍA

Dice que su hermana se enfurece
si escucha que a alguien
le gusta el campo.
¡Le gusta el campo!  ¡Que se joda!
Que se joda como ese año las vacas
mugiendo de hambre toda la noche
como la gallina degollada
antes de tiempo, como nosotras
como papá, Angel y yo
usando palos de palanca
para levantar los animales
que se joda como esos palos
como los brazos
doloridos, como la lengua seca
de las vacas y el pasto muerto
como las mulas llevando el agua
y esos años de trabajo perdidos.

Dice que entiende
el enojo de su hermana,
ella en cambio era muy chica,
su primer recuerdo
son los insectos zumbando
en la penumbra de la casa
y afuera la noche
interrumpida por la queja
de los animales.-


MANZANA

Al gato le gusta esa manzana mordida,
pero no sabe si comerla o pedirle unos mimos.
Ronronea y ofrece la cabeza y el lomo
esperando caricias de una fruta.
Si tu gato que es sabio confunde
dos gustos tan dispares, por qué yo
con esta cabeza menos clara
no voy a confundir lo dulce en el sexo
con lo dulce en el amor, y por que
no voy a sacar conclusiones
extrañas de esa equivocación.-


                         
                                                                                         Claudia Prado



 Imágenes: Pinturas de Henri Labasque  (Francia, 1865 - 1937)





quiquedelucio@gmail.com

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