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martes, 27 de enero de 2015

Epitafio

Cuarto año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a los hacedores, respetando el derecho de autor.



                                                                       Clara Eugenia Ronderos

Poeta, narradora y catedrática colombiana nacida en San Gil, Santander. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Los Andes y tiene un Doctorado en Literatura y Lingüística en Amherst, EE.UU.  Ganó el Premio Carmen Conde de Poesía de Mujeres, por su libro "Estaciones en el exilio". Actualmente trabaja como profesora en la Lesley University de Massachusetts, Estados Unidos. Otros de sus poemarios: "Esa niña" (2010), "16 Poemas de Raíz de Silencio" (2002), "Poemas Bilingüe " Mothertongue , Edición de la Univ. de Massachusetts., etc.


                                                                       "El cántaro se ha roto.
                                                                        De la fuente a la casa
                                                                        De la casa a la fuente
                                                                        Se ha topado al fin con la piedra" 






EPITAFIO PARA LA MUJER DE LOT

Dio vuelta a la cabeza
para mirar lo que dejaba
y la sal se hizo piedra en su cintura
y el paso detenido de su pie,
suspendida proyección de nitro y de ceniza.

La lluvia sobre la estatua
suda y llora sal
y en la casa vacía
el rescoldo se apaga
esperando su llegada.-


TEMOR Y SILENCIO

Profundo se agita el mar
ola con ola.
Furia.
Profuso en su cárcel;
salado y verde
contra las murallas.
Se finge calmo
y dormido
al otro lado del muro.
Se finge
murmullo lento,
se finge
acuario.
Pero brama por dentro
y sube de espuma
hasta el límite oscuro
de la pared de piedra.

Cadáveres hinchados
flotan sobre su espuma violenta de blancura.-


SEDUCCIÓN

Fortaleza que la espuma amenaza
como en juego.
Va y viene,
y regresa con mil caras,
con velos, con brillo.
Despedazando el sol,
se lleva granos diminutos.
Luego cava en el profundo foso, otro foso
que socava la estructura.
La mece,
Adormecida, deja a las fauces blancas
su cuerpo blando, verde
ahora, parte de la sal y de la transparencia.

Hay que saciar al animal

Fuego, comida y pierna suelta
hasta que suba el sol
para que nazca esa otra que se oculta
cuero adentro

ruedan a chorros
sudor y deseo que se juegan
el todo por el todo
y de la nada
sale

palabra articulada, del gemido
sentido, de la furia ciega.
Presa despedazada
secando al sol
para que en mesa pulida
haya manjar

Dejar morir al animal
exhausto, ahíto
y de su carne satisfecha
surja una voz
que cante.-


NECESITO LA RABIA

y no las aguas mansas
¡Líbrame Dios !
Fuerza y desbordar el muro de piedra
que se levanta
cuando bajo la cabeza
y miro humilde
el camino que pisas
o mis pies.
Rabia que estira el cuello
en ramas cargadas de frutos
la mano en cóncavo recipiente
donde se apoza el agua
que enerva de savia reciente
hasta la oscura raíz.
Necesito romper sonrisa y velo
que la cubre y lo duplica impasible
y darle con el pie y con el puño
y entrecejo que frunza el mundo
a todo y a todos, darle duro
(como le dieron a Vallejo).

Recoger los pedazos
tristes, tristes,
pagar pacientemente otras palabras
que lloren cuando venga,
después de la tempestad, la calma.-


TIERRA FIRME

Piso el terreno de mis sueños
y dejo hundir el pie
profundo en el viscoso material.
Quiero decirlo todo.
De una vez dejar que salgan
la baba y la luz y la tiniebla.
Pero abajo, tira la gravedad
y aterra su cálida humedad
de muerte reciente,
de vida apenas retoñando,
de vientre convulso,
y de estertor.
Y ya no quiero, no quiero, no.
Me agarro fuerte de la cuerda
donde saco cada mañana mis miserias
y jalo, asqueada,
y sacudo y seco y limpio
y corro a la vigilia sólida del miedo.-


                                                                         Clara Eugenia Ronderos







Imágenes: Pinturas del artista ruso  Marc Chagall   (Vitesbk, 1887 - Saint Paul, Francia, 1985)



quiquedelucio@gmail.com

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