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domingo, 22 de marzo de 2015

Otoño

Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.




                                                                             Gillermo Neo

Poeta y narrador argentino, nacido en Buenos Aires en 1971. Ha publicado, entre otros, "El color de la mesa" (1998), "Sucesos orilleros" (2000), "Poemas de superficie" (2007), etc. Participa habitualmente en lectura de poemas en su ciudad y en distintos lugares del interior del país.


                                                             "Los girasoles crecen frente a la casa.
                                                              Ahora, mi casa ni es una casa cualquiera
                                                              Ahora, mi casa
                                                              es la casa del girasol"






HOJAS EN EL SUELO

Lloro en sueños
las sábanas amanecen secas.

Mi fisonomía
desmembrada
desalmada
embadurnada
envenenada
embrujada
desenfundada
desguasada

Congrega el dolor
de mis mujeres.
Aquí,
justo bajo la garganta
donde termina la nuez.

Río pureza en la vigilia
de un tierno corazón.

Me cocino en la sangre
de la ingratitud.

Lloro seco por la noche
Amarilleando.


I

Las hojas caen sobre el piso.
Una y otra vez
continuamente.
No dejan de caer
sobrevuelan
arrastradas por la velocidad de los autos.

El cielo mira impávido los hechos
como si desconociera
el viento
como si nada tuviese que ver con
la fotosíntesis.

Han tapizado el monte de un
amarillo marrón claro verdoso
la hojarasca abonará las entrañas de la arcilla
o será barrida por los barrenderos
de traje naranja.

Seguro que de aquí a unos meses
no quedará rastro alguno
de abril,
habremos olvidado estos árboles rojizos,
por enésima vez perderemos la confianza en el teclado
y desayunaremos con un buzo verde
y la hoenalla prendida.


II

Los pastos amarillean.
Las hojas amarillean.
Las palmas de mis manos
tienen el tamaño de las hojas del piso.
Ensoladas y en soledad.
Desparraman belleza.
Los cipreses se están amarronando.
La enfermedad viene de afuera hacia adentro.
El otoño hoy lunes
se hace invierno.-



EL CIELO ES UN PAISAJE

El único paisaje que nos permite
la ciudad.
Si la pampa es un cielo al revés,
el cielo es un paisaje
que al mirarlo da hambre.

Tal vez, en este preciso instante
en los valles calchaquíes
el cielo esté tan monótono y diáfano...
que no valga la pena mirar el cielo.

En cambio, este cielo céntrico
no tiene nada que envidiar
a ningún cielo del mundo
solo es aire, luz y nubes a diferentes alturas.

Un avión se clava en un nubarrón,
al principio parece transparente
pero luego de un instante se disuelve
Una vez más, una nube se come un avión.-


AIRE

Después de una semana de fina garúa
hoy salió el sol.

Las madres, lavan
Cuelgan
Lavan, cuelgan

El cansancio de las madres
Extenuadas
Exhaustas

La ropa flamea
una camisa blanca
un buzo rojo
un pantalón azul
una polera verde
una remera amarilla
la blusa
escurren mugre
partículas de luz drenan la tela

Las doñas aprovechan el sol frío del mediodía
tensan sogas entre árbol y árbl
Cuelgan allí su ropa mojada
su trabajo tempranero

El viento zarandea
la ropa tendida
Banderas de pobreza
ondulan elegantes
al costado de la Panamericana.-




                                                                                       Guillermo Neo





Imágenes: Fotografía digital de artistas de Córdoba, Argentina.-



quiquedelucio@gmail.com

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