"Yo no tengo ambiciones, pero tengo
un proyecto ambicioso como nunca lo tuve:
aprender a vivir sin ambición,
en paz al fin conmigo y con el mundo"
LAS MUJERES Y LAS ARMAS Poesía de Vicente Gallego
Bailabas junto a mí canciones viejas, antiguos éxitos de algún verano
que escucho por azar. Para el recuerdo
ningún guardián tan fiel como la música.
Yo era un niño asombrado por tu cuerpo,
pero llegó septiembre a separarnos.
Me abordaste de nuevo en la ciudad
más alta y maquillada, en sus rincones
perdimos la inocencia como un guante
lanzado con descaro a los demás.
Con el paso del tiempo representas
los cines de reestreno y la pasión.
No pudimos cumplir los veinte juntos.
Y ahora regresas otra vez, hermosa,
desconocida y joven como siempre,
tentando todavía al desaliento.
Regresas otra vez para que entienda
que te he perdido ya, que siga solo.-
SEPTIEMBRE, 22
Me dices que es absurdo el universo,
que la vida carece de sentido.
Pero no es un sentido lo que busco,
cualquier explicación o una promesa,
sino el estar aquí y a la deriva:
una simple botella que en la playa
aguarda la marea.
Sí, la palabra justa es abandono:
una dulce renuncia que me nombra
señor y dueño al fin de mi camino.
Queden hoy para otros
los afanes del mundo, y que mi mundo sea
la magia de esta casa
tomada en su quietud por la penumbra,
saber que nadie llegará
a interrumpir mi tarde,
que no habrá sobresaltos,
ni voces, ni horas fijas,
porque ahora es tan sólo transcurrir
mi gran tarea.-
Vicente Gallego: (Valencia, 1963). Poeta y narrador español. Dejó los estudios de Letras para emprender trabajos como portero, jardinero, podador de pinos, repartidor, pesador de residuos tóxicos, etc. Sus múltiples trabajos han sido más que formas de subsistencia, aventuras muy intensas que le han brindado la posibilidad de vivir la soledad del campo, para intensificar su vocación poética y estudiar exaustivamente a autores como Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda y Blas de Otero, entre otros. Obtuvo el Premio Rey Juan Carlos I, 1887 por "La Luz de otra manera", el Premio Fundación Loewe en 1990 por "Los ojos del extraño" y en 2003 por "El Sueño verdadero", el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 1995 por "La Plata de los días". Sus últimos poemas de "Santra deriva" y "Si temieras morir" han sido traducidos al francés, italiano, portugués y húngaro.
NUESTRAS EXTRAÑAS EXIGENCIAS
Para que tú me ames, para que yo conserve
tu amor más alto y puro, sólo debo
-me decís-
cumplir un mandamiento:
no mentirte jamás, no mentirte siquiera
cuando más necesites que lo haga,
porque tú -me aseguras-
lograrás perdonar cualquier ofensa,
cualquier traición si lo confieso.
Y así, con un engaño, mintiéndote y mintiéndome,
demandas mi franqueza más suicida.
Por tu parte, para que yo te ame, para que tu conserves
mi amor más alto y puro,
sólo debes cumplir un mandamiento:
no dejar de mentirme, porque no lograría
amarte en tu verdad.
Lo que yo amo es tu forma de engañarme.
Por lo que aún respecta, complaceré tu gusto:
te mentiré jurando que no miento,
y si logro tenerte para siempre engañada,
habrás de agradecerme un amor tan sincero
que no sienta el impulso
de decir su verdad,
porque es la verdad la traición más cobarde
y nadie necesita
su confidencia cruel
por más que la suplique.-
Vicente Gallego
Imágenes: pinturas del artista plástico contemporáneo argentino, Martín La Spada (La Pampa,1973)
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