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jueves, 10 de enero de 2019

Si no es amor

Octavo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 4.000 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación N°2.254-



                                                                                                                   Antonio González Montes

Poeta y narrador  de España, nacido en Montejaque (Málaga), en marzo de 1980. Licenciado en Economía y Máster en Comunicación y Cultura por la Universidad de Málaga. Reside en San Pedro de Alcántara. Ha sido finalista del Premio de Relatos del Centro Cultural Blas de Otero de San Sebastián de los Reyes (Madrid), del Certamen de Poesía de la Universidad de Málaga y del Premio "Málaga Crea" de Literatura. Es articulista y asesor lingüístico de la revista "Mibiblioteca", editada por la Fundación Alonso Quijano. Sus textos han aparecido, también, en varias antologías de España y del extranjero.


                                                                                     "calla, abril noche en que te miro,
                                                                                      deja de contar segundos-amantes-
                                                                                      puñaladas cortando sangre y su lento
                                                                                      fluir desvanecerse: dame la vida, crea en mí"













SI NO ES AMOR, SE LE PARECE

Cualquier boca es buena para el beso.
La tarde cabe en un nombre musitado.

Ni siquiera la música se deshace.
Déjame seguir así, buscándote.

Pero antes un recuerdo: a chica vestida
de negro, sola en mitad de la nada.

La voz siempre llega a través de la
ventana primera. Las risas se
disfrazan para ser toleradas.

La llama busca tu cuerpo igual que yo.
La camiseta arde en complot con mis vecinas.

El recuento acaba demostrando esas palabras
que jamás admitiré haber pronunciado:
Te quiero.-



UNA NOCHE CUALQUIERA

He salido de copas con Ana Ajmátova
y Marina Tsvetáieva y de repente llegas
con un libro de Wislawa Zsymborska
pidiendo una ginebra en vaso azul,
dos chicas se miran con ganas de devorarse,
yo también tengo los ojos ocupados
pero me tengo que conformar
con un baile en brazos de una profesora
que, no sé por qué,
me inspira una infinita ternura.

La noche se va entre poesía,
música y alcohol, las chicas terminarán
juntas, la profesora se irá
con su cara de tristeza,
Ana y Marina sonreirán,
como si pensaran
Ya lo decía yo,
y yo...yo me conformo con buscar,
el día siguiente,
un libro de Wislawa
por todos los rincones.-



JUEGO DE CARTAS

Recibo poemas por e-mail. Los imprimo.
Los leo. Los quemo.
El aire acondicionado me empuja
por la ventana. Mis dientes arañan
la acera. Pasa alguien. Me mira
distraído mientras agonizo. No
he leído a Faulkner.
El teléfono me regala un par
de tardes de libertad. Los números
no son más que un breve acaso retrato.
Déjame. Volveré tarde, lo sabes.
La nevera quizá, el microondas.
La bolsa de basura. La tabla
de planchar. Cualquier sitio es
bueno para esconderse de ti.
No quiero escribir más. Cada tecla
un mordisco para mis dedos. Duele
el tiempo, duele la sangre nunca
derramada.
Duele.-



EL POETA

Habíamos pensado, por ejemplo,
en un poeta nadando
en el barro de sus propias palabras,
-¿quieres ser el poeta o su recuerdo?-
claro disfraz esta  sola noche
en que las monedas son los besos,
el sótano es refugio de semen
y abrazos forzados (los gritos
nos llegan de perfil, encadenados)
escaleras remarcando su presencia
con una música imposible, el telón
que se abre entre la casi nunca espera
o su cansancio:
debería ser tal vez abril noche
o su reflejo, debería buscar otra mano
para no sentirse solo, quizá buscar
la excusa para un rincón deshabitado,
para la nuca abierta (el corazón quedó
en casa, entre libros y un polvo
enquistado en la garganta)
el espejo no sirve para mirar
la única soledad
siempre viene de tu nombre.-






                                                                                                                     Antonio González Montes



Imágenes: Pinturas de G. Kilburne.








quiquedelucio@gmail.com

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