Gaspar Aguilera Díaz, poeta mexicano nacido en Parral, Chihuahua en 1947. De niño vivió en distintos puntos de su país debido a que su padre era jefe de estación de trenes. El propio poeta reconoce que la etapa de su vida que más ha influído en su carrera de poeta es el final de la adolescencia. Publicó "Informe de labores" que fue finalista en el Premio Nacional de Poesía de Aguascalientes y a partir de allí una docena de poemarios donde ha buscado el mismo misterio de la poesía. Pero al considerar que hasta hoy no ha escrito un libro que lo defina hace que su voz se revele como una fuente inagotable.
"Feroz entro en tu piel
como un animal sin tiempo para el odio:
desanimado y entusiasta"
CONTRAESPIONAJE poesía de Gaspar Aguilera Díaz
No le digas a nadie que he vuelto a tus jardines
escóndeme bajo tu cuello de ángel
en tu pelo de bruma
en tus ojos de marzo
vengo huyendo hasta la piel de tus murallas
la soledad me sigue muy de cerca
ocúltame bajo tu permanente desnudez
en tu mano profunda
en tu llanto perfecto
en tu saliva sabia
preguntan quién ha subvertido este infiel corazón
sé que no me hallarán:
la luz lo ciega todo.-
BODAS DE CENIZA
nada que devolvernos amor mio
ni anillos
ni cartas
ni fotografías tomados de la mano
ni mensajes en clave
ni tréboles de cuatro hojas
ni siquiera tiempo de reproches
no te preocupes amor mio
aquí no ha pasado nada
como dos pájaros salvajes que coinciden un instante
en el mismo alambre a contemplar la tarde
y el paso de los trenes.-
V
desollarte
arrancarte la piel con saliva cortante
crucificarte tiernamente
curar tu herida con aceites más dulces
empapados en la esponja de mi lanza babeante
sacarte los ojos con el puñal ardiente del deseo
degollar tu cuello con mi aliento filoso
una gota de sangre cae de la navaja (el amanecer llega
como una estampida silenciosa)
atraviesa la hoja
atraviesa el cuaderno
atraviesa la mesa
traspasa el piso
atraviesa las capas de la tierra
mañana al otro lado del mundo
estará colgando de una flor húmeda
o del corazón de dos jóvenes amantes.-
RONDA INFANTIL
qué te daré ojerosa mía
si te doy un beso se te acaba
si te doy un abrazo se te acaba
si te doy una caricia se te acaba
si te doy un corazón triste se te acaba
si te doy un sueño gris se te acaba
si te doy un cuerpo que se desborda se te acaba
si te doy un deseo sólido y
tierno como tú se te acaba
si te doy una esperanza que no entiende de plazos
se te acaba
si te doy una promesa se te acaba
(y además no la cumplo)
ya sé
te daré el instante aquel de agosto y miércoles
en el que fuiste una obsesión insoportable y abrumante
aunque de todos modos se te acabe.-
Gaspar Aguilera Díaz
Imágenes: pinturas de la artista de El Salvador Rosa Mena Valenzuela (1924-2004)
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a mi me hubiera gustado que mi viejo fuera jefe de estación de tren, o empleado de gas del estado -como el padre de Soriano, creo- y que lo fueran enviando por las landas y yo hubiera entonces vivido entre el exilio constante y la necesidad de arraigo. Y entonces podría haber sido poeta. Y contarlo.
ResponderEliminarMagnifico, muy Apasionado, me encanto.
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