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martes, 23 de agosto de 2016

Contemplación


Sexto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 1.400 escritores, respetando el derecho de autor.



Publicación N° 1.452-

                                                                                                             Alberto Navero

Poeta chileno, nacido en Constitución en 1959. Está relacionado con la pequeña empresa del área gráfica y editorial. Ha participado como colaborador de la Sociedad de Escritores del Maule en diversos medios, destacando su actividad como director-editor de "Cuadernos de Maule". Ha publicado: "Mar escondido, o el secreto viaje a otras latitudes" (2006), "Contemplación de paisajes que huyen" (2010), "Versos prófugos" (2009), "La raíz de un sueño imperfecto", "Grieta: una forma distante de mirarnos", etc. Es editor de la revista "Plaza Pública" desde 1997 y fundador del grupo literario "El guanaye".



                                                                                "Advierto la inclinación del paisaje
                                                                                 la figuración del camino, el sutil
                                                                                 encadenamiento a la marcha de cangrejos
                                                                                 como una suerte de destino
                                                                                 soportablemente perpetuo"








CONTEMPLACIÓN  DE LOS PAISAJES QUE HUYEN


Nuestras zonas de sielencio se desplazan uniformes
como peces despreocupados en el mar del tiempo.
Aquí lo que parece historia de amor
es el reflejo del asfalto en la ciudad con su mirada rota
intenso jardín cubierto de huellas
que deambulan e improvisan
a paso lento
la tibia felicidad posible.


***

Allí donde los caminos acaban perdidos
podías sostener cierta elíptica fuga
y tu vientro abierto
como espectador del ancho mar
la figura
el retrato verdemar en caja de cartón
habitado de juegos irrelevantes
anticuarios intoxicados
paradoja de cristales, agujas, hilos
viejas fotos como túnel del tiempo
y este afán de perpleja inutilidad.


***

Detrás de la intuición alguna teoría oculta.
Mis estrellas de mar en el pequeño universo
de estas manos.
Días enteros sin pensar en nada.
Sueños frágiles com espejo imprescindible.
Cometas prófugos
puñado de pájaros
que vuelan hacia nosotros
en la espesa línea de atajos
que conducen a la felicidad.


***

Alguna vez intenté trazar líneas
sostenidas unas de ootras en los muros del aire
pero dibujé nubes incoloras
cúmulos suspendidos en paisajes proscriptos
en este ir y venir de voces que ya no existen
que tal vez nunca existieron
para mundos suburbanos
con aquella sospecha impasible
de vacía inmortalidad
donde mejor es ser nadie
como toda esquina que se pierde en la ciudad.


***

¿Recuerdas que huir de rutinas
era retirar mitos imposibles?
Valga el empeño de la piedra
por querer ser, sentir, oír el entusiasmo de la locura
y creer que vivir no es necesaria mentira
en este reino de resurrecciones.


***

Está en mi naturaleza alcanzar nubes
como la piedra que tropieza con techos húmedos.
A veces esta simple claridad
demuestra que existe algún trayecto mínimo
sencillamente esperando por encima de la temperatura
en otra parte del destino
        que precisa tu adolescente plenitud
como aquellos relojes que articulan
teorías lujuriosas
y augurios de perfecta ironía.


***

Días enteros sin pensar en nada
y noches que nos llevan de la mano
a su reiteración desnuda
como tus dedos cuando rasgan la costa del oasis
esa tersa ondulación de la piel
el amplio arco de posiciones
en medio de la frecuencia silenciosa de gatos insomnes
y su negra sonrisa.


***

Mis lugares comunes tienen otros olores
en la simulación ligeramente precipitada
del viento que jamás nos reconoce
porque a veces somos aquelpájaro vagabundo
que planea silencioso su precipcio de ocasiones
no más que cementerio de siluetas
en el comienzo caústico de las cosas
que se  mueven
eventualmente
más allá de la perduración.-


***

No existe amor más grande que el amor propio.
Asumir la estructura de esta historia
su fundamento definitivo
no tendrá efecto algun en el paisaje ni sus grietas.
A veces intento lanzar agujas al mar
comunicarme con rincones oscuros
        desplazado
                  libre de manifestación
tal vez, sin saber más
acerca del puto efecto que traman las palabras
cuando entran y salen
del sótano.

A veces
mi día perfecto carece de rostro.-



                                                                                                       Alberto Navero



Imágenes: Arte digital de Xuan Loc Xuan





quiquedelucio@gmail.com







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