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lunes, 23 de marzo de 2015

Canto a solas


Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.





                                                                 Lorena María Durán Riveroll

Poeta y narradora mexicana , nacida en Baja California en 1974. Realizó estudios de Lengua y Literatura. Actualmente estudia el Doctorado en Ciencias Marinas. En 2010 publicó su primer libro "Cuerpo presente", en el que conjuga poesía, cuento y prosa. Obtuvo el Premio Universitario de Poesía UABCS en 2006, Premio de Poesía Juegos Floales de la Paz (2009), Premio de Cuentos "Bahía de Letras" (2011), al mejor cuento infantil, Premio Estatal de Poesía Ciudad de La Paz (2012), etc. Es colaboradora habitual de revistas y suplementos literarios de su país.


                                                          "En el lecho de las despedidas crónicas
                                                          ya nada me complace,
                                                          ni me excita, ni me asusta:
                                                          tengo la emoción adormecida"






CANTO A SOLAS

Me lleno los ojos de papel
y cuando canto creo que soy feliz.

Como la segadora, viuda anónima
y yo huérfana de ambas a toda luz, ceniza
sin ti, la cegadora
que arranca de raíz
toda espera, toda esperanza.

Oírme cantar a solas
alegra y entristece
a los fantasmas.-


MIGAJAS EN EL CAMINO

No dejé migajas en el camino, no puedo volver,
de manera que el único templo de tus ojos
será el olvido.

Por la madrugada
todavía sangro con esquirlas de sueño
cuando llegas hasta mí,
hasta mi musgo y me penetras con el mundo
y te vas.

Ya amanece: el hoy enorme me tortura
se me vacía por el esófago
y me digiere desde adentro, lento.-


ANDRÓMEDA

Estoy atada, desnuda entre las rocas
esperando a qien ha de liberarme:
cabeza arrancada de serpientes
que convierte en piedra
a quien entra en sus pupilas;
todo, al fin, y para nada
porque -y esto nadie lo sabe-
son mis cadenas autoimpuestas
finas como mis cabellos
como ellos, ferozmente largas.

No hay quien me proteja
no hay cabeza de Medusa que me salve;
sigo desnuda en las rocas a la orilla
de un mar que embravecido
sólo te grita
pero tú
tú nunca llegas.-


RECUENTO DE LOS DAÑOS

I

Lo que fuimos: todo, cosmos, poros erectos.
El deseo que fuimos: llama, brasa,
cuerpo encendido.
Lenguas que examinaban,
tránsito, dedos al borde.
Lo que fuimos que no tiene nombres,
que nadie conoce,
que sombra, que noche.
Lo que somos: ceniza, risa burlona,
carnaval de ironías:
Somos la vida.

II

Inventamos un jueves.
La noche se cimbra entre mi deseo y tu cuerpo,
la noche me grita tu deseo y mi cuerpo
es viernes y la noche nos grita que estamos solos
y nos tenemos y estamos
acompañados del otro:
he aquí que estamos solos.

Imagina que llego a tu casa, que salto por el balcón,
que me desnudo en tu cama.
Pongamos que no escribo,
que descansa la memoria,
que olvido.

III

No existen palabras que sangren lo suficiente.
Por más sílabas, por más acentos,
consonantes,
por más que encierren catedrales
dioses que se ríen,
aventura ilimitada por adioses largos
y bienvenidas cortas.

No existen adjetivos que me pronuncien,
promesas que puedan cumplirse,
pagarés con  cuerpo.
No hay cama que me sostenga, que me confunda,
que me diga haz el amor y después regresa.
No hay velas que se mantengan encendidas,
y heme aquí llena de domingos irremediables.
de mi piel como sombra,
mi piel que ya no habla, sólo poros, sólo sangre
de venas irredentas,
sólo gritos sorprendidos en la boca.

IV

Recuerda. Te exijo que recuerdes.
Que no sea yo la única suicida.
Que en tus labios brote la sangre
de la piel entumecida,
en tus ojos los mares
testigos de la barca hacia los brazos.
Que tus manos se agrieten queriéndote a solas,
en las noches ebrias,
en las noches de ausencia.
Te exijo que recuerdes y que te duelas
en duelo compartido sobre sábanas
manchadas de castigo por miedo, por olvido.-



                                                                   Lorena María Durán Riveroll





Imágenes: Pinturas de la artista de Estados Unidos, Colette Calascione.





quiquedelucio@gmail.com

1 comentario:

  1. Hola, ¡muchas gracias por la publicación! ¿Cómo puedo contactarte?
    Lorena

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