Wislawa Szymborska
(Polonia, 1923-2012)
Premio Nobel de Literatura 1996
AMOR A PRIMERA VISTA poesía de Wislawa Szymborska
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quíen sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junta a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.-
LECTURA
No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.
Las mujeres podrían desmayarse
en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.
No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.
En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.-
PRUEBA
Ay, canción de mí te burlas,
pues aunque fueran hacia arriba no me abriría como rosa.
Como rosa florece la rosa y nadie más. Lo sabes.
Intenté tener hojas. Quise poblarme de arbustos.
Conteniendo el aliento -para que fuera más rápido-
esperé el momento de convertirme en flor.
Canción, tú que de mí no te apiadas:
tengo un cuerpo individual que en nada se transforma,
y soy desechable hasta la médula de los huesos.-
Wislawa Szymborska
Imágenes: pinturas del artista inglés John Collier (1850-1934)
Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda la Palabra"
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Muy buena presentación con poemas llenos de gran sentimiento amoroso y un lenguaje poético lleno de sensibilidad
ResponderEliminarangelestevez55@yahoo.es
Muchas gracias Angel por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.- Quique de Lucio.