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domingo, 10 de febrero de 2019

Inventa

Octavo año de una antojadiza antología e la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 4.000 escritores, respetando el derecho de autor.







Publicación N° 2.285-



                                                                                                                         Beatríz Hernanz Angulo

Poeta y crítica literaria de España. nacida en Pontevedra. Doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es crítica literaria de la sección cultural de El Mundo y coordinadora del área de Humanidades del programa de becas de la Fundación Carolina. Ha publicado numerosos artículos y ensayos sobre literatura española, especialmente sobre teatro clásico y contemporáneo, y en el campo de la traducción ha hecho versiones en castellano de poetas como Montale, Cummings y Swzymborska. Como poeta ha publicado "La lealtad en el espejo" (1993) que recibió el Premio Barcarola de Poesía, "La vigilia del tiempo" (1996), "La epopeya del laberinto" (2001), "La piel de las palabras" (2005), etc.



                                                                                         "Un bosque de cuchillos ciñe
                                                                                           un traje de novia. Es la patria
                                                                                           del fuego y la ignominia que habita
                                                                                           en los suburbios calcáreos de la memoria"














INVENTA LA TARDE

Inventa la tarde la fiesta convulsa de las sombras.
En los charcos de luz taconea lascivo el tiempo.
Geometría de sol. La calle, incensario de rumores,
-cómplice piel de granito que flagelan tus pisadas-.

La hora es alta y rayada de serenos eslabones.

Te vistes con la desnudez de todos los espejos,
sin más abrigo que un festín de claridades.

Limpia de ligaduras, me arrojo por la escalera de tus ojos.
En mis párpados madura
un motín de encrucijadas.-



TOMA UN CUERPO

Toma un cuerpo, prisionero del miedo,
y arrebátale la soledad, sin límite de lunas.
Devuélvele la confianza al pulso de sus noches,
entablando batalla contra desengaños y adioses.
En la estación de los besos, no habrá ganador.
Ya no sabrá a insomnio
de trenes el rayar del alba.-



VENDRÁ, VENDRÁ EL AMOR

Vendrá, vendrá el amor, seguro laberinto-.
Descorriendo sombras, jarcias escarlatas,
como julio mil espejos entreabiertos,
-dulces añicos de luz atrapados por la brisa-.

Huele a sol. La calle, cómplice y ensimismada,
nos conduce por los recodos verdes de la dicha.

Azul, demasiado azul en el lento horizonte,
impulso de mar hacia los estambres de la noche.

La calle, sabia, el paso confiado, sutilísimo,
hacia la ribera irresistible del sueño
-celeste llave de luna y de cometa-.

Con vértigo restaurado, pude leer su voz,
cerrado abanico, cercando el insomnio
en la palidez oculta de unos brazos.-



EL DOLOR ESCOGE SUS CIUDADES

El dolor escoge sus ciudades,
el asedio aplaca sus heridas,
el amor persigue sus batallas.

En el feudo de tus manos,
-crisol de cenizas y llantos-,
perdura el olvido y sus cautelas,
languidecen augurios delicados.

Dilapido ausencias, transijo con la nada.
Pájaros lentos ofrecen su cuidado.
Dreno los aljibes oscuros de la sed,
la oblicua noche del regreso,
las imposturas del tiempo,
la quemazón de los retratos.

Te miraré otra vez, en otra noche
de desamparado rasgo.
Se columpia sin prisa la ternura,
me pruebo otra tristeza
con la distancia de un presagio.-



ANDANTE

La noche del eclipse de luna
bebías el cobrizo reflejo de la bruma en la marisma.
Mil incendios palpitan en la penumbra.
Penitencia oculta en una piel de lirio,
albero y negro de silencio.
Cabalgo al ritmo de mi temor,
ruido seco de tambores,
-el tiempo humilla con laureles-.
En los pantanos suaves el barro
cruje como las sienes sin luz de una muchacha.-






                                                                                                                       Beatríz Hernanz Angulo



Imágenes: Fotografía digital contemporánea.








quiquedelucio@gmail.com






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