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miércoles, 11 de enero de 2012

El reloj de Cortázar

Por supuesto que en el año 1962 cuando Julio Cortázar escribió este texto,para "Historias de Cronopios y de Famas", los relojes eran a cuerda. Después con el tiempo, aparecieron a pila o batería y los de ahora, ni siquiera eso, funcionan durante años por el misterio insondable de la tecnología digital. De todos modos, no cambia para nada el fondo de la cosa. El breve texto, magistralmente escrito, es como un knock out certero, nos llevá más allá de la cuerda o no, incluso más allá de los relojes, "allá en el fondo está la muerte", nos anuncia. Esto nos da un indicio de que Cortázar lo que quiere hacer es darnos la idea del tiempo del que dispone el hombre antes de morirse. En definitiva: imitamos al reloj y corremos con él, pidiendo cada vez más en la vida. Luego las oportunidades que dejamos pasar nos van oxidando, y se meten por nuestras venas dejando huellas. Sin dudas para Julio Cortázar los relojes representaban mucho más que un aparato para ver la hora. El paso del tiempo. Lo precario de uno mismo. Cortázar. Y este:

PREÁMBULO A LAS INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA AL RELOJ

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese mundo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de la joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA AL RELOJ

Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como en abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.

¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.-

                                                    Julio Cortázar



 Imágenes: pinturas cubistas de Javier Mariscal: "Antonio mirando el reloj" y de Pablo Picasso: "Mujer sentada llevando un reloj de pulsera"
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quiquedelucio@gmail.com
Twitter@quiquedelucio

2 comentarios:

  1. Bien se dice que el tiempo es intemporal, no importa que las cuerdas ya no sean tocadas con los dos dedos que cita Cortázar, baste citar la esencia de este mensaje cuando da instrucciones precisas para sentarse a contemplar el paso del tiempo y embelezarse con la imagen literaria que saca la existencia y la vanalidad de ésta. Jorge Sánchez Mejorada.

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  2. redundantemente, magistral, el maestro, más "no hagamos chiquito" a quien selecciona y nos hace conocer o recordar...
    K milo

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