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lunes, 20 de noviembre de 2017

De la distancia

Séptimo año de una antojadiza antología de la poesía de todos los tiempos, seleccionada por el escritor Quique de Lucio. Esta pretende ser una antología cuyo sentido radica en la actividad del lector, en su lectura que organiza los textos como un proyecto de tu propia aventura y goce creadores. Difundiendo a más de 2.500 escritores, respetando el derecho de autor.





Publicación N° 1.862-



                                                                                                                               Alicia Aza

Poeta y narradora de España, nacida en Madrid el 20 de febrero de 1966. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense. Ha sido profesora en la Universidad Rey Juan Carlos. Tiene publicados trabajos especializados en el ámbito del Derecho mercantil. Ha publicado los poemarios: "El libro de los árboles" (2010), que fue distinguido como Finalista del Premio Andalucía de la Crítica, "El viaje del invierno" (2011), que fue galardonado con el Premio Internacional de Poesía "Rosalía de Castro" 2011, "Las huellas fértiles" (2014). También ha publicado la edición "La estación fría" ilustrada por el pintor Francisco Escalera (2011), etc.


                                                                                        "Remiendo las penas con hilos
                                                                                          de sol, tapiz de tu memoria.
                                                                                          Espera que descubras que tu invierno
                                                                                          casi siempre es verano de nostalgias"  










EL SABOR DE LA DISTANCIA

Por la mañana hablo con vecinos,
pero sólo de vez en cuando
me pregunto por qué te has ido.

Pero ahora que te sabes ausente
es cuando te siento más mío.
No habré de saber el motivo.

Leo la correspondencia que me entregan
ya no hay nada tuyo en mis manos.
Llega la noche silenciosa.

Y aunque lo demás es rauda distancia
las omisiones te aproximan
y el cartero se ha liberado.-


***

La nieve no cubre pisadas
ni reniega de los perfiles
en el mar de nuestro recuerdo;
Quedará una violeta
rival de tu vigilia
puñal de tus temores

Has hecho reclinar las ilusiones.
¡Frívola predadora de costumbres!
Del azar eres tesorera.
Ven y hazla tuya para siempre.-



EL SILENCIO DE LAS CIGARRAS

Dejaron de cantar nuestras cigarras
y acudí a rescatarte por otoño
al lugar de las tierras arcillosas
donde sembré cosechas de esperanza.

Un recuerdo se esconde persistente
tras las hojas revueltas en los rados
que cansadas esperan a ser humus
alimento de tristes recompensas.

Fuiste sueño inflamado con los días
insomnio recurrente en las penumbras
sendero melancólico de estrellas
partícula de sabia retardada.

Hoy he vuelto a por la sombra madura
de los sueños ocultos y exiliados
y sólo el polvo guarda tu memoria
en la tierra cubierta por el fango.-



EL SONIDO DE LOS ABEDULES

No puedo prescindir de ti ni apagar estas voces
que siguen viajando por arquitecturas remotas
y al regresar contemplan la mesa donde una vez
dejamos de extrañarnos
para cuando ya no sea necesarios
los mensajes ni la letra teñida
con los colores de la bandera que nos reviste
no tengo que moverme de tu lado
y tú sigues hablándome
con tu voz liberada.-



PALABRAS DE ESCARCHA

Eres sol retenido en el crepúsculo
del invierno de tus días descalzos
que hicieron prisioneras tus mañanas
de ciegos despertares a la vida.
Tus ojos te mendigan amapolas
que recuerdan la infancia sin consuelo
poseedora de tu dicha distante.
Hoy sólo te mantienen los zumbidos
de los recuerdos de tus pies mojados
en agua que se vierte por la escarcha
en la orilla de las palabras tenues.
Pronto llegará la noche serena
y el cielo teñirá cromado tono
de soledad velada con tu gesto.-



LOS LÍMITES HELADOS DE TU AUSENCIA

Cuando no duermes a mi lado quiebra
nuestra esencia y licuada se derrama,
malvado sedimento de inquietudes
que envejecen mis ojos aturdidos.
La noche se subleva caprichosa
extendiendo su mano por el cráter
que tu cuerpo, la escolta de mi vida,
ha dejado en los límites helados.
Los minutos se vuelven balaustrada
de los reproches que se desvanecen
al paso de los sueños que titilan
con zumbido constante por tu ausencia.
Cuando no duermes a mi lado todo
alrededor se vuelve pesadumbre
y mis costumbres son desconocidas;
lo que construimos es como el destello
de un ritual que me arrulla persistente.

Cuando mate al mosquito con mis labios
pronunciaré palabras de esperanza.-




                                                                                                                            Alicia Aza



Imágenes: Pinturas de Irene Sheri  (contemporánea)






quiquedelucio@gmail.com








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