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jueves, 21 de julio de 2016

Cielo de enamorados

Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta es una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos cmo un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.400 escritores, respetando el derecho de autor.




Publicación N° 1.422-
                                                                                               
                                                                                                     Alejandra Marquerie Martín

Poetisa de España, nacida en Madrid en 1998. Cursa segundo año de bachillerato de Humanidades. Ha publicado en la 10 avenida y en New Spleen y recitado en los encuentros de Los perros románticos y ha aparecido en artículos de Playground. También estudia teatro y fue nominada a mejor actriz en el Certamen de Teatro de la Comunidad de Madrid, con la escuela de Nuria Soler. Ha realizado prácticas  en el Museo Nacional Reina Sofía.



                                                                                 "No recuerdas cuando nos caímos en la hierba
                                                                                   y mirando el sol
                                                                                   no pudimos vernos después:
                                                                                   hay colores que tapan tu cara" 









EPITAFIO

                                                          Buscándote en el laberinto, y allí gritando cerca del monstruo,
                                                                                                                                      tu nombre.

                                                                                                                       Leopoldo María Panero


el cielo de los enamorados no
me abrirá sus puertas porque
aún
no he gritado el nombre frente
al monstruo
Ni he imaginado los ojos ante el temblar
de la tierra.
Porque ante el caos y las bestias:
El gesto más cotidiano y
vuelta a empezar,
hasta que amanse a la fiera el
destello de la postura de sumisión que adopto
cuando estalla.

El cielo de los enamorados no podrá acogerme
en su tela pegajosa porque
aún
no soy el fuero fuego que alumbra
cuando lee
Ni soy nunca esa mano que no conoció otra
ni soy aquel destello cuando confundo
la sumisión al temblor de la bestia con
el brillo como campo de fuerza en mi cráneo.
Aún
no entiendo cómo llamar amor no
entiendo cómo asumir el desastre no
entiendo cómo el fin del mundo puede parecer
agradable
en tu existencia.
Aún no puedo decir que espero que en
mi piel escribas
todos los sonidos que no recordaré cuando
esté tirada en el suelo de un cuarto vacío
con todo lo que altera la realidad para
hacerte más liviana
colapsando mis arterias:
(Se muestra más cruel, sin embargo,
con la cara degollada y la cabeza arrancada
de un cuerpo hueco donde resuenan
los crujidos de cuando te ríes,
que da vueltas sobre si mismo,
sin espetar nada).
No puedo decir, entonces
que espero que mi piel sea cubierta con
todas tus memorias porque
ya sabes
La belleza siempre es el comienzo de lo terrible
y a veces pareces que reseñas
con más y más contundencia
el destino de mi propia destrucción: No sé si me explico.-


***

El cielo de los malditos puede esperar
porque voy a estar labrando todos los epitafios que necesito
para mis múltiples muertes.
Entonces no veo la diferencia: malo o maldito. Maldito:
no me hago responsable, no cruzo el umbral entre
la tierra y el árbol.
Hago malabarismos en un escenario manejado por
un dios ruinoso y endeudado. Pero
mi papel es otro, no puedo ser títere de
trapo que cubra
con sus payasadas
la deuda de los dioses,
mi papel es otro.
No dejo que corten los hilos que
sostienen en tensión el yunque:
aún no ha llegado el sitio establecido para su caída.

El cielo de los inocentes aguarda
mi llegada: la ataraxia a la que me someto cuidadosamente
no es más que el principio de la reseña, mi próxima destrucción,
el reflejo que me avisa:
Y el viento te lo advirtió transportando
hojas podridas hasta los pies de tu cama.
La prolepsis que me encierra:
el abitáculo en el que desarrollo todas
mis acciones de rebeldía ante los círculos viciosos
va estrechando sus paredes con
cada vez más contundencia.
Entonces
quién me oirá cuando la prolepsis deje de serlo
quién oirá mis lamentos enquistados en un pulmón
quién leerá elasombro de mi epitafio:
tengo una lápida desflorada en cada cementerio.-


***

De manera que estamos girando
bajo colores
y mis ojos
están sellados con colores
y no veo la cara
porque esty mareada,
estoy fuera;
animal grotesco
lleno de colores.-


***

De modo que la vida es eso:
balancearnos enjaulados por una
luna ciega y sorda que decide,
animal,
cuando te quedas fuera.

Bailamos y esperamos, es grotesco:
nos sangra la boca.-


TENGO EL TOC SIN EL TOC

De tu muerte nace mi sangre.

Cuida de mi piel cuando ya no esté para
       hacerlo,
cuida mi piel cuando yo esté
conectada a unas máquinas:
respiración electromagnética.
Cuida de tus libros en mi
ausencia:
no se los dejes a nadie,
o bien regálalos todos.
Toca la espuma de mi cadáver cuando
esté a punto de chocolate,
y cuando eclosione,
monta una fiesta a la que acudan
todos los gatos de la zona:
      esa es mi familia
      esa es mi culpa
      esa es mi muerte.-




                                                                                       Alejandra Marquerie Martín





Imágenes: Pinturas de la artista Grace Bomer (Estados Unidos, contemporánea)




quiquedelucio@gmail.com

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