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jueves, 15 de mayo de 2014

Vaivén

Una antojadiza antología de la poesía hispanoamericana de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Para difundir a los creadores, respetando el derecho de autor.


                                                        Dado Valdéz de La Campa

Poeta y narrador mexicano nacido en Cuernavaca, Morelos, en 1988. Estudiante de Letras Hispánicas en la Universidad Autónoma del estado de Morelos. Fue editor de la revista La Piedra durante cuatro años. Ha publicado "Relatos de un mundo depravado"  (2010), "Las mariposas" (2011), "Ignoto" (2013), libro de poesía, ganador  de la convocatoria para publicación del Fondo Editorial del Instituto de Cultura. Forma parte del grupo de escritores de la Barba Naranja y organiza el encuentro Plumas Verdes de Literatura para Cinema Planeta.


                                        "Este cuerpo contiene
                                         todos los mares del mundo  aun así
                                        sigue seco. He navegado tanto tiempo,
                                        tanto tiempo que el tiempo ya no es nada"




VAIVÉN

Los barcos olvidan pronto
van fundiendo su proa contra la
muerte
y poco a poco se hunden
callados en la bruma
Un barco se detiene a la mitad
del mar
cuando dos amantes deciden volver
la mirada de la bóveda del cielo
a las aguas de sus ojos
En el centro de todo
en la parte más turbia y disforme
del mundo
ocurre el milagro
dos labios se vuelven cuerpos.-


A MARÍA

Soy el hombre que llora
estrella polar en el cielo sin fin
manecilla de reloj invertida
hombre aerolito
tierra mojada
bajo el copal reinvento
la alegoría del tiempo
Soy el cortador de espigas de oro
el que conduce las batallas del mar
mago y perdiz
viajero-niño que decidió regresar a
la placenta
hombre de luz opaca
Soy el viento muerto del mono
el árbol que vaga entre las grietas
artesano de la piedra caliza
amaso la piel y la pulo entre mis
dedos
Soy hombre que gira porque soy
remolino
hombre luna menguante y estrella
de la mañana
constelación guarache
por la que subo al cielo
Soy el sendero por el que van mis
pasos
calcinado por un veneno incesante
Soy el hombre que pernocta en las
arenas inmensas
y hace soñar a los insectos
Soy un hombre que truena los cielos de
rodillas
la lluvia se detiene en mis hombros
y mis cabellos flotan
frente a la greca solar
Soy un hombre de polvo y vino
aguado
de lodo cálido y maíz criollo
Soy el hombre que palpa la gota
de rocío
lobo y tambor
musgo y jaguar
Dibujo y escribo con carbón
en la ventana del último limbo.-


VI

La luz había devorado a la sombra
en una lucha inútil
y en el mar callado se respiraba un olor
a muerte
Escondido entre la niebla y las rocas
afuera del cielo azul cobalto
un viejo barco se lamentaba
La noche cedía a unas nubes
cargadas de lluvia y vapor
y yo inmóvil miraba el sol
rasgar la bóveda celeste
No he visto aves volar este cielo
El aire se movía ferozmente
pero el mar inmutable parecía dormir
eterno
desde el fondo emergía
un grito sin voz
un alarido profundo y ancestral
La oscuridad volvió con la tormenta
y dejó caer su llanto
sobre el horizonte inacabado
Los párpados del cielo se abren.-


                                                   Dedo Valdés de La Campa




Imágenes: Pinturas del artista francés Daniel Desborn    (Lorraine, 1946)

Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com 

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