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jueves, 6 de agosto de 2015

Funeral de invierno

Quinto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.


Pubicación N° 1.107


                                                                                            Ansel Elkins

Poetisa originaria de Alabama, Estados Unidos. Creció en un ambiente rural Su primer poemario "Blue Yodel" ganó el premio Yale para poetas jóvenes en 2014. Ha recibido becas del National Endowment for the Arts, del North Carolina Arts Council, y el Premio Discovery de la prestigiosa revista Boston Review. Algunos de sus poemas fueron publicados por Universidad de Yale en este año. Estos poemas que se comparten a continuación, fueron preparados por Francisco Larios en el Dossier de poesía norteamericana (2015).


                                                                          "me arranqué a mí misma del vientre de mi madre
                                                                            no había otra forma de entrar en este mundo.
                                                                            Una partera horrorizada me llamó monstruo
                                                                            y me dejó en los pinares nada más con la luna"  






FUNERAL DE INVIERNO

Ella llora en la nieve.
En la gélida noche escucho su eco,
endeble, cruzar como un murmullo las paredes.
En nuestra cama de hierro bajo colchas
de lana, toco mi pie el tobillo de María
para despertarla. Le hablo de la naranja roja
que robé del abrigo de un predicador negro.
Este invierno las lluvias no dieron tregua,
las Hermanas no nos dejaron poner un pie afuera.
Nos quedamos encerradas,
jugando en las ventanas, y deseando
que el señor de copa alta de seda
regresara a caballo.
Pero las lluvias no amainaron, y enterramos a nuestra
maestra de música en el cementerio de la escuela
y cantamos para ella una ez más
antes de posarla sobre el lodo profundo.
Con un ojo abierto, yacía en su caja de pino
mientras llorábamos con la lluvia fría en los vestidos.
Ahora nieva. El repique de la campana a medianoche
resuena en la frígida noche y yo
pelo la naranja. María, susurro.
Reza por tu mamá -la puta Creole
que incansablemente llamas en tu sueño.
Yo también fui un fantasma para mi madre.
No puedo recordar su cara,
pero ella vuelve a mí
en sueños invernales cuando espero a que me entierren
en escarcha. Nos quedamos acostadas
queriendo escuchar
el regreso del hombre-sombra y su sombrero de copa
cruzando al galope la estación de nieve e hielo
sobre un caballo llamado Violencia.-


MÁSCARA DE GUERRA

Cuando te desnudé descubrí
un retrato de tu ex

tatuado en toda tu espalda, su pelo castaño
pintado como olas de flama, su nombre

de petroglifo en la litica piel
de tu omoplato. Los hombres

cazan en línea recta, como una flecha
Las mujeres tienden redes, arteros hilos de invisible anzuelo.

Es una cacería de zorras en su pleno apogeo,
una ,manada de sabuesos y caballos al trote

y sus jinetes de chaqueta escarlata al ataque.
Cortejar es un deporte sangriento.

Crucé la humareda de los campos de guerra buscándote
y te encontré en ruinas. Peiné

con mis dedos tu pelo negro
lleno de sangre y de malezas.

No pude saber cuál de las cazadoras era yo.
No hay espejos

en la guerra. Pensé ser Aquiles.
Luego, Héctor.

Fui dos enemigos a la vez.-


AVENTURAS DE UNA NIÑA DE DOS CABEZAS

 En verdad somos gente extraña
juntas y conexas, ejes de un espinazo compartido
tras bifocales, nos examinan los científicos
lusus naturae -catalogan nuestros nombres a lápiz
cautivados caballeros se preguntan
¿Poseería dos mujeres a la vez?
al llegar a una bifurcación, un hombre
se estirará el bigote, evaluará posibilidades
y decidirá, astutamente, si, mejor
matar dos pájaros con la misma piedra
el traga fuegos nos hace un guiño cómplice
¿coquetea conmigo o contigo?
Respondo con un beso que soplo
desde mi mano apretada por un guante
hombres de letras no han acuñado palabra
para este placer trenzado
dos mujeres encorvadas juntas
avivan el apetito de los espectadores
como a los niños una vidriera de dulcería
multitudes de hombres de sombrero de copa
se empujan para vernos más cerca
dos mujeres encorcetadas juntas
la innombrable, somos
una semilla alada.-


CUANDO ME HICE MUJER

A la mujer le inquietaba que no me vistiera.
Yo caminaba desnuda por el bosque.
Ella tendía ropa sobre mi cabeza
en los días calientes del verano
cuando yo me sentaba a leer bajo el sol.
La mujer se preocupó cuando no mudé
mi corona con las estaciones como hacían los ciervos.
"pero yo no soy un ciervo", dije.

Cuando me hice mujer
en el verano de mis quince años
me descubrí
súbitamente distinta en el espejo
Mi corona multi-punta había alcanzado
una exuberancia muy suya,
muy estilizada, las radiantes,
anárquicas astas a mis ojos majestuosas.

La mujer me vio y sonrío. "No sé lo que eres,
mas la naturaleza te ha creado.
Estás hecha de asombro y de prodigio.

Cuando llegó la noche trajo una luna llena.
Caminé por el bosque rumbo al lago
y me hinqué sobre la fresca hierba en su ribera.
Vi mi reflejo en el agua,
toqué mi cara.
Estás hecha de asombro y de prodigio.-


                                                                                 
                                                                                   Ansel Elkins







Imágenes: Fotografías del artista Matt Molloy (Canadá, contemporáneo)






quiquedelucio@gmail.com


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