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domingo, 7 de junio de 2015

Tu nombre

Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.

                     

                                                                             Alejandra María Lerma

Poeta colombiana, nacida en Cali. Estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Del Valle. Sus poemas han sido publicados en la Antología Individual  El Lenguaje de mi Alma (2008), y en obras colectivas como La Revista Fundación Plenilunio y la Antología Poética "Amores Urbanos" (2011). Actualmente se encuentra realizando una producción visual que busca explorar e investigar al interior de la mujer, la cual hace parte de su trabajo de grado. Está vinculada a la Oficina de Comunicaciones de Género de la Alcaldía como practicante.


                                                                                  "A veces camino por la calle
                                                                                   y voy recogiendo palabras que la gente tira
                                                                                   palabras que iban de fiesta
                                                                                   y se les perdió el vestido"





TU NOMBRE

Tejí tu nombre
Tomé cada letra lentamente
colocándola al lado de la otra
con todo el cuidado
que el amor reprocha
Tejí tu nombre y no llovía,
necesité lágrimas
para darle de beber
a la curva de la U
Y seguí enhebrando
con música en los dedos
y agujas blancas que arrojó la mañana

Pero en la hora oscura
se terminó la madeja,
sólo quedaron
las vocales rotas en el suelo
Y un eco infinito que aun retumba
en los espejos de mi memoria.-


DESPUÉS

Después de llorarlo todo
de la tierra en el rostro
de abandonar el café y el insomnio
de olvidar los epitafios,
los subterfugios en cápsulas
Después de nombrarte sin rabia
ni anhelo ni maravilla,

de nombrarte con nada, con las letras huecas
de tu nombre
Después del tacto sin reptiles
del abandono en mis brazos
de la desnudez blanca de tus manos
Después de renunciar a tu cuerpo
y claro al mío
Después...queda esta calma gris:
la aceptación de la próxima muerte.-


ROSTRO DE AGUA

Me gusta mi rostro después del llanto
No miente
Son mis ojos, mi boca, mis mejillas
Todo, bajo la desnudez del agua
La lluvia se lleva las máscaras con lo que cubro,
las rompe, se
las traga como el mar
Mi cara es una ciudad luego de una tempestad profunda,
sin sobrevivientes, ni sangre
Nunca es tan sincero mi rostro como después del llanto
Cuando me río, oculto
Cuando me callo, oculto
Cuando grito, oculto
Tiene que venir el diluvio, los truenos, las olas furiosas,
los reptiles siniestros que duermen bajo la arena...
Tiene que pasar el mundo, el cielo y el suelo
entre mis pestañas...
Para quedar ilesa.-


TENGO UNA CICATRIZ

Me la han hecho con un hacha sobre la espalda y el recuerdo
Miento, es cicatriz de bala, encontrada por mi cuerpo
¿Alguien la habrá perdido?
No sé a quién regresarla
Pero no es de bala mi cicatriz, es de vidrio
Un ebrio me ha cortado las entrañas
Parece de colmillos mi marca
Como si un lobo furioso hubiera mordido un pensamiento
Sigo mintiendo, la cicatriz es de boca,
de amante desesperado y fugitivo
Pero no, esta señal es de ausencia
la huella de no ser tocada
Tengo una marca de vientre oscuro
De llanto, de ternura, de placenta dormida...
Todo es una mentira
No tengo cicatrices,
sigo siendo herida abierta.-


HANNA

No sé quén la sostuvo, no estuve para alzarla.
No sé quén calmó su llanto ni su sangre
mis manos dormían lejos.

No sé qué ráfaga pasó por su memoria
mientras entraba el puñal.
No sé a cuál oración se aferró
Mi cuerpo estaba ileso y abrigado.

No sé cuántas cicatrices se cerraron
sobre su alma y dejaron
adentro los atisbos del amor.
Sólo puedo oír su silencio
hondo
como un mar antiguo
un oleaje de sal  de gritos.

No sé cuál fue la luz que le cubrió la cara
cuando la encontraron.
No sé cómo se veían sus pies después de un siglo de oscuridad
No sé cuál fue su primera palabra después de la vergüenza.

No sé cómo pedirle perdón por la hermosa vida que he tenido
lejos de ella y de su espanto.
No sé cómo hilas las palabras para que sepa que comprendo
todo
aunque no haya vivido nada.

No sé cómo invitarla a mi casa
no conozco su nombre
ni el color de su país

sólo quiero acunarla y cubrir con mi boca cada herida latente
que sepa que soy su madre, su hermana, su amante, su hija,
su amiga

que sepa que de este lado no hay bando enemigo
que nadie va a saquearla
que nadie pasará por encima de su belleza
que nadie quemará su cuerpo ni sus ojos

que sepa que puedo envolver todo el amor que me contiene y
entregárselo tibio para su pecho hueco.

No sé cómo decirle que no está sola.-


                                                                                  Alejandra María Lema






Imágenes: Pinturas de la artista francesa Liza Hirst   (Contemporánea)



quiquedelucio@gmail.com

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