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viernes, 3 de mayo de 2013

Esa puerta de mármol

                                                                 Paloma Palao

Poeta española nacida en Madrid en 1944 y fallecida en un accidente automovilístico en 1986. Licenciada en Derecho por la Universidad de Madrid, abandonó el ejercicio profesional para dedicarse definitivamente a la poesía. Su obra está contenida, en parte, en las publicaciones: "Resurrección de la memoria" (1978), "El gato junto al agua" (1981), que fue Accésit al Premio Adonais; "Contemplación del destierro" (1982), "Retablo profano" (1985), "Hortus conclusus" (1986), "Música o nieve" (1986), etc. Colaboró con sus escritos en medios periodísticos como La Estafeta Literaria y la revista Litoral.


                                  "que no te importe la sangre -madre mia-
                                   que en ríos de silencio nos separa.
                                   Que no te importen las llaves que perdiste
                                   para impedir mi marcha"



ESA PUERTA DE MÁRMOL    poesía de Paloma Palao 


Esa puerta de mármol, esa losa
que cae sobre mi alma
si ando, donde me voy dejando
nudillos, nudos, manos...
He de tirarla abajo.
Esa madera joven, en la que me he
clavado, con ranuras
estrechas, con bisagras gigantes,
que envuelta de recuerdos
me sale siempre al paso...
He de tirarla abajo.
Esa puerta que llama cuando sigo
adelante, esa puerta que avanza
cuando yo me he parado. Esa puerta
que escucha cuando yo estoy
llamando...
Esa puerta -que es mía-
he de tirarla abajo.-


MAGNOLIO


Soledad de caoba
que la piedra comparte, sigilosa memoria
que hacia el tiempo
confluye y brota prisionera
de la luna y el sueño
y lentamente aspira
la verdad y su belleza.
Manzana de la luz,
suavemente ignorante,
el cáliz terso
de su piel construye,
aroma y fuerza
que el deseo clama.-


EN

En
la larga desolación, de que la luna
se tienda sobre mi corazón, aunque
yo no lo quiera,
de que el pez
se agarre a mi voz, sin que yo pueda
mover una sola de mis intenciones, atada
para siempre
a una mesa, a la mesa
de un cuarto vacío; en esa desolación
me permito
alguna locura, de cuando en vez,
luna quieta,
que se agarra a mi ventana, que quiere
abrir mi corazón, mi puerta, la llaga
la llaga de luz que se ambiciona;
la agobiante asfixia
de entreabrir
esa puerta y ver a alguien, alguien
que no soy yo -pero que finge serlo-
atada a una mesa, en un cuarto vacío,
mientras me ponen una inyección
para sobrevivir,
mientras la luna se pasea
por el verde fondo de mi corazón
y
mientras alguien, alguien que no soy yo,
entreabre esa puerta que da
a
una habitación,
a
un cuarto oscuro, oscuridad
que se niega a comprender, mientras
la luna
corre
por entre la oscuridad de aquel cuarto
vacío,
de aquel cuarto, entreabierto, con estantes
llenos de luz -llagas abiertas- que se consuman
en un sacrificio -que no ha sido pedido-,
en ese cuarto, donde alguien,
-que no es aquella que no soy yo-
finge dolerse, de una llaga
que no da luz, ni se ambiciona.-


                                                            Paloma Palao 







Imágenes: pinturas del artista contemporáneo serbio Vladimir Dunjic.


Publicación de Quique de Lucio para "Nos Queda
la Palabra"
quiquedelucio@gmail.com
twitter@quiquedelucio





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