Olga Orozco
Poeta argentina nacida en Toay, La Pampa en 1920 y fallecida en 1999. Una de las voces poéticas más importantes de hispanoamérica. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y recibió, entre otros, el , "Gran Premio de Honor de la SADE", "Premio Nacional de Poesía" en 1988, "Premio de Honor de la Fundación Argentina" (1971), "Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes", "Láurea de Poesía de la Universidad de Turín", "Premio Internacional Gabriela Mistral" otorgado por la OEA, Premio de Literatura Latinoamericana Juan Rulfo" en 1998, etc. De su extensa obra se destaca: "Las muertes" (1951), "Los juegos peligrosos" (1962), "Cantos a Berenice" (1977), "Con esta boca, en este mundo" (1994), etc.
"Esa es tu pena.
Tienes una forma de cristal de nieve
que no podría existir si no existieras"
AQUÍ ESTÁN TUS RECUERDOS poesía de Olga Orozco
Aquí están tus recuerdos:
este leve polvillo de violetas
cayendo inultimente sobre las olvidadas fechas;
tu nombre,
el persistente nombre que abandonó tu mano entre las piedras;
el árbol familiar, su rumor siempre verde contra el vidrio;
mi infancia, tan cercana,
el mismo jardín donde la hierba canta todavía
y donde tantas veces tu cabeza reposaba de pronto junto a mí,
entre los matorrales de la sombra.
Todo siempre es igual.
Cuando otra vez llamamos como ahora en el lejano muro:
todo siempre es igual.
Aquí están tus dominios, pálido adolescente:
la húmeda llanura para tus pies furtivos,
la aspereza del cardo, la recordada escarcha del amanecer,
las antiguas leyendas,
la tierra en que nacimos con idéntica niebla sobre el llanto.
-¿Recuerdas la nevada? ¡Hace ya tanto tiempo!
¡Cómo han crecido desde entonces tus cabellos!
Sin embargo, llevas aún sus efímeras flores sobre el pecho
y tu frente se inclina bajo ese mismo cielo
tan deslumbrante y claro.
¿Por qué habrás de volver acompañado, como un dios a su mundo,
por algún paisaje que he querido?
¿Recuerdas todavía la nevada?
¡Qué sola estarás hoy, detrás de las inútiles paredes,
tu morada de hierros y de flores!
Abandonada, su juventud que tiene la forma de tu cuerpo,
extrañará ahora tus silencios demasiado obstinados,
tu piel, tan desolada como un país al que sólo visitarán cenicientos pétalos
después de haber mirado pasar, ¡tanto tiempo!,
la paciencia inacabable de la hormiga entre sus solitarias ruinas.
Espera, espera, corazón mío:
no es el semblante frío de la temida nieve ni del sueño reciente.
Otra vez, otra vez, corazón mío:
el roce inconfundible de la arena en la verja,
el grito de la abuela,
la misma soledad, la no mentida,
y este largo destino de mirarse las manos hasta envejecer.-
SI LA CASUALIDAD
Si la casualidad es la más empeñosa jugada del destino,
alguna vez podremos interrogar con causa a esas escoltas de genealogías
que tendieron un puente desde tu desamparo hasta mi exilio
y cerraron de golpe las bocas del azar.
Cambiemos panteras de diamante por abuelas de trébol,
dioses egipcios por profetas ciegos, garra tenaz por mano sin descuido,
hasta encontrar las puntas secretas del ovillo que devanamos juntas
y fue nuestro pequeño sol de cada día.
Con errores o trampas, por esta vez hemos ganado la partida.-
Olga Orozco
Imágenes: pinturas de Natalia Goncharova (Rusia, 1881-París, 1962)
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio
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