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domingo, 22 de marzo de 2020

Una tarde


Décimo año e una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 8.000 escritores, respetando el derecho de autor.













Publicación N° 2.593-



                                                                                                           Anelio Rodríguez Concepción

Poeta y narrador de España, nacido en Santa Cruz de La Palma, en 1963. Se inició con "Poemas de la guerra" (1984), luego publicó "Poma" (Santa Cruz de Tenerife, 1987), "La ciudad se rompe y se levanta"  (1990), etc. En los últimos años ha centrado su actividad literaria en la creación de relatos cortos: "La Habana y otros cuentos" (1990), "Ocho relatos y un diálogo" (1993), "El perro y los demás" (Madrid, 2004), "El león de Mr. Sabas" (2004), etc. En 1992 recibió el Premio "Ciudad de Santa Cruz de Tenerife" y en 2004 el Premio "Tiflos". Parte de sus textos han sido traducidos al italiano y al alemán. Entre 1995 y 2005 dirigió la revista "La Fábrica" dedicada al arte y la literatura.
De 1997 a 2002 dirigió y presentó un programa de TV "Conversaciones", para Canal 22.



                                                                                              "Que no se apaguen las ciudades
                                                                                                hasta que llueva una lluvia de un beso
                                                                                                más largo y más que ya no es beso.
                                                                                                Es tu voz de ciruela" 











ERA UNA TARDE

Era una tarde pobre
en la que se hizo ópalo
el lunar de tu cuello.
Y tú, una ciruela tan madura,
que te picotearon todos los pájaros.
Y cuando partiste
y yo partí el cielo en dos,
y la calle era una feria
de anuncios y guaguas gestantes,
se hizo una noche rica.

Así de sencillo.-



SUEÑO

Mi padre solía soñar que volaba
sobre las casas y los bosques,
y yo ahora suelo soñar  que vuela
y vuela a cada instante,
con su batín de cuadros,
ah,
su bonhomía,
su diabetes,
papá,
ven,
sobre los bosques,
a la luz de una bombilla lee, página
tras página, hora
tras hora, lee
El coronel no tiene quien le escriba,
Las memorias de Chaplin,
qué sé yo,
y le paso la hoja,
y huelo su almohada,
qué prodigio,
nada huele tan bien como su almohada,
nada en el mundo.-



LAS CARAS

El hombre observador junto a la puerta
de atrás no puede sr otro
que Pedrito López,
el hijo de López el de los grandes almacenes;
es ya todo un funcionario,
pero antes de ayer se le estropeó el radiador
en Tomé Cano, y mira, guagua que te pego.
No quita los ojos de encima de una joven
que está justo frente a él.
Tiene un calor espantoso.
Y con razón. Con corbata cualquiera
suda así a la una y cuarto.
La mujer en cuestión tiene veintitrés años
y unas líneas preciosas
y unos ojos debajo de esas dos cejas
debajo de esas dos cejas qué bonitos ojos
tiene,
y se da cuenta de que es curioso, salido,
no deja de mirarla, que parece que la toca,
y él se lo pierde, eso, que sude, que sude,
si Mario estuviera con ella le iba a enseñar
los dientes, y que luego mirara,
que a su piba la dejen tranquila
o a ver qué es lo que pasa aquí.-



POMA

Tu voz trae animales grises, acorralados,
grises, rojos, de agua.
Tu voz más tuya que voz y más mía,
y voz por encima de la noche
que se nos viene.
Si las esferas se abren detrás del meridiano,
si os atlas se quiebran
junto por donde las islas.
Si llueve una lluvia de tres besos.
Delátame al suicida en las azoteas
que se lanza. Se pierde.
El silbo de las ballenas.
Alcánzame el alma del muslo
al cuello aplacado.
Alcánzame de una vez.
La manzana aguarda sobre mi cabeza.
Tu voz aunque volcán.
Y que caiga del árbol la fruta amarilla
como esta noche que se nos viene.
De pronto
la luz es solo un tiro que nos cruza.
El mundo se va en espiral por el desagüe
y no volvería si no fuera porque te quiero.-




                                                                                            Anelio Rodríguez Concepción.






quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal.






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