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jueves, 27 de febrero de 2014

El crecimiento

                                                          Jaime Labastida

Poeta, periodista y ensayista mexicano nacido en Los Mochis, Sinaloa, en 1939. Licenciado en Filosofía por la UNAM. Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua, ha publicado entre otros libros: "El amor, el sueño y la muerte en la poesía mexicana", "La palaba enemiga", "Elogios de la luz y la sombra", "El descenso" (1960), "La feroz alegría" (1965), "A la intemperie" (1970), "Obsesiones de un tema obligado" (1975),etc. Ha sido galardonado con el Premio Internacional de Poesía Ciudad de La Paz 1987.


                                                          "Mujer de viento,
                                                           permite que la playa de tu oído
                                                           recoja el mar de mis palabras" 




EL CRECIMIENTO  poesía de Jaime Labastida

Con la palabra inauguramos, damos
vida.
Yo te nombro la playa de mi cuerpo,
la bahía de mi boca,
el abra de mis brazos.
Yo te nombro callada,
yo te nombro vibrante.
Te digo aves, te digo remolinos.

Espeso ahora mi juventud, tú la
adulteces.
Grave ahora mi corazón, tú me lo sanas.
Tú me haces crecer como la tierra
plantas,
como la tierra uvas,
como la tierra creces.
Y yo crezco contigo.
Me haces crecer sobre tu cuerpo
y yo soy como una enredadera
tendido entre tus brazos.

Peso ahora tu corazón y el mío:
peso lo doble.-


AMANECE

Hablo en plurales giros
porque plural o universal me siento.
Y luego reparto mi alegría,
tal vez sin alma,
lo cierto es que sin cuerpo,
pero conmigo adentro.
Es la crisis total de mi sistema.

Desarticulo puertas,
me desgozno,
me desplomo
como una casa del Virreinato,
y te nombro
y te nombro,
y es que quiero desgajar,
morder, día dije,
la naranja cercana de tu vientre.

Amanezco. Amanecemos.
Somos ya multitud
abierta a las preguntas.-


SOBRE EL INVIERNO

Bajo mi torso sonreías,
bajo mi abrazo.
Bajo mis ascendentes escaleras,
bajo las nupcias
que a tu lecho llevan.
No es sombra ya mi corazón hecho
badajo
que golpea la campana de mi tórax.

Mis huesos quieren descoyuntarse,
salirme enfurecidos hacia arriba,
abandonarme.
Mis huesos quieren danzar
en ritmos de alegría.

Y es que tengo con tu pasión queveres.
Tengo a tu cintura aprisionada.

Y un cielo azul muy duro
anuncia a nuestros vientos el invierno.-


HORAS
11.30 pm.
Durísima la luna. Igual que tú, tan lejos.
Suéñame, te digo, como te sueño aquí,
hasta que los dos sueños se conviertan
en fuego,
hasta que mi aliento sea el tuyo,
hasta que respiremos cada uno
por la boca del otro.La luna
asoma, llena y sorda. No estás
al otro lado del teléfono y sólo
por un hilo de sueño podré hablarte.

Paz y fuerza me habitan. Entro
con pies descalzos en el lecho.
Estás hecha de espumas, estás
hecha de nubes, estás hecha de luz.

Compartamos los sueños.-


                                                             Jaime Labastida





Imágenes: Pinturas del artista Henri Matisse (Francia, 1869-1954)

Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda 
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

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