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jueves, 19 de marzo de 2020

Las princesas

Décimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 8.000 escritores, respetando el derecho de autor.











Publicación N° 2.591-




                                                                                                                                 Sonia Fides

Poeta  y narradora de España, nacida en Madrid, en agosto de 1969. En el año 2006 ganó el Premio de Poesía Nicolás del Hierro con su primer libro: "Mirar y ser mirada", y quedó finalista en el Premio Internacional de Poesía Dionisia García y en el Premio Nacional de Poesía Vicente Martín. En el año 2008 publicó "Electra se quita el luto", poemario finalista en el Premio Internacional de Poesía "Ciudad de Melilla". Algunos de los poemas de sus libros han sido traducidos al inglés y aparecen publicados en la revista de poesía americana The Refined Savage. Ha colaborado en varios números de la revista de literatura Iguazú y en el panfleto cultural Calidoscopio.


                                                                                       "Unas manos con voz cantan mi destino,
                                                                                         me dicen que navegue, que nade, que 
                                                                                         me haga víctima si es necesario, pero
                                                                                         que nunca sea náufraga de un paraíso"













LAS PRINCESAS HERIDAS

                                 El no ser perfecta me hiere

                                                          Silvia Plath


Me pregunta la mañana
con la tostada aún caliente entre las manos
que bostezan,
si yo creo que usan zapatos de tacón
las princesas heridas.

No quiero contestarle, pero he oído
cómo arrastran los pies.

Les pesan demasiado los pecados no cometidos
y a la culpa
le crecen las manos cuando huele el abismo
de las niñas con vestidos caros.
Quiere cadáveres y alquila coches de lujo
para pasear por sus entrañas.
Pinta para ellas un paraíso de nieve artificial
que atraviesa sus narices de diseño,
les ofrece coñac francés
a la temperatura exacta del suicidio
y cuerpos que fornican con la noche,
porque no tienen corazón que llevarse a la boca
mientras olvidan que la virtud
no sirven para guardar el equilibrio
frente al espejo.

Yo las he visto volver a casa
-imperfectas sobre la delgada línea del silencio-
y esconder el deseo tras el código de barras
de sus pestañas postizas.
Y hemos tomado café con la mañana
y hemos levantado los pies para no ser descubiertas.-



LA BALLADE

La noche acaba siempre aplastándonos,
podría incluso apoderarse del puesto de trabajo
de cualquier apisonadora,
tú lo sabes pero tienes un don natural para fingir,
un don que no siempre agradeces cuando llega
la mañana y tienes
que encontrarte cara a cara con ella
y reconocer que se trata de una poderosa
multinacional en la que fichar no es una
cuestión de ética sino de supervivencia.

Si no llegas a la hora exacta,
se convertirá en una mujer celosa que hablará mal de ti,
que te pondrá en venta y te obligará a desear la muerte
porque si no mueres ese mismo día, convencerá a Dios
para que no encuentres ninguna razón
que le incite a hacerte inmortal.

Así que piénsalo bien antes de entregarte de nuevo
a la vigilia,
viola si es necesario la caja de somníferos
que lleva algunas noches imitando a las sirenas,
pero no olvides dejarla vacía
sabes muy bien que los testigos
son inversamente proporcionales
a las personas imperfectas,
piénsalo bien o habrás dormido en vano.-



LOS ORGASMOS NUNCA DEJAN MARCAS

Demasiado a menudo somos nada.
La nada es una enfermedad escandalosa,
como lo es la escarlatina en un cuerpo de niño en penumbra
cuando llega la siesta pero el calor no viene.
El cuerpo se desentiende de las sábanas.
Comienza a relatarlo la mirada quieta,
que estrella sobre el pentagrama las notas intangibles
de lo que vive contigo y no te habita.
¿Explotaría mi carne si fuera capaz
de mostrar la silueta
de todo mi deseo?

Date prisa, me han dicho que caducan las caricias.
No hay realidad más bella
que la que corre por delante de las manos,
por delante de los dedos que persiguen
a una mujer que descarga su almíbar
sobre segundos calientes de la tarde.

Ahora todo tiene que ver con la temperatura exacta
de lo que no se exhibe--.
Espero que los cristales colaboren,
que no se empañen y me sigan el juego.
Quiero devolverle a la tarde mis muslos blancos
para que lama su sombre mi secreto.

La habitación permanecerá intacta.
Los orgasmos nunca dejan marcas.-




                                                                                                                            Sonia Fides



Imágenes: Pinturas de Jonson Lewis.





quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Center of Montreal.



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