Vistas de página en total

jueves, 26 de septiembre de 2019

Una estrella


Noveno año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación Nª 2.476-
     

                                                                                                                              Emilio Losada

Poeta y narrador español, nacido en Barcelona en 1972. Radicado desde niño en Sevilla. Desde los años 80 compone música y escribe poemas y relatos, algunos de los cuales son publicados en medio mundo al resultar premiados en diversos certámenes internacionales. Tiene publicadas dos novelas "La quintaesencia suave" (RD Editores, 2008) que obtuvo el Primer Premio Guadalquivir de narrativa y "Los ángeles rasos" (Bitiji, 2014), Segundo Puesto en el Concurso Internacional de Novela Contacto Latino, Ohio, Estados Unidos. En 2010 crea y actúa como secretario en el Premio de Relato Corto Lar Gallego de Sevilla. En 2014 gana el XXIX Premio Andaluz de poesía Villa de Peligros con el poemario "Ventajas de estar en la ruina".



                                                                                    "Le pregunté a la librera:
                                                                                     ¿Dónde está la poesía?
                                                                                      Unos segundos de incertidumbre
                                                                                      y las carcajadas se nos cayeron de la boca"










VINDICACIÓN DE UNA ESTRELLA

Salimos del pub
a eso de las siete de la mañana del viernes
doblegados, confusos,
visiblemente afectados.
Nos habíamos tirado,
caí de pronto en la cuenta,
prácticamente toda la noche
sin mirarnos a los ojos.
Hacía tiempo que no salíamos juntos:
yo solía regresar de aquella manera
del trasnoche  de turno
y tú ya estabas en la cama dormida,
acogiéndome calurosa
o ignorándome por completo.
Yo así tu mano desangelada
y te arrastré hacia mi buhardilla.
Sólo estábamos a cinco minutos
(ya sabes que precisamente por eso
tipos como yo eligen vivir en el centro:
para estar a no más de cinco minutos
de lo poco interesante que ofrece la ciudad).
Tú,
a los pocos metros,
te detuviste en seco,
casi mordemos la acera,
y soltaste mi mano.
Tenías la mirada ida
y triste..., muy triste.
Quizá aquella fue la mirada más triste que te vi nunca.

Señalaste la parada de taxis
y me dijiste que querías ir a casa de tus padres.
Yo no pregunte nada,
simplemente me metí las manos en los bolsillos
y te acompañé,
y cuando al fin me miraste a los ojos
tras el cristal que te alejaba
supe que tu decisión era la adecuada.
Permanecí un rato allí ensimismado,
comprendiendo las escenas más significativas
de nuestra efímera relación.
Le eché un vistazo a la cartelera del cine Alameda
y no me quedé con ninguna película:
sólo seguía viendo tus ojos
tras el cristal del taxi.

Me puse al fin en marcha,
y antes de subir a casa
hice escala en el bar de abajo
para tomarme un par de aguardientes
junto a una somnolienta representación
de población activa que untaba legañas
y ansia de prejubilación en pan tostado sin amor.
El diario hablado de las ocho
informó de la muerte de Ray Charles.
No fue la única pérdida de aquella mañana.-



EN LA RUINA

Antes de que se despierten,
el huésped procederá a esfumarse;
orinará sonriendo a la luna ruborizada,
se hará un hueco en su traje raído
y saldrá pitando
para materializarse en cualquier parte

Absorto en el contorno obsceno e irrepetible
de las llamas con el viento,
aguardará paciente la inconsciencia
de sus anfitriones de paso,
se moverá con sigilo
y, a la primera escarcha,
nutrirá su cuerpo yermo
con las sobras del banquete
para afrontar,
como cada bendito día
desde que la razón
sucumbió al beso con lengua
del camino torcido,
un nuevo viaje tan baldío
como lleno de expectativas.-




                                                                                                                    Emilio Losada


Imágenes: Pinturas de Claude Monet  (Francia)






quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario