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lunes, 5 de diciembre de 2016

Fundido en negro

Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.500 escritores, respetando el derecho de autor.





Publicación N° 1.553-


                                                                                                              María Castrejón

Poeta y narradora española, nacida en Madrid en 1974. En 2008 publicó su primer libro, un guía de narrativa femenina española llamada "Que me estoy muriendo de agua con Egales" y en el 2011 el poemario "Volveré mucho más tarde de las doce", otras de sus publicaciones son: "Niñas" ( Huerga y Fierro Editores, 2014), "Cuervos vienen, carne huelen", autoedición de 210 ejemplares numerados y firmados, una de las obras que formaban parte de ese proyecto fue galardonado con el Primer Premio en el II Premio de Poesía Experimental Francisco Pino. Está en prensa "Cuando todos existíamos" de Huerga y Fierro Editores.



                                                                                                    "soy la niña con la boca
                                                                                                     llena de sal, la que creció
                                                                                                     cuando el hombro
                                                                                                     dejó de ser blanco" 









HADES

fundido en negro
fundido en negro
fundido en negro

detrás de una línea blanca
unos pies que no pueden traspasarla.

Tú no existe
son residuos de letras manuscritas
que leías cuando salías del colegio,
y aun así me con-bocas.

¿Quién te dijo que tengo hambre
que tengo frío?

En el frigorífico los alimentos se abrazan
a sus salsas mientras tú hablas.
Tus zapatos apuntan a mi entrepierna y me asustan.

Cuando te marches, me devolverás el derecho
a llorar en la cocina.
No comeré hasta que vuelvas,
aunque eso sólo  lo pensaré un par de días,
soy Hades, se supone que debo enfadarme,
sin embargo,
solo espero el momento de meterme en la cama
con un buen libro de poemas de amor
y cuando el sueño me pueda
lamer el hilo de mi almohada como si fueran tus labios
o unos labios que nunca beso.

No te espero porque sé que siempre vuelves
cargada de regalos libres de impuestos
tax free

Allá donde estés,
te quiere, Hades.

Una manta de hilo tapa el cuerpo de Hades
que se revuelve.
Cae un libro al suelo.-



COSAS QUE HIZO ANTES DE MORIR

Olió un eding
Anduvo descalza
Explotó burbujas del papel de embalar
Intentó cerrar la puerta que nunca encaja
Observó cómo un anciano esperaba el autobús
Se tiñó el pelo de blanco
Descolgó un abrigo
Miró niños
Se lamió el labio superior
Se sentó en un coche
Fingió que hacía un bizcocho
Se lavó las manos
Robó un libro de Arte
Dijo una frase en otro idioma
Se tocó un dedo
Aliñó una ensalada
Llenó medio vaso de agua
Recordó botones y cremalleras
Sintió pena por Muebles Rodríguez
Respiró

Deseó morirse.-



FLORES

Cada mañana subiendo
la cuesta que me llevaba
a la entrada verde
del hospital psiquiátrico
tomaba una flor rosa
de ciudad porque sabía
que cada mañana
estarías allí amándome
con las gafas puestas
mirarías mi flor y
me verías hermosa
entre los anónimos
muebles del ikea que
nos hacían menos locos
La terapia era abrazarnos
porque estaba sola
y enferma y deseaba
tanto que la flor cayera
al suelo del pasillo o
a la arena del patio
que se magullara
mi espalda mientras yo
me agarraba a tu ancha
espalda con mis antebrazos
acuchillados sentir el frío
suelo por el que caminan
los internos en calzoncillos
y gritan nombres o insisten
en ir a Carrefour a pasar
la tarde Yo que quería
que nos abrazáramos en uno
de los bancos paralelos
no repararía esta vez
en la elección del espacio
sentir las astillas en mis nalgas
calientes del verano que
se acercaba para que tú
te fueses El deseo de la enferma
de la flor que se marchitaba
cada día era la felicidad
más grande que se puede
consentir en un lugar en el
que hay que llamar al timbre
Ya no estamos allí y no asesino
cada día una flor urbana
de color rosa pero aún conservo
la rosa negra que me regalaste
y todavía deseo que me beses
en la arena hasta hacerme
sangre como solo puede hacerlo
quien ama y teme a la muerte
quien arranca una flor hermosa
al lado de la carretera sabiendo
que la tirará a la basura mustia
cuando regrese a casa.-



NIÑA N° 3

soy la niña vestida de marinero
la que
rosa se agacha
humillada entre dos coches
soy la niña con la boca
manchada de gasolina
abrí la jaula que tenía
guardada en el armario
y solté el blanco
el nido de abejas
caí de rodillas en el asfalto
que pasa a los pies
de mi cama

¿soy la niña?.-



NIÑA N° 17

Soy la niña sentada en la esquina
de un planeta, abandonada a la gravedad
del silencio mirando en la misma dirección
que los paneles solares y las tumbas
en las carreteras comarcales.-




                                                                                                     
                                                                                                         María Castrejón





Imágenes: Pinturas de Amedeo Modigliani   (Italia, 1884 - Francia, 1920)





quiquedelucio@gmail.com

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