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sábado, 7 de marzo de 2020

Nocturno

Décimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 8.000 escritores, respetando el derecho de autor.-









Publicación N° 2.582-



                                                                                                                Cicerón Flórez Moya

Poeta y periodista,  nacido en Condoto, Chocó, el 28 de diciembre de 1936. Egresado del Instituto Universitario de Caldas, Manizales.  Hizo un curso especial de Periodismo en Quito, Ecuador. Participó en la redacción del diario El Mercurio de Bogotá, fue Jefe de Redacción del Semanario "El Mural" de Cúcuta y posteriormente de "La Opinión", donde se desempeña como subdirector. Paralelamente lleva a cabo su tarea como poeta , donde ha publicado "El gran amor" con la Editorial Externado. El 4 de octubre de 2011, recibió el Premio Simón Bolívar "Vida y obra de un periodista", máximo galardón del periodismo colombiano. En marzo de 2012 la Universidad Francisco de Paula Santander le otorgó el Grado Honoris Causa en Comunicación Social.


                                                               "Para ti todas las cosas de este mundo , y yo.
                                                                 Y un vaso para el agua pura y un mantel para el pan.
                                                                 Y un punto en cualquier parte para hacernos el amor
                                                                 como si fuéramos sembradores de una tierra nueva"













NOCTURNO CON UNA MUJER

Horas veloces para ser o morir
Estoy aquí a las puertas de la noche
y a bordo de tu cuerpo. Navego en ti.
Eres el mundo que me contiene.
Y en tu profundidad deseo perpetuarme.

La noche vuela como un ruiseñor.
Entre la noche tú y yo sin olvido posible.
Tu piel para mi piel.
Tu rostro igual que rosa de los vientos,
entre el fuego que este amor precipita.
Estamos extendidos plenamente
como una sola espada, como una misma llama.

Ahora estamos aquí. Sabemos que existimos.
En este punto hallamos, manantiales,
raíces, ángeles,
alas del tiempo que nos llevan y nos juntan,
hogueras, batallas, palabras ceñidas a los labios.
Y nos gozamos frente a frente
o en el delirio del sueño.-



EL ROJO VERANO

I

Espléndida, bajo la luz, siempre viva,
yo te he encontrado:
tu piel de fuego sobre la arena,
tu boca de miel sobre mi boca,
tu cuerpo alargado a mi cuerpo
o copiosamente levantado al árbol
en el ardiente atardecer de diciembre.

2

Este acto de amarte a flor de cuerpo y alma,
con la pasión que para tenerte en mi sangre
he creado aún contra el acecho de la muerte,
tiene el sabor de los densos días del verano.

3

Sobre esa tierra, en la corteza de ese árbol
quedarán amarrados nuestros cuerpos
y crecerá la flor con la miel de tu boca
y el fuego del verano que ese día gozamos.

4

Espléndida bajo la luz, tú, siempre viva,
te adoro cuando el árbol nos da su fronda,
cuando la arena recoge los cuerpos juntos,
bajo el rojo verano de diciembre.
Te adoro con esta diaria cifra de amor,
allí donde estamos intactos como la miel de tu boca
o la ola en que el río nos amarra de pronto.-



LUZ EN LA OSCURIDAD

La luz sobre las cosas oscuras
puede ser una trama de ilusión,
pero su resplandor deja definidos
los nombres y las figuras que se quedan.
También el canto de voces invisibles
es una corriente en la memoria del tiempo
que va plasmando huellas en los caminos.
Muchos gestos describen lo inesperado
y ponen al desnudo secretos que parecían
joyas enterradas por el olvido.-



EN TODO TU COLOR

Tanta luz en tus ojos, tanta luz en tus manos,
tanto color que te brota del alma,
tanto color que sale de tu sangre,
color que cae del mundo y me traspasa,
color que viene de la propia muerte,
o de la más dura roca de los días,
o baja de los hombres o de la fronda humana,
o llaga de una cifra de demencia
o de la soledad de tu llama y la mía.
Tanto color de vida bajo el rocío de una primavera.
Tanto color de mujer al nivel de su verdad.

Se me entra la luna por los poros
y corazón adentro me deja tu corazón de cristal:
color para mi angustia y mi palabra
hay siempre en tus moradas.
Y el silencioso amor tiene el color de un cielo
estrellado.
Y el paso que te trae es igual al color del polvo
y de la llama.
En todo tu color, para cubrirme.-




                                                                                                      Cicerón Flórez Moya




Imágenes: Pinturas de Vladimir Volegov   (Rusia, contemporáneo)





quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal.











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