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martes, 14 de noviembre de 2017

No te voy a decir


Séptimo año de una antojadiza antolgía de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de su propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.000 escritores, respetando el derecho de autor.





Publicación N° 1.856-



                                                                                                                               Angel Augier

Poeta, periodista, ensayista y crítico cubano, nacido en Holguín en 1910 y fallecido en enero de 2010. Doctor en Ciencias Filológicas por la Universidad de La Habana, con estudios posteriores en el Instituto de Literatura Mundial Máximo Gorki de la Academia de Ciencias de Moscú. Fue miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua y presidente de la Fundación Nicolás Guillén. Becario de la UNESCO. Coeditor de revistas literarias cubanas. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1991. Su extensa obra poética se encuentra reunida en una antología publicada en 1980 y en "Todo el mar en la ola" en 1989.


                                                                                       "se ha caido al suelo el mar. Difícil
                                                                                         recogerlo, alzarlo, ayudarle.
                                                                                         La masa espesa se mece y se deshace
                                                                                         en espuma, en olas, se agita y se calma"












NO TE VOY A DECIR

No te voy a decir
que quiero ser la arena
que tus pies desnudos acaricie,
ni los rayos del sol que bajen jubilosos
a dorar más aún
la fina miel que forma tu epidermis,
ni el agua que la abrace con su espuma
ni el viento que la bese
y agite sus cabellos.

Sólo quiero pedirte que no dejes
que el beso y la caricia
de la arena y las olas,
de la luz y del aire,
destruyan la huellas de los míos
ni mi recuerdo que te sigue
como muda presencia inevitable.-



NOCTURNO DIFERENTE

Hay una noche limpia: la del mar y la luna.
Había un pueblo de luces en el agua tranquila
con calles solitarias por donde, sin quererlo,
dejábamos vagar nuestra inquieta ternura.

Era una noche limpia, brillando entre las sombras.
Nos quedamos teñidos de luna y de horizonte
al ritmo de la voz anciana del botero.-



ANSIEDAD

Esta flor mía, viva luz sin reflejo,
ahogada en ella misma,
bebiéndose a mi sombra su más íntima savia,
su perfume más puro,
sintiendo en cada pétalo, la clausura del aire
y el secuestro del agua, de la nube, del árbol.

Esta flor mía, encendida, consumiéndose sola,
muerta en su propia música
apretada en su tallo, quebrado ya de angustia;
quemándose a í misma,
en tanto que la tierra desnuda su ternura
y es más ancha la vida,
y el canto
y la mañana.-



SONETO

Sigo, amor, con mi júbilo sin bridas
por senderos de mieles tu carrera,
viajando con tu llama y tus heridas
desde el justo contorno de tu esfera.

El pulso tengo de innombrables vidas
en tu perfil sesgado a tu manera
como tu fortaleza tiene asidas
las campanas al sol de mi bandera.

Por una eterna acariciada
llega desnuda y limpia tu figura
al filo de mi luz enamorada,

y en la ventana azul de mi ventura
tu beso, amor, tu voz y tu mirada
velando mi desvelo de ternura.-



VESPERAL

No hagas ruido, a ver,
si no se va la tarde.
Dile a tu alma que haga
un silencio absoluto.
Acalla ese ruido de pensamientos,
rompe ese hondo clamor de recuerdos,
ahoga ese sordo rumor de ensueños.
No seas imprudente, no hagas ruidos,
que le molestan a la tarde.
Ante ella hay que estar
como una esfinge jovial,
ungida de serenos éxtasis
florecidos de silencios blancos.
Tenemos que rimar ese silencio
con el blanco silencio de la tarde.

Pero, ¿ya ves?, se va la tarde.
No pudiste amordazar el grito
desbocado de tus nostalgias
y has espantado a la tarde.
Mira como huye despavorida a otro lugar
donde comprendan
el silencio blanco de su alma. Y nos deja las sombras
-gran silencio negro-
para el negro silencio de nuestros ruidos.-



POEMA II

Soledad por tu sol y por tu ola:
isla ola: sol y ola
confundidos ciñendo, acariciándote
la piel mulata de la costa,
la femenina piel, fragante de tabaco,
y la piel de la playa,
cálida y temblorosa con su arena de azúcar.-


II

Cosida al mar y al viento por puntuadas olas
a puro sol prendida,
tu perfil, isla mía, tu contorno en el agua
con tu constante litoral dibujas
revuelto hacia la luz y hacia la espuma,
hacia el húmedo mundo clamoroso
donde pierden la tierra y el árbol
sus fronteras,
donde encuentra el azul su razón
en los mapas
y se disuelve en sal la geografía.-





                                                                                                                  Angel Augier



Imágenes: Pinturas de Gaetano Bellei







quiquedelucio@gmail.com




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