Vistas de página en total

viernes, 17 de febrero de 2017

Alquimia

Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.800 escritores, respetando el derecho de autor.



Publicación N° 1.623-



                                                                                                            Ana Milena López

Poeta de Colombia, nacida en Palmira en 1954. Es ingeniera agrónoma, profesora universitaria y analista del sector agropecuario. Publica sus columnas en periódicos virtuales como Eje21, Proclamadelcauca, Palmiguia, etc. Forma parte del Encuentro de Poetas Colombianos "Museo Rayo" desde el año 2007. Es fundadora del Movimiento Poético Musas de la Casa del Virrey, en Cartago, Valle del Cauca y del Recital de Velas y Faroles en Quimaya, Quiondío. Publica sus poemas en la antología Universos del Museo Rayo y en la del Verso Roldanillense. Presentó su libro "Sinfonía para violín de dos cuerdas" en la Feria Internacional del libro de Bogotá 2016.



                                                                                  "Llevo en medio de mí,
                                                                                   mil hombres que me espían
                                                                                   esperando el momento de asomarse a mis ojos,
                                                                                   a mi lengua, a mis pies, también a mis oídos"












RAQUEL ALQUIMIA

No permitiré que mi pozo se agote. No.
Todos bebemos de su agua fresca en las mañanas.
Yo,
gozosa,
cada día lo recargo con lluvia de lágrimas.

Cuando la luz se oculta y el sueño
arrulla las almas
camino al pozo serenado,
desciendo el odre
y acarreo su agua hasta descansarla
en el fuego de mi corazón en brasas.

El vapor
ardiente
vuela.

Cosida a mi manto
puntada a puntada
una enorme luna
le espera.

Vaporoso y silente
tropieza, resbala y gotea
hasta sumergirse en la líquida tinaja.

¡Ya está pronta el agua!

De aquella salmuera resta la sal...

Y de aquella sal
oculata entre versos
surgirán estatuas.-



TOMATES ROJOS

Me gustan los tomates rojos y los afectos.
Quería cosecharlos
para verlos centellear al sol
y deleitarme en la emoción de su
línea curva.

Planté las semillas
y las acompañé con un soplo
para espantar sus miedos.

Me senté a su lado
y les canté
todos los arrullos que conocía
les susurré poemas
y posé mi mano sobre su surco
hasta verlos desplegar sus alas
buscando la luz.

Entonces
la lluvia ahuecó las velas de mi esperanza
y viajé entre ráfagas de viento
a encontrar el tiempo cierto.

Hoy
me reconozco sembradora de nada
desatinada
cuando veo racimos de tomates rojos
llenando de complicidad y afecto
el huerto del vecino.

Porque en el mío...
en el mío no crecieron
ni siquiera uno quiso hacerlo.

Nunca hubo entre nosotros
cosecha de tomates rojos.-



EN EL CENTRO DE LA VÍA LÁCTEA

Salimos a galaxiar
buscando casa para alquilar.
Mi mamá llevaba el perro
y mi papá mis hermanitos.
Yo iba adelante,
ariendo la búsqueda como un capitán.

Llevamos merienda
pues nos advirtieron que la caminata
tomaría ese año-luz y tal vez muchos más.
Entramos al cuarto-de-aguas antes de salir de viaje.
Y llevamos sombreros de ala ancha
para sombrearnos de todos los soles.

Papá y mamá se miraban cada vez que gravitaban
hacia una nube de estrellas...
No encontramos huecos negros ni lluvia de meteoritos.
¡Qué pena!

Visitamos veintisiete galaxias.
La enana de Can Mayor era la más cercana.
Entonces
recorrimos todas las catorce Enanas.

La Gran Nube de Magallanes y la Pequeña también,
aunque a mi madre no le gustó para nada .

La de Andrómeda, la del Triángulo, las tres de Leo y las Sextantes.
No visitamos la GR8 pues nos llevaría en Años-Luz
cinco millones !

A mamá le gustó la que decía Vía Láctea.
En el centro tenía un parque al que no le podíamos
ver las orillas.
Ni siquiera
saltando
¡bien alto!

Y estaba lleno de árboles, de flores, de ardillas,
de iguanas que comían zapallo
y de micro titíes
a los que tanto les gustamos.

Allí nos trasteamos.

Ahora nuestro barrio se llama Sistema Solar
y mi casa está en la Tierra,
cerca del mar,-






                                                                                                      Ana Milena López



Imágenes: Pinturas de la artista Michele Armas.









quiquedelucio@gmail.com




No hay comentarios:

Publicar un comentario