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lunes, 3 de febrero de 2014

Canción amarga

                                                       Gabriela Mistral

                                      (Vicuña, Chile, 1889-Nueva York, 1957)

                                             Premio Nobel de Literatura 1945

Su nombre de nacimiento era: Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga.


                               "se va de ti mi cuerpo gota a gota
                               se va mi cara en un óleo sordo;
                               se van mis manos en azogue suelto;
                               se van mis pies en dos tiempos de polvo"




CANCIÓN AMARGA   poesía de Gabriela Mistral


¡Ay! ¡Juguemos, hijo mío,
a la reina con el rey!

Este verde campo es tuyo.
¿De quién más podría ser?
Las oleadas de la alfalfa
para ti se han de mecer.

Este valle es todo tuyo.
¿De quién más podría ser?
Para que lo disfrutemos
los pomares se hacen miel.

(¡Ay! ¡No es cierto que tiritas
como el niño de Belén
y que el seno de tu madre
se secó de padecer!)

El cordero está espesando
el vellón que ha de tejer.
Y son tuyas las majadas,
¿De quién más podrían ser?

Y la leche del establo
que en la ubre ha de correr,
y el manojo de las mieses
¿de quién más podrían ser?

(¡Ay! ¡No es cierto que tiritas
como el niño de Belén
y que el seno de tu madre
se secó de padecer!)

¡Sí! ¡Juguemos, hijo mío,
a la reina con el rey!.-


DAME LA MANO

Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...

El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.

Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina y nada más.-


DEL NICHO HELADO

Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
    te bajaré a la tierra humilde, soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no
    supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.

Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
    al recibir tu cuerpo de niño dolorido.

Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.

Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de
    ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!.-



EL AMOR QUE CALLA

Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres, tan oscuro.

Tú lo quisieras vuelto en alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.

Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que el entrar en la muerte!.-


                                     
                                                               Gabriela Mistral 






Imágenes: Pinturas del artista ruso contemporáneo Andrew Atroshenko.


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com

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