Vistas de página en total

lunes, 8 de octubre de 2018

Recuerdo

Octavo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 3.000 escritores, respetando el derecho de autor.






Publicación N° 2.179-



                                                                                                                              Adrián Pérez Castillo

Poeta de España, nacido en Logroño en 1970. Tiene, entre otros, publicados los libros de poesía: "El dolor de un corazón desnudo" (1999), "Pastoreando versos" (2007), "Un pastor ante la muerte" (2010), etc. Su obra también está recogida en varias antologías. Es Vice Presidente y fundador de la "Asociación amigos de la poesía de La Rioja Baja". Obtuvo el Primer Premio de Poesía "Villa de Autol" en 1995, 2000, 2006 y 2007, Premio "Romanillos de Medinaceli" de Soria: Premio Nacional 2006 y ganador de la Espiga de Bronce, Premio Esteban Manuel de Villegas de Nájera: Accésit año 2004 y Primer Premio en 2005 y 2006, etc. En el 2007 viajó a Chile a presentar sus libros en diferentes lugares de ese país.



                                                                                            "Entonces, trajo octubre las primeras
                                                                                             sílabas del poema, los acordes
                                                                                             del viento que arrastraban la penumbra
                                                                                             de cada noche herida por el llanto"




     







RECUERDO

Sólo tengo el recuerdo, mientras sigo
mi camino amarrando las espinas
que me dejaron los abrojos secos,
moribundos, sangrientos como rosas
que perforan el alma con su tallo,
con sus bermejos pétalos que abrazan
el frío de una lápida de mármol.
Sólo tengo el recuerdo de unos ojos,
de unos labios risueños que dejaron
su ternura plasmada en mi vida,
en cada atardecer que recorrimos
contemplando el crepúsculo, los montes,
los trigales dorados, los almendros
que cubrían la tierra con sus flores
de nata, ahí dejamos nuestros besos
sembrados en los valles de amapolas,
en las sendas holladas de los pinos
junto a los centenarios olivares.
Sólo tengo el silencio de los días
añorando tu aroma de cereza
sobre la triste huerta que cultivo,
rodeada de chopos y cipreses,
nogales, avellanos y azufaifos.
Esta tarde se escucha la armonía
del ruiseñor trinando y la chicharra,
cuando emprenden el vuelo los vencejos
al llegar angostura de la tarde
por la orilla del río, y el desierto
de mis ojos profundos, por la pena
que deja la arvejana sin semilla
con su vaina vacía...acurrucada
Ya se escuchan los grillos, y contemplo
un lucero entre lágrimas sonoras
recordando tu ausencia, tu mirada,
el trébol florecido de tu pelo
mientras sufro mi angustia en soledad
al recordarte, como cada noche.-



TE QUIERO EN EL SILENCIO

Te quiero en el silencio que navega
por los fríos viñedos desparrados,
en cada atardecer donde se entrega
un sollozo entre nimbos germinados.

Se va ocultando el sol y siempre llega
con su velo la noche, los soñados
encuentros tan distantes, mientras siega
un mar los sentimientos desplegados.

¡Cómo decirte amor! Que todavía
imagino tus ojos en el cielo
como estrellas fecundas de alegría.

Voy a besar tus labios con anhelo
cuando despierte mayo en compañía
de este profundo amor que inicia el vuelo.-



LOS REMANSOS DEL DESEO

Se extienden como sílabas los besos
sobre el lienzo poroso de la piel,
que conserva el aliento estremecido
de la humedad del vientre que palpita.
Se propagan los félidos latidos
en el océano profundo y dulce
de los cuerpos desnudos que se abrazan,
prolongando una aurora de horizontes,
un suave atardecer de rojos pétalos
unidos por la sangre, por las sales
de un melancólico suspiro abierto
hacia los sentimientos compartidos.
Como un vuelo de azules mariposas
cabalgan los remansos del deseo
en un danzar de mieles absorbidas
por sedosas sonrisas verticales,
por pinceles disueltos que derraman
sobre un surco la blanca sementera.
Se quedan desgastados por el tacto
las palabras hermosas, los te quiero
de los nombres sellados en los labios,
mientras los dedos cruzan el paisaje
por un desfiladero de caricias,
por un acantilado de metáforas
construyendo un poema, un dulce amor,
con los felices trinos de los pájaros.-





                                                                                                                 Adrián Pérez Castillo



Imágenes: Pinturas de Berber Ressam  (contemporáneo)








quiquedelucio@gmail.com




No hay comentarios:

Publicar un comentario