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domingo, 18 de agosto de 2019

El verano

Noveno año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 5.000 escritores, respetando el derecho de autor.








Publicación Nª 2.445-



                                                                                                                         Cicerón Flórez Moya

Poeta y periodista de Colombia, nacido el 28 de septiembre de 1936 en Condoto, Chocó. Hizo un curso especial de periodismo en Quito, Ecuador y culminó sus estudios en Costa Rica y Venezuela.
Dirigió de Cúcuta el semanario "El Mural" y luego el semanario "La Opinión". Combinó su oficio con la poesía y el micrófono, fue codirector de la radio revista "Confrontación" en Radio Gualmaral entre los años 1975 y 1982. Fue panelista en seminarios organizados por diferentes centros académicos y organizaciones gremiales en Colombia, Venezuela, Ecuador, Costa Rica y Brasil. Profesor del Taller Seminario de Comunicación y Lenguaje para estudiantes de Derecho en la Universidad libre. Los poemas aquí presentados pertenecen a su libro "El gran Amor".


                                                                                                     "Tengo el silencio que bajó por tus
                                                                                                      sábanas, la veta de pasión que se
                                                                                                      enredó en nosotros, los itinerarios
                                                                                                      de nuestro siempre oculto vuelo" 










EL ROJO VERANO

Espléndida, bajo la luz, siempre viva,
yo te he encontrado:
tu piel de fuego sobre la arena,
tu boca de miel sobre mi boca,
tu cuerpo alargado a mi cuerpo
o copiosamente levantado al árbol
en el ardiente atardecer de diciembre.

2

Este acto de amarte a flor de sexo y alma,
con la pasión que para tenerte en mi sangre
he creado aun contra el acecho de la muerte,
tiene el sabor de los densos días del verano.

3

Sobre esta tierra, en la corteza de ese árbol
quedarán amarrados nuestros cuerpos
y crecerá la flor con la miel de tu boca
y el fuego del verano que este día gozamos.

4

Espléndida bajo la luz, siempre viva,
te adoro cuando el árbol nos da su fronda,
cuando la arena recoge los cuerpos juntos,
bajo el rojo verano de diciembre.
Te adoro con esta diaria cifra de amor,
allí donde estamos  intactos como la miel de tu boca
o la ola que en el río nos amarra de pronto.-




NOCTURNO CON UNA MUJER

Horas veloces para ser o morir.
Estoy aquí a las puertas de la noche
y a bordo de tu cuerpo. Navego en ti.
Eres el mundo que me contiene.
Y en tu profundidad deseo perpetuarme.

La noche vuela como un ruiseñor.
Entre la noche tú y yo sin olvido posible.
Tu piel para mi piel.
Tu rostro igual que rosa de los vientos,
entre el fuego que este amor precipita.
Estamos extendidos plenamente
como una sola espada, como una misma llama.

Ahora estamos aquí. Sabemos que existimos.
En este punto hallamos, manantiales, raíces, ángeles,
alas del tiempo que nos llevan y nos juntan,
hogueras, batallas, palabras ceñidas a los labios.
Y nos gozamos frente a frente
o en el delirio del sueño.-



LA ROSA DESEADA

Hermosa, todo tu cuerpo tiene olor a tierra,
forma de paraíso, curso de primavera:
parece un planeta desbordado en mis brazos,
una estrella invadiendo mi interminable tránsito.

Entrégame la clara fertilidad del beso,
las semillas que guardas, las alas del deseo,
el polen que desciende de tu pecho a mis surcos,
el sexo en su follaje de fragancia,
en su torrente de uva inagotable,
con su quemante cinturón de arcilla,
en su fecundidad que necesito.

Dadme a beber la abeja de tu beso,
el floreciente río de tu boca, sus celestes candelas.

Quiero palpar la rosa torrencial de tu cintura,
hundirme en su temblor hasta embriagarme,
hasta sembrar las ramas de la vida.

Hermosa, me llenas, me persigues, acumulo tu luz,
percibo el aso que te lleva, lo más oculto que hay en ti.

Ay, te me muestras en todos los caminos.-




                                                                                                                    Cicerón Flórez Moya






Imágenes: Pinturas de Vladimir Volegov  (Rusia, contemporáneo)








quiquedelucio@gmail.com

Blog auspiciado por Canadian Cultural Centre of Montreal. 




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