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jueves, 12 de septiembre de 2019

Ausencia

Noveno año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.








Publicación Nª 2.464-



                                                                                                                       Carmen González Huguet

Poetisa y ensayista de El Salvador, después de sus estudios de Bachiller inició estudios de Ingeniería Química, para dedicarse después por completo a la Literatura., donde se licenció en la Universidad Centroamericana "José Simón Cañas". Ha ocupado varios cargos como investigadora y catedrática universitaria. Entre los numerosos galardones obtenidos, se destacan la Mención de Honor en el Certamen Nacional de Editores en 1989, con su poemario "Testimonio", el Premio de la Comisión Interamericana de Mujeres en 1987, el Primer Lugar en el Certamen San Miguel en 1988, Juegos Florales de San Salvador en 1993, Premio Internacional "Rogelio Sinán" 2005 por su poemario "Palabra de diosa", etc.



                                                                                                   "Explora mis panales, mi recinto
                                                                                                     secreto donde oculta miel destila.
                                                                                                     El tiempo su madeja fiel deshila
                                                                                                     confiado a los fervores del instinto"











AUSENCIA

Aire solo, fervor que callo y digo,
palabra que te nombra y te delata,
que te eleva en su vuelo o te maniata:
en mi boca te encierro o te prodigo.

Te dejo a la intemperie o al abrigo,
te guardo en ventisquero o en fogata.
Pródiga, codiciosa catarata,
vas en mi labio como fiel testigo

de todo lo que en él pones y eres,
de todo lo que en él tu sed convoca
y de lo que en su amor beber quisieres.

Silencia esta ebriedad que el labio aloca
y con el agua en que dichoso mueres
cúbreme, amor, el cielo de la boca.-


***

Hay esta piel por tanto beso herida,
esta música en tanto luz cegada,
esta ternura a solas escanciada,
esta verdad por tu fervor vertida,

esta palabra en sombras encendida,
esta caricia ardiendo derramada,
tu mirada bebida y escuchada,
tu silencio envolviéndome la vida,

todas las cosas que forman mi cielo:
el canto, la presencia de tu beso,
la voz que tiene cada anhelo preso,

los aleros del ave ahíta en vuelo,
tu sed lo enciende todo y me lo quema
con esa arrebatada espuma extrema.-


***

Es aire, sólo el aire, quien te besa,
el aire que lamiendo está la llama,
el aire que te envuelve y te reclama,
que libera tu vuelo y que lo apresa.

Es aire, sólo el aire, en que la espesa
sangre del corazón de aquel que ama
vence al silencio donde se derrama
la palabra trocada en fiel pavesa.

Es aire la verdad que desafía
al frío, la distancia y esa boca
ciega a la sed ajena y su agonía

que siembra su existir en otra boca.
Mátame el beso de tu alevosía
brotada en punta de coral de rosa.


***

Siempre tu corazón en labio ajeno,
aire que hiere el surco de mi oído;
y en él siembra su pecho estremecido
la palabra dolida y su veneno.

Siembre la luz ardiente el labio pleno
en quieta frente, en pensamiento herido.
Derrota ausencia, desamor, olvido,
la voz donde a vivir yo te condeno.

Desordena mi cielo, mi mañana,
de mi vida entera mueve y equivoca
con a corriente que en tu labio mana.

Que me asesina el vino de tu boca
esta escasa cordura, cruel tirana.
Alóquemela, amor, su sal, aloca.-


***

En ti afirma la carne su porfía,
el carmín de la rosa, la azucena,
el canto del canzontle, la serena
superficie del agua, la armonía.

En ti enciende sus luces cada día
la voz que incendia el aire cuando suena
su canto repetido en lengua ajena,
hecho fecunda y sola compañía.

Comparte en la distancia esta locura
que tengo por el fuego de tu boca
que ya toda cordura se hace poca.

No me cures jamás la quemadura
donde el alma se muere y se me quema
por tu secreta aguda flor suprema.-





                                                                                                           Carmen González Huguet




Imágenes: Pinturas de John Godward  (Inglaterra)



                                                       

quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal.       

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