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lunes, 12 de junio de 2017

Sol de enero


Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.000 escritores, respetando el derecho de autor.




Publicación N° 1.721-



                                                                                                                   Graciela Batticuore

Poeta, ensayista y crítica de literatura argentina, nacida en Buenos Aires en 1966. Es Doctora en letras por la Universidad de Bs. As. Ejerce de investigadora del CONICET y es docente de la cátedra de literatura argentina del siglo XIX. en la universidad. Ha publicado: "La noche" (Ediciones del Dock, 2017), "Cuaderno de espera" (2014), "Sol de enero" (2015), "La mujer romántica"- Lectoras, escritoras y autoras de la Argentina 1830-1870 (2005), "El taller de la escritora" Lima-Buenos Aires 1876-1890 (1999), "Ensayos sobre historia de la cultura argentina, 1810-1890" (2005), etc.


                                                                                 "vino la lluvia anoche regó los pinos
                                                                                   sobre el pasillo aquel piñas mojadas
                                                                                   no sé porque la noche siempre me amansa
                                                                                   me envuelve con amizcle y canela blanca"










SOL DE ENERO


Leo y releo poemas
estos días.
Descubro poetas, madreselvas.
Las palabras me hacen un
hoyo, un cobijo donde adormecerme:
descansa en ellas
mi alma dolorida.

Como una hamaca que se bambolea.
Como una cuna de primeros días.
Como el agua cuando serpea,
sostiene.

Sino fuera por estas palabras.
Y por los lirios
y los tallos
y los cálices
y todos esos pétalos blancos esparcidos...
Si no fuera por la lluvia que limpia,
sacude...

acaso
muda sombra

sería.-


***

Dos o tres poemas
cada día:

si pudiera escribirlos
me salvaría.-


***

Trepa una hiedra
intensa
ante mis ojos.

¿Dónde late la vida?.-


***

Dejo ahora que el tiempo
corra su vuelta. Que sigan
girando sin prisa las agujas del reloj.

he comprendido de pronto
la lógica del universo.-


***

Sé que piensa en la muerte,
elabora acaso
un concepto
que le hace temer
y ensombrecerse.
La muerte ajena o la propia,

¿la muerte qué es?

(ausencia,
niebla,
manos que ya no están.
Esto le causa náusea y un terror
irrefrenable).

Aprende, sin saberlo,
ese costado inabordable de la vida.-


***

Ven aquí: dancemos un poco,
que cae algo de nieve sobre mi tejado.
Un pájaro me susurra al oído,
no quiero perder esta claridad.

Ven aquí, andariega,
trotemos junto a la mar.
Ya es la tarde y una brisa corre.
No me deja pensar.-


***

A esta hora
alejada del cuarto en que yace
tu cuerpo malherido,
no soporto bien el peso
de la noche.

Ni la soledad custodiada de máquinas
que te conservan vivo allí mismo,
tan lejos de tus objetos queridos:
martillos, tenazas, soldadoras,
autos que no rugen desde que no estás.

Aquí tu niño no deja de conversarme.
Cruza el aire de la casa
con una corta espada de empuñadura dorada,
va vestido de superman
en amarillo, azul y rojo, a todo color.

Tiene un joven fulgor que lo impulsa
una y otra vez
a interrumpirme,
preguntando acerca de esto o aquello,
e incluso por los poemas que escribo,
el jugo Cepita dónde está
y si mañana vendrá su amiga
a visitarnos.

Pero esta tarde entregado por completo
a la extrañeza de no verte
lloró sin parar. Asombrado
por la novedad de tu ausencia,
tan confusa...Como
anticipando una pena,
como tu estar y no estar.-




                                                                                                                 Graciela Batticuore



Imágenes: Pinturas del italiano Pietro Annigoni







quiquedelucio@gmail.com

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