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martes, 1 de mayo de 2018

Fuego de flor

Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 3.000 escritores, respetando el derecho de autor.





Publicación N° 2.023-



                                                                                                                                 Dina Pardo Olaya

Poeta y periodista de Colombia, nacida en San Marcos, Sucre, en 1973. Reside actualmente en Barranquilla, ha escrito, entre otros, los libros de poesía: "Quebranto de flor" (1998), "El leve trazo de mis huellas" (2008), "Albricias y un ponqué de ilusiones" (2008), etc. Fue reseñada en antologías como "Vuelo de jazmines" -en homenaje póstumo a Meira Delmar-, (2009), "Antología Internacional Premio de Poesía Simón Bolívar-El Libertador" (Literature Editions, Italia, 2010), "Poetas bajo palabra en el Caribe Colombiano" (2010), "El rostro secreto de Eros" (Argentina, 2011), etc. Es miembro de la Asociación de escritores de la Costa, de la Fundación Meira Delmar y del colectivo artístico-cultural Luna y sol.


                                                                                                 "y yo abro mi libro tantas mil páginas
                                                                                                  atrás y encuentro al poeta de la vida,
                                                                                                  del amor, no menos que el 
                                                                                                  hombre o la mujer"












FUEGO DE FLOR

Yo, fuego de flor
que nace entre tus labios
gimo en la bruma del viento feroz
Sintiéndote reposar
en el regazo de mi vientre.-



BESO EN MARCHA

Septiembre azul
"Déjame que te hable en silencio"
Dijo
y cerrando el infinito fulgor
de nuestros ojos,
me dio un beso
que aún no se desprende de mis labios
y se marchó.-



DUBITACIÓN

Debería traducirte
el "amor eterno" que Bécquer
tradujo en su amada,
debería no saborearte
en el vino añejo que mis noches
me regalan con tu recuerdo;

Debería soñarte
un millón de veces
hasta que la cuenta dé su reversa
y comience de nuevo;

Debería no capitularte
en el libro de historia
que guardo bajo el brazo
y extiendo en cada penumbra
cuando me rebosa tu ausencia.

La historia es la estatua movediza
que el viento se lleva a cada paso de las nubes
y el desmoronamiento del tiempo en ellas;
la historia comenzó contigo
difícil sería termine igual.-



A LA PUESTA DE LA NOCHE

Cada paso resonando los tambores lúdicos
en una noche de verano.
Rayos dorados que desfallecen,
girasoles inclinados,
casi marchitos en medio del crucial encuentro.
Labios que humedecen la noche,
cerviz que goza, que vibra
y traspasa la tibia piel del capullo.
Punto G a la puesta de la noche.
Girasoles que perfuman, que engalanan,
que acarician la mirada, el roce,
el estremecimiento en la penumbra:
Clímax entre noche y día.
Girasoles a la puesta del sol,
desfallecen en la noche
y nacen a la luz del día.
Punto G.
Punto de encuentros orgásmicos.
Punto final.-



CUANTO MÁS TE QUIERO, CUANDO MÁS TE AMO


Cuando más te quiero
digo te amo, digo duele,
digo esencia, digo aliento,
y mis pétalos, húmedos pétalos
del rocío que se aparea con el viento
envuelven tus deseos,
tu sangre recorre impulsivamente mis venas
y la alcurnia de tu lava
se unge en mí
pétrea, ardiente, rebosando mis orillas.

Cuando más te amo...
un grito de independencia se levanta
en medio de la penumbra de nuestro encuentro,
para sabernos tendidos, muertos y renacidos.-



LA SIEGA DE UN BESO

Y allí sin más preámbulo que el silencio,
y una esfera de amores y pasiones prohibidos,
allí donde el asado era olvido
y el presente una cima cada vez
más corta entre los dos,
allí, la repulsión de mi pecho
apareándose con tus sueños y mi vida.
Un beso...bastó un beso
para saberte encontrado,
para saberte reposado en mi vientre,
para sentirte en mi piel febril y erizada.
Hoy después de días lejanos
en los que te tengo y no te tengo,
siegas el calor de mi vientre
y los besos que cada mañana lanzo al vuelo
Esperando que a través de unos alas de verano
recibas un poco de mí:
un poco de tus anhelos.-


***

La historia también será mañana
cuando intente tres milenios más
quebrantar la incertidumbre
si para entonces
debería o no debería recordarte,
si debería o debería olvidarte.-




                                                                                                                               Dina Pardo Olaya




Imágenes: Pinturas de German Aracil (contemporáneo)






quiquedelucio@gmail.com

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