Vistas de página en total

lunes, 17 de junio de 2013

En la ruta

                                                             Irene Gruss

Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1950. Cursó estudios universitarios de manera parcial de medicina y de Letras. Publicó "La luz en la ventana" (1982), "El mundo incompleto" (1987), "La calma" (1991), "Sobre el asma" (1995), "Solo de contralto" (1998), "En el brillo de uno en el vidrio de uno" (2000), etc. Integró las redacciones de varias revistas literarias como: "El escarabajo de oro", "El ornitorrinco", "El juguete rabioso", etc. En 1975 recibió el Primer Premio a la obra inédita otorgado por la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. Han sido traducidos poemas de su autoría al francés, inglés y portugués.


                                                 "No ve
                                                 lo pequeña que son las cosas.
                                                 Delirio de grandeza
                                                 en la mirada"



EN LA RUTA  poesía de Irene Gruss

Lo único que podría curarme
o que al fin me sacara de este hospicio
es subir a un auto de línea sport
no muy confortable
pero amplio
que lo manejara
un hombre pudiente
potente
y valeroso
o sea temeroso de sí.
Si él aceptara conducir hasta la ruta
(odio el límite de la ciudad,
ese bochorno de la pobreza salpicado
por uno que otro
cardo o girasol),
donde comienza la fila  azul del lino
o los maizales, amarillos,
si la antena de la radio funcionara
yo podría quitarme este peso de encima
podría mirar las cosas de forma diferente.

Sin que intervenga, sin presión
de ningún tipo
este hombre serio o
sonriente
me acariciaría suavemente la nuca
de manera tal
que mi pelo pajizo se convertiría en lacio
mi nudo nervioso pasaría a
relajarse,
y podría mirarlo de frente, sonreírme yo también
o al menos
dibujar un nombre en la ventanilla
sin problema, como si él no existiera.
Entonces yo tomaría el volante
y mientras él descansara
(mirando fijamente la mano contraria)
me pondría a cantar esas canciones de
preguerra
que tanto enloquecieron a la generación
anterior.
Sólo así podría dominar mi ira
solamente así.
cuando el auto se haya alejado bastante
y el calor sólo sea
esa curiosidad
por las mariposas estrellándose
contra el motor,
y el hombre a mi lado no se inmute
ni se inmiscuya
cuando la
alegría
sea lo único que me plazca.-


MIENTRAS TANTO 

Yo estuve lavando ropa
mientras mucha gente
desapareció
no porque sí
se escondió
sufrió
hubo golpes
y
ahora no están
no porque sí
y mientras pasaban
sirenas y disparos, ruido seco
yo estuve lavando ropa,
acunando,
cantaba,
y la persiana a oscuras.-


XIII

Mi madre me acuna. Canta y
el aire le sale
por la boca. Inhalo
por la herida,
mi madre sabe
de estas cosas: cierra su boca,
esta forma cruel
de respirar, guardar
el alma.-

XIV

Si se me va
el aire se me va
el asma. Temo
por la herida, por la boca temo.
Si exhalara...
Yo te di mi corazón. Si dieras el alma.-

                                     


                                                               Irene Gruss



Imágenes: pinturas del artista frances contemporáneo Jeremie Iordanoff.



Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio





No hay comentarios:

Publicar un comentario