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martes, 8 de agosto de 2017

La noche

Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.000 escritores, respetando el derecho de autor.




Publicación N° 1.762-


                                                                                                                          Romina Bayo

Poeta y gestora cultural argentina, nacida en la ciudad de Buenos Aires y residente en República Dominicana desde el 2002. Es cofundadora del programa radial "Revista Literaria". Fue miembro del grupo literario "José Audillo Santana" en la localidad de Higüey. Ha publicado "Nos dolerá la noche" (2008) que fue ganadora del Premio Internacional de Poesía de la Feria del Libro de Santo Domingo. Sus poemas han sido incluidos en los trípticos "Voces latinas", "Pasión latina" y "Al descubierto",también en "Antología de poetas de la provincia de Altagracia" (2005), entre otros.


                                                                                        "hoy renuncio a esos títulos que se han 
                                                                                          pegado a mi piel, para tener la libertad
                                                                                          del desconocido. Transito la calle que lleva
                                                                                          mi nombre sabiéndome ajena a ella"








NOS DOLERÁ LA NOCHE

Antes de abandonar el lecho
déjame pedirte algo:

Desanuda tus caricias de mi cuerpo
seca mis humedades de tus piernas
y así como estiramos las sábanas,
desarruga las marcas que nos hemos dejado.

Es hora del adiós...
Será difícil los primeros días.

Nos dolerá la noche
y extenderemos la mano al lado frío de la cama.
Inútilmente convocaremos las ovejas,
el sueño no será cómplice de este olvido.

Sonreiremos de la mano del deber cumplido,
caminaremos con la frente en alto,
luciremos la decencia como prenda preciosa.

Y estaremos en paz...
Sí,
estaremos en paz.
Pero la necesidad seguirá nombrándonos
y en vano intentaremos callar las entrañas.

Y qué pasará con el amor.

El amor fue la excusa que nos convocó
aquella mañana robada a tu agenda.
Pero no fue suficiente
el tiempo de las trinitarias se nos había pasado.

Tranquilo...
Recuperarás la transparencia de tu nombre,
siempre que logres evitar el recuerdo.

Y yo...
Yo seguiré igual,
te observaré de lejos
sonreiré al verte.

Será la fidelidad la que vista sus silencios,
las almohadas y las noches
las que desnuden tus verdades.-


EL OTRO

No lejos de mí, en mi persona
sin escándalo, está naciendo un hombre.
Aquí mismo, en mis testarudos huesos
echa raíces este hombre,
y con la sangre de mi propio barro
se levanta.

Después, lejos de mí,
toma el cuerpo que alimenté temprano;
se pone mi camisa,
sin permiso toma mis pantalones
y sin permiso también
abre aquella ventana para verse vestido.
Acaba por ponerse mis compañeros zapatos
y echar a andar conmigo y mis vestidos.
Ya muy lejos de mí, oigo cuando se aleja
alegre, muy alegre de saberse nacido.
Espero que se quede con todos mis cansancios.-




SOY

                                                Es para llorar que la vida es tan corta
                                                Es para llorar que la vida es tan larga
                                                                       
                                                                               Vicente Huidobro                

Soy la niña, la madre
Soy la virgen, la adúltera...

La  mujer, la esposa, la amante,
la soñadora, la suicida, la poeta...

Soy
todas ellas,
parada al borde del abismo
mirando la muerte,
a la espera de la vida
escondida en una mirada de amor.-



HUELLAS INDELEBLES

Redimimos el valor virginal de una mirada,
deshojamos los cuerpos,
nos despojamos de historia.

Desnudamos el enigma de la piel
conquisando la eternidad de un beso.

Y fuimos...

Esculpí mariposas en tu espalda
esparciste jazmines en mi vientre

Devoramos nuestros cuerpos,
bebimos del sudor aletargado,
hurgamos rincones,
penetramos esperas,
hasta convulsiona en las penumbras
de un tiempo alquilado.

Reposamos la embriaguez,
atamos con cabellos la promesa del reencuentro.
No sería la última vez...

Sonreímos,
detuvimos nuestras miradas
y una vez más,
estiramos las sábanas
antes de abandonar el Edén.-




                                                                                                                  Romina Bayo





Imágenes: Pinturas de Anna Carl  (Estados Unidos, contemporánea)







quiquedelucio@gmail.com

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