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martes, 5 de noviembre de 2013

Tema de mujer

                                                       Eduardo Carranza

Poeta colombiano nacido en Apiay en 1913 y fallecido en 1985. Empezó a ser conocido en el campo literario por la publicación de sus poesías en 1934. Fue además periodista, catedrático, diplomático y precursor del movimiento Piedra Y Cielo. Promovió varias publicaciones culturales, en su obra poética sobresalen: "Canciones para iniciar una fiesta", "Seis elegías y un himno", "Ella, los días y las nubes", "Azul de ti", "Diciembre azul", "El olvidado", etc.


                             
                                   "Mi corazón te sigue como un león,
                                    como un perro o el cielo, un río, el sol...
                                    como camina absorta la esperanza"



TEMA DE MUJER Y MANZANA   poesía de Eduardo Carranza

Una mujer mordía una manzana.
Volaba el tiempo sobre los tejados.
La primavera con sus largas piernas,
huía riendo como una muchacha.
Bajo sus pies nacía el agua pura.
Un sol, secreto sol, la maduraba
con su fuego alumbrándola por dentro.
En sus cabellos comenzaba el aire.
Verde y rosa la tierra era en su mano.
La pimavera alzaba su bandera
de irrefutable azul contra la muerte.
Una mujer mordía una manzana.
Subiendo, azul, una vehemente savia
entreabría su mano y circulaban
por su cuerpo los peces y las flores.
Gimiendo desde lejos la buscaba
-bajo el testuz
de azahares coronado-
el viento como un toro transparente.
La llama blanca de un jazmín ardía.
Y el mar, la mar del sur, la mar brillaba
igual que el rostro de la enamorada.
Una mujer mordía una manzana.
Las estrellas de Homero la miraban.
Volaba el tiempo sobre los tejados.
Huía un tropel de bestias azuladas.
Desde el principio, y por siempre jamás,
una mujer mordía una manzana.
Mi corazón sentía oscuramente
que algo brillaba en esos dientes.
Mi corazón que ha sido y será tierra.-


MUCHACHA
1

Dos mariposas de seda,
detenidas en su pelo.
La mañana, como un velo,
atrás flotando se queda.

El sol en su red enreda
esa presencia de vuelo.
Saetas de luz, en rueda,
cautiva la dan al cielo.

En el aire y en los sueños
deja dos nidos pequeños
sostenidos por sus venas.

Tacto del mundo, su traje.
Su voz, áereo paisaje
vago de nubes-sirenas.

2
Alzado arroyo viajero.
Espacio de uva y rosa.
Gajo de sal anhelosa.
Largo beso prisionero.

Alto lugar del lucero,
la frente maravillosa,
entre mimos de mimosa
y silbos de cocotero.

Manos en sol moldeadas.
Tibia presión de miradas,
muchacha, playa sin huellas.

Tierra de desvelo. Rada
de deseos limitada.
Dibujo blanco de estrellas.-


                                                         
                                                                  Eduardo Carranza





Imágenes: pinturas de la artista italiana contemporánea Daria Petrilli.-


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio

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